Editorial UNT Internacional 24 agosto, 2012
La Campaña electoral a un mes y medio
de producirse las elecciones presidenciales continúa en un curso poco
común para los venezolanos, un candidato que recorre el país pueblo por
pueblo como consecuencia de no poder transmitir su mensaje por el
control y la supremacía del gobierno en los medios de comunicación, así
como, con un aumento creciente en las manifestaciones y marchas,
generando expectativa y una esperanza de progreso, mientras el candidato
oficialista, Hugo Chávez, con señales evidentes de su
enfermedad, solo hace apariciones públicas esporádicas y
un incremento inusitado casi diario de cadenas para transmitir las
mismas agresiones de siempre y ofertas incumplidas de hace 14 años, que
mellan en su propio electorado.
La mejor prueba de lo anterior
aconteció el lunes pasado en la visita que realizó Chávez a
las industrias básicas del Estado Bolívar, quebradas por la
incompetencia del propio gobierno, cuando en una cadena, en donde solo participaban
sus partidarios, los empleados y obreros de las empresas no
lo dejaban hablar, corrigiéndole las mentiras que decía o sus cuentos
al revés que siempre hecha. Los obreros le gritaban que firmara los
contratos laborales que en muchos casos llevaban 6 años de atraso y
que él mismo dio la orden a las instituciones del Estado para que no se
firmaran. Bajo esta presión, molesto y para no mostrar el
descontento que había en el ambiente, interrumpían la cadena; cuando
se restablecía la señal ya Chávez estaba dando marcha atrás y decía que
ordenaba que se comenzaran a discutir nuevamente los contratos
laborales, al final, por las continuas protestas terminaron cancelando la
cadena. Este hecho es único. Ya los sectores populares y laborales le
perdieron el respeto. Allí también se olfatea el cambio.
La intención de su visita, al Estado
Bolívar era revertir la situación de las empresas básicas en donde la
oposición ha venido ganando todas las elecciones sindicales a pesar de las
amenazas del gobierno a los trabajadores. Aparte, la semana pasada el
candidato de oposición, Henrique Capriles, realizó una concentración
pública nunca hecha en la región de Guayana mientras que Chávez había
pasado por San Félix y no tuvo la participación que se esperaba. Sin duda
alguna, este panorama y su enfermedad lo han vuelto
intemperante, malgeniado, mucho más agresivo y torpe.
A todo lo anterior se agrega, que las
encuestas que le daban esa gran ventaja a Chávez comienzan
a reconocer el ascenso y el estrechamiento de margen del Candidato de
la oposición con el candidato oficial, a pesar de que las
encuestadoras independientes ya comenzaban a dar un empate técnico
cuando no, le dan una pequeño margen a Capriles. La encuesta Varianza,
Hercon, Predigmática, etc. ya le dan una pequeña delantera, no
obstante, la encuestadora americana, Hart/ McInturff, pronostica un
triunfo de 4 a 8 puntos de Capriles por encima de Chávez. Igualmente,
se filtró que la Presidenta Dilma Rousseff le hizo llegar una
encuesta al Presidente Chávez de la empresa brasilera que lo asesora donde
el candidato de la oposición adelanta al candidato oficialista, razón
por la cual, ha intensificado las cadenas y hace esfuerzos sobre
humanos para aparecer en algunos sitios donde el candidato Capriles a
rebasado todas las expectativas, como ha ocurrido en su propio Estado
natal Barinas y ayer en el Estado Bolívar. Sin duda alguna ¡Se enciende y
se extiende el sentimiento de cambio!.
Secretaría de Política Internacional
del Partido Un Nuevo Tiempo
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