Por Lester Lopez,
16/11/2016
La declaración
“conjunta” de la mesa de diálogo del pasado 12/11, dejó cierto sabor amargo en
las filas opositoras democráticas y especialmente en la sociedad civil
organizada, relevada, por ahora, a una condición de expectantes pasivos en este
proceso.
Las expectativas del
común de la gente que esperaba “algo” más definido en cuanto a la realización
del RR este año, aunque fuera la recolección del 20%, quedaron, según esa
declaración, totalmente frustradas y prácticamente sin esperanzas para este
año. Cosa peligrosa para la credibilidad de la MUD.
Anunciar como “logros”
que el régimen aceptara el reconocimiento de la próxima sustitución de dos
rectores electorales en diciembre, cosa que ya está bastante adelantada por
cierto y contemplada en la Constitución Nacional y que en enero se realicen
nuevas elecciones en el estado Amazonas para elegir, otra vez, los mismos
diputados que ya el CNE había reconocido en diciembre pasado y por las
truculencias jurídicas del régimen, la sala electoral del TSJ ha desconocido
hasta ahora, coloca a la MUD al borde de desconocer su propia fortaleza legal
que es su apego a la CN. Si la declaración hubiera suscrito que el régimen
“aceptaba y no iba, mediante la utilización del TSJ, desconocer los dos nuevos
rectores” y además que iba a reconocer a los tres diputados del estado
Amazonas, entonces sí hubieran sido logros concretos. Pero no fue así.
Por otra parte, en la
declaración, los representantes de la MUD se dejaron enredar con un lenguaje y
palabras propios del régimen, pero ajenos al vocabulario de la oposición
democrática, tal como que “acordaron trabajar de manera conjunta para combatir
toda forma de sabotaje, boicot o agresión a la economía venezolana”, cuando
todos sabemos que el único que ha saboteado, boicoteado y agredido a la
economía venezolana es el propio régimen ¿O es que la MUD va a aceptar que ha
sido parte de esas acciones?
También queda la
interrogante de por qué la próxima reunión es para el 6 de diciembre, en un
país con una situación crítica explosiva que amerita decisiones urgentes, al
menos para el nivel de expectativas de la gente ¿no es como mucho tiempo?
Estos cuestionamientos
anteriores, surgidos de la recolección apresurada entre gente mediana
informada, evidencian que, o no se está claro en los objetivos de los factores
de la oposición democrática en esa mesa (creo que hay algo de eso) o se carece
de la experiencia y experticia necesaria, por parte de los negociadores de la
MUD, para llevar con éxito estas negociaciones.
La MUD, y los otros
factores políticos democráticos intervinientes, deben comprender, con el debido
respeto a sus actuales representantes en esa mesa, que deben tomarse en serio
ese diálogo y, en consecuencia, deben sentar en esa mesa expertos en
negociaciones que no caigan en las trampas de los negociadores del gobierno que
son expertos en eso, por algo tienen 17 años en el poder.
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