Matt Spetalnick y Humeyra Pamuk 06 de mayo de
2020
@mattspetalnick y @humeyra_pamuk
El
Gobierno de Estados Unidos utilizará “todas las herramientas” disponibles para
asegurar el regreso de ciudadanos estadounidenses, si es que se encuentran
recluidos en Venezuela, dijo el miércoles el secretario de Estado, Mike Pompeo.
La
declaración de Pompeo se produjo dos días después de que funcionarios
venezolanos dijeron que habían capturado a dos “mercenarios” estadounidenses
como parte de un grupo de venezolanos que intentaron realizar una incursión al
país sudamericano.
“No
hubo una participación directa del Gobierno de Estados Unidos en esta
operación”, dijo Pompeo a periodistas, haciéndose eco de las declaraciones del
presidente Donald Trump un día antes.
Pompeo
añadió que “(si) hubiéramos estado involucrados, habría sido diferente”.
El
presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo el lunes que las autoridades
detuvieron a dos ciudadanos estadounidenses que trabajaban con un veterano
militar estadounidense, quien se atribuyó la responsabilidad de la incursión
frustrada del pasado fin de semana.
Pompeo
no llegó a confirmar la detención de los estadounidenses, pero lo calificó de
“asunto consular”.
“Comenzaremos
el proceso de tratar de encontrar una forma, si de hecho se trata de
estadounidenses que están allí, podemos encontrar un camino a seguir”, dijo.
“Queremos recuperar a todos los estadounidenses. Si el régimen de Maduro decide
retenerlos, utilizaremos todas las herramientas que tengamos disponibles para
intentar recuperarlos”.
Cuando
se le preguntó quién pudo haber financiado la operación, Pompeo dijo: “No
estamos preparados para compartir más información sobre lo que sabemos que
ocurrió”.
Maduro
dijo que las autoridades arrestaron entre domingo y lunes a 13 “mercenarios”
involucrados en lo que describió como un complot coordinado con Washington para
ingresar al país y expulsarlo del cargo. Mostró lo que dijo que eran los
pasaportes estadounidenses y otras identificaciones perteneciente a Airan
Berry, de 41 años, y Luke Denman, de 34 años.
Dijo
que estaban bajo custodia y que habían estado trabajando con Jordan Goudreau,
un exmilitar estadounidense que lidera una empresa de seguridad en el estado de
Florida.
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