"Hay mucha gente que
rechaza la injusticia y la ineficiencia de las instituciones públicas. Eso nos
ha invadido. Los efectos son la intolerancia, la diáspora, estado de ánimo
negativo que se relacionan con la violencia criminal y la crisis económica.
Pero debemos evitar eso y ser positivos", informó la psicóloga Social
Yorelis Acosta.
La vulnerabilidad emocional,
y el abordaje psicosocial producto de la violencia política, fueron los
temas abordados durante el taller de actualización del programa
"Acompañando en el dolor", organizado por el Centro al Servicio de la
Acción Popular (Cesap) y por la organización Psicólogos Sin Fronteras
Venezuela, con el patrocinio de la Embajada de Canadá.
El evento fue realizado en
la sede del Cesap en la parroquia San José de Caracas.
En el encuentro,
dirigido por la psicóloga social Yorelis Acosta, se plantearon las
consecuencias de la violencia política en el país. Ésta genera segmentación,
separación de familias, la pérdida del trabajo, detenciones, desconfianza e
incluso la partida de familias enteras hacia otros países, explicó la
experta.
"Hay mucha gente que
rechaza la injusticia y la ineficiencia de las instituciones públicas. Eso
nos ha invadido. Los efectos son la intolerancia, la diáspora, estado de ánimo
negativo que se relacionan con la violencia criminal y la crisis económica. La
gente se desanima, se preocupa e incluso altera su sueño. El exceso de
información política y escasez de lo positivo genera violencia en un país donde
es muy intensa. Hay protestas y discursos violentos", indicó Acosta.
No obstante, planteó durante
el encuentro que los ciudadanos tienen derechos políticos y a través de estos
talleres se activa la parte positiva para romper la desesperanza civil.
"Hoy trabajamos con al menos 25 personas de distintas organizaciones y con
vecinos del 23 de Enero y otras parroquias de Caracas", afirmó.
"Debemos hacernos otra
vista de la queja social para evitar enfermarnos y agotarnos. No nos hagamos
eco de las informaciones falsas en los medios y redes sociales que desaniman.
Mejoremos nuestro discurso. Debemos construir un país más justo y humano",
concluyó Marisol Ramírez, miembro de la Junta Directiva de Psicólogos Sin
Fronteras Venezuela.
Otros asistentes concluyeron
que en crisis debe fomentarse la educación, el amor y el optimismo.
"Debemos conectarnos con el mundo positivo, saludable, con lo que nos
permite desarrollar proyectos para generar cambios. Hay que trabajar con
los niños y jóvenes que están creciendo. La salida a la crisis no es irte. Hay
que generar estrategias de cambio y enriquecer la cultura. Los recursos los
tenemos los venezolanos, existen y los vamos a necesitar", indicaron
algunos de los asistentes.
También concluyeron que
debemos personarnos y dar la mano a los que más lo necesitan. "Hay que
hablar con buen tono. Hacer resistencia activa y no ceder los espacios. Es
separarnos para no consumir tanta desesperanza y acompañar los procesos de
cambio", expresó Marianella de Faría, coordinadora de Apoyo al Paciente
del Centro de Salud Santa Inés, de la Universidad Católica Andrés Bello.
Acosta concluyó que debemos
pensar cómo solucionar cada problema que se presenta. "Hay que disfrutar
la tranquilidad, ser optimistas, confiados y tener mucha fe. Mientras más nos
unamos y ayudemos más fácil salimos de la crisis".
12-11-16
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