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domingo, 6 de noviembre de 2016

No caigan en la trampa de la idolatría del dinero, por @Pontifex_es



Papa Francisco 05 de noviembre de 2016

Santo Evangelio según San Lucas 16,9-15

Dios, las riquezas y el buen uso del dinero: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Gánense amigos con el dinero de la injusticia, para que el día en que este les falte, ellos los reciban en las moradas eternas. El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y el que es deshonesto en lo poco, también es deshonesto en lo mucho. Si ustedes no son fieles en el uso del dinero injusto, ¿quién les confiará el verdadero bien? Y si no son fieles con lo ajeno, ¿quién les confiará lo que les pertenece a ustedes? Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero. Los fariseos, que eran amigos del dinero, escuchaban todo esto y se burlaban de Jesús. Él les dijo: "Ustedes aparentan rectitud ante los hombres, pero Dios conoce sus corazones. Porque lo que es estimable a los ojos de los hombres, resulta despreciable para Dios" Palabra del Señor.

Reflexión del Papa Francisco
 
Si eliges el camino del dinero al final serás un corrupto. El dinero tiene esta seducción de hacerte resbalar lentamente a tu propia perdición. Jesús es muy enérgico sobre este argumento: "No puedes servir a Dios y al dinero". No se puede: ¡o uno o el otro! ¡Esto no es comunismo, eh! ¡Esto es Evangelio puro! ¡Estas son las palabras de Jesús!

¿Qué cosa sucede con el dinero? Al inicio el dinero te ofrece un cierto bienestar. Está bien, luego te sientes un poco importante y viene la vanidad. Lo hemos leído en el Salmo cuando aparece esta vanidad. Esta vanidad que no sirve, pero tú te sientes una persona importante: esa es la vanidad. Y de la vanidad a la soberbia, al orgullo. Hay tres escalones: la riqueza, la vanidad y el orgullo.

¡Ninguno puede salvarse con el dinero!. Sin embargo, el diablo toma siempre este camino de tentaciones: la riqueza, para sentirte autosuficiente; la vanidad, para sentirte importante; y, al final, el orgullo, la soberbia: es precisamente su lenguaje la soberbia.

"Pero, Padre, yo leo los Diez Mandamientos y ninguno habla mal del dinero. Contra cuál Mandamiento se peca cuando uno comete una acción por el dinero". Pues ¡contra el primero! ¡Pecas de idolatría! He aquí el por qué: ¡porque el dinero se convierte en ídolo y tú le rindes culto! Y por esto Jesús nos dice que no puedes servir al ídolo dinero y al Dios Viviente: o a uno o al otro.

Los primeros Padres de la Iglesia - hablo del siglo III, más o menos el año 200, el año 300 - decían una palabra fuerte: "El dinero es el estiércol del diablo". Y es así, porque nos hace idólatras y enferma nuestra mente con el orgullo y nos hace maníacos de cuestiones ociosas y nos aleja de la fe, corrompe.

San Pablo nos dice evitar estas cosas, y tender a la justicia, a la piedad, a la fe, a la caridad. Y también a la paciencia, contra la vanidad y el orgullo y a la docilidad. Este es el camino de Dios, no aquel del poder idólatra que puede darte el dinero. La humildad es el camino para servir a Dios. Que el Señor nos ayude a todos a no caer en la trampa de la idolatría del dinero. Pero debemos pedirla. (Homilía en Santa Marta, 20 de septiembre de 2013)

Oración de Sanación

Mi Señor, Te doy gracias porque con tu Gracia me animas cada día a seguir luchando por un cambio personal que ayude a sanar mis heridas y que al mismo tiempo vaya creando lazos de amor a través del testimonio de tu amor. Quiero pedirte, en este día, que me hagas dócil a tu Palabra y fiel a tus caminos. No quiero tener otra ninguna otra ambición que ser amigo fiel tuyo tantos en las cosas grandes como en las pequeñas.

Hoy me enseñas, Señor mío, que el alcanzar la felicidad, alcanzar tu amor y las moradas eternas, no se trata en poseer o no poseer, en gastar o no gastar, sino en dónde pongo mi confianza. Ayúdame a darle un servicio útil al dinero sin que me aferre a él. Que pueda convertirme en un buen administrador y multiplicarlo en obras y acciones que te sean agradable

Quiero que Tú seas el Señor de mi vida, de toda mi historia, mi único Dios, el Dios verdadero, no el engañoso y vil “dios dinero” que arrastra a las personas a un mundo de dolor cuando se hacen totalmente dependientes de él. Ven y toca mi corazón, prepáralo para vencer las tentaciones del mundo que pretender quitarte del primer lugar que ocupas en mi vida. Vive y reina en mi corazón para que nunca le falten las fuerzas

El apego al dinero, no es más que un amo que esclaviza, un amo estéril que me separa de tu amistad y por tanto de la felicidad. Mi seguridad y mi confianza sólo la debo poner en Ti. Dejo todo en tus manos. Mueve mi espíritu para que siempre se vea iluminado por tu Sabiduría. Amén

Propósito para hoy

En un momento de tentación que tenga, recordaré lo que Dios realmente quiere de mí e invocaré su auxilio para cumplir su voluntad

Frase de reflexión del Papa Francisco:

"¡Tengan fe en el poder de la cruz de Cristo! ¡Acojan su gracia reconciliadora y compártanla con los demás!". Papa Francisco

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