Por Alonso Moleiro
Las condiciones sobre las
cuales obra el tablero de negociaciones de la MUD están impuestas por las
circunstancias. Son, como en un secuestro, una obligación perentoria y
desagradable. El resultado de un cuadro que configura, por eso mismo, una emergencia
nacional. La MUD no se lo trajo todo para la casa en la primera sentada. No
sabemos si eso será posible.
Con el acompañamiento
internacional, la MUD podría andar camino para lograr citas electorales en el
mediano plazo, ya más corto que mediano. Los acuerdos políticos que acá se
consoliden, si se consolidan, configuran una especie de cuenta de ahorros para
encarar los escenarios electorales, pero sobre todo, los restos políticos que
se avecinen.
Los señalamientos en torno a
las deficiencias de la MUD en estos días han tenido mucho fundamento. No
siempre la MUD da la talla. Al no tener mecanismos para establecer sanciones,
la MUD no se sabe proteger de las maniobras individuales y los tableros
pequeños. No es sencillo, a veces, preservar el interés general en la MUD. Así
las cosas, nadie pudo impedir, por ejemplo, que un vocero tan escencialmente
polémico, en virtud de lo que ha declarado, como Timoteo Zambrano, sea colocado
en la mesa de conversaciones en un momento tan complejo como el actual.
Las deficiencias y las
licencias retóricas para hacer el diagnóstico de la crisis, para graficar la
gravedad del problema y su verdadera causa, cedidas por la MUD al PSUV en el
comunicado emitido, son protuberantes, pero sobre todo, innecesarias. Es normal
que a todos les resulte inaceptable.
No deberíamos seguir
empeñados en oponer las tesis sobre el escenario de protesta en las calles y la
existencia de una mesa de conversaciones. Esto parece que no lo tuviera claro
la propia MUD, que podría asumir tranquilamente la existencia de las dos
políticas, y expresarlo de alguna forma, si se reuniera con frecuencia y
acordara estrategias más hondas. La MUD es un espacio “yugoslavizado”: atenido
a normas burocráticas que garantizan su carácter rotatorio en virtud de su diversidad.
Necesita un jefe político. Y si van a existir varios, necesita un equipo
político.
El gasto más grave que
comporta la negociación es que, por el momento, el horizonte refrendario
inmediato se disuelve. La MUD intenta consolidar acuerdos estables con la
presencia internacional, que deberán ser verificables, a lo mínimo, en unos
meses. La elección de Gobernadores podría ser otro haber. Algunos, que dicen
tener claro dónde vivimos, esto les luce obvio. No es obvio. Si tenemos claro
el momento que vivimos, debemos saber que no lo es. Conquistar la democracia
es, de alguna forma, conquistar lo que a todos nos ha lucido obvio.
Durante todo este tiempo, la
eventualidad de repetir las elecciones en el estado Amazonas ha sido una
hipótesis asumida como posible en los mandos opositores. Todos los voceros
autorizados han declarado hasta el momento que, de celebrarse, la MUD las
ganaría de nuevo. Una victoria electoral podría fortalecer las posiciones de la
MUD en esta crisis. Sería la palanca para reasumir de forma inobjetable el
quórum de la Asamblea. La Oposición lleva cerca de ocho años ganando las
elecciones en esa entidad.
Ha labrado la MUD, con todo,
algunos haberes importantes. Es insensato y mezquino menospreciarlos Con la
presencia de la mediación internacional sigue estando viva la posibilidad de
hacer política en Venezuela. En torno a ella pudieran salir más resoluciones,
insuficientes pero importantes.
No es verdad que Maduro ha
tomado aliento en esta coyuntura. Todo lo contrario. Las citas constitucionales,
que lo obligan, lo esperan. Frustrar un referendo no es frustrar una cita
presidencial. Para poder protegerlo, la MUD necesita operar en este escenario,
frente a sus adversarios, y con la mediación internacional. El camino al cambio
democrático se presentará por alguna parte. Precipitarlo por la vía refrendaria
demanda un compromiso participativo multitudinario y continuo. Ese vigor se
puede presentar. Pero puede que no se presente. El tablero de los acuerdos hay
que tenerlo listo. Al almanaque apura el paso.
17-11-16
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