Semana 20 de julio de 2024
Durante
su campaña electoral, Mulino anunció el “cierre” del Darién en caso de ser
elegido.
El
presidente de Panamá, José Raúl Mulino, descartó este jueves repatriar “a la
fuerza” a los migrantes que cruzan la inhóspita selva del Darién, fronteriza
con Colombia, en su marcha hacia Estados Unidos, matizando lo que había
dicho al asumir el poder.
“No podemos meterlos presos, no podemos repatriarlos a la fuerza”, dijo Mulino en rueda de prensa, aunque al asumir el mando el 1 de julio había prometido devolver a sus países de origen a los migrantes que llegaran a Panamá cruzando la inhóspita selva y “cerrar” esta ruta utilizada por más de medio millón de personas en 2023.
“La
gente no se quiere venir a quedar en Panamá, la gente quiere ir a Estados
Unidos, y si ese tema se nos vuelve una situación, que puede pasar de poco o
mayor grado, pues para allá irán”, agregó el mandatario
derechista.
Durante
su campaña electoral Mulino anunció el “cierre” del Darién en caso de ser
electo, y en su discurso de investidura afirmó: “no permitiré que Panamá sea un
camino abierto a miles de personas que ingresan ilegalmente a nuestro país”.
Ese
mismo día Panamá firmó un acuerdo con Estados Unidos mediante el cual
Washington se comprometió a aportar seis millones de dólares para
financiar las repatriaciones y otros gastos.
Al ser
proclamado como presidente electo, el 10 de mayo, Mulino dijo: “para que sepan los de allá y los que quisieran venir, que aquí
el que llega se va a devolver a su país de origen”.
Sin
embargo, la semana pasada su ministro de Seguridad, Frank Ágrego, había
suavizado el discurso al afirmar que no había “más remedio” que dejar que los
migrantes prosiguieran su travesía.
“Lo
que ellos [los migrantes] van a pedir teóricamente es seguir y ahí no tenemos
más remedio que dejarlos que sigan” hacia Estados Unidos, indicó Ábrego en una
entrevista con EcoTv.
En
2023, más de medio millón de personas atravesaron esta ruta, pese a
los grandes peligros que conlleva, como ríos caudalosos, animales
salvajes y bandas criminales que roban, violan y matan. La mayoría de
los migrantes son venezolanos, pero también destacan los haitianos,
ecuatorianos, colombianos y chinos.
El
pasado 10 de julio, Panamá confirmó que cerró algunos pasos irregulares usados
por migrantes para cruzar por la selva del Darién, fronteriza con
Colombia, con el fin de preservar la seguridad en esa inhóspita zona
donde operan bandas criminales.
Las
autoridades colombianas han criticado el cierre de estos pasos, afirmando que
afecta “los derechos fundamentales” de los migrantes que transitan por esta
peligrosa selva en su marcha hacia Estados Unidos. “Lo que hemos tratado de
establecer, precisamente para el respeto de los derechos humanos y garantizar su
vida, fue la creación de un paso humanitario” que deben usar los
migrantes, indicó el ministro de Seguridad Pública panameño, Frank Ábrego.
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