Por Marino Alvarado, 17/08/2012
Según cifras suministradas por el gobierno al lanzar la Gran Misión A Toda Vida Venezuela la tasa de homicidios en el país durante 2011 fue de 50 por cada 100.000 habitantes. Por cada homicidio se registraron además 1.7 lesionados. Hay 76 municipios del país donde esa tasa es superior. Los homicidios y robos se cometen en 79% y 74% respectivamente con armas de fuego.
Los hechos de violencia son cometidos tanto por particulares como por funcionarios del Estado. Los delitos cometidos por particulares y las graves violaciones a los derechos humanos perpetradas por funcionarios públicos mantienen un clima general de violencia que afecta no sólo los derechos a la vida, integridad física y propiedad.
También se ven afectados los derechos a la educación, salud, alimentación, deporte, transporte y recreación entre otros.
En cuanto al derecho a la educación nos encontramos con informaciones que indican el cierre del ciclo nocturno en liceos y la reducción de horas de clase en el horario nocturno en institutos de educación superior. Y la renuncia de educadores en centros educativos ubicados en zonas geográficas con alto nivel delictivo.
En materia de salud tenemos situaciones tales como el cierre durante la noche de algunas emergencias en entes públicos. Igualmente, la reducción de las consultas médicas en centros privados que prestan servicios de salud. La cantidad de personas que son heridas con armas de fuego colapsa los servicios de terapia intensiva y dificulta la atención de otros padecimientos que requieren igualmente atención de emergencia.
La distribución de alimentos en zonas populares es cada vez más difícil motivado a que los choferes de los vehículos que realizan el transporte se niegan a ingresar a zonas consideradas de alto riesgo. Ello genera en algunas ocasiones escasez y mayor carestía de los productos ya que las pequeñas bodegas encuentran dificultad para mantener mercancía diversa de primera necesidad.
La prestación del servicio de transporte público principalmente en las zonas populares se ve afectado por la reducción de las horas de traslado de pasajeros en horario nocturno o en las primeras horas del amanecer.
Y cuando ese servicio se presta se realiza a cambio de un incremento del pasaje a veces superior al 200%.
El disfrute de los derechos al deporte y a la recreación se ven limitados al ocupar el hampa espacios públicos que estaban destinados para dichas actividades. En muchos casos los centros comerciales terminan siendo el punto de referencia de amigos y familia al brindar estos una sensación de mayor seguridad reduciéndose los espacios y ambiente para el entretenimiento y diversión.
Se requiere una acción coordinada del Estado y la sociedad para enfrentar el delito y la violencia y transformar con políticas y medidas democráticas e integrales la actual realidad para garantizar a todas y todos seguridad y paz.
Tomado de:
http://www.conflictove.org.ve/analisis-y-opinion/violencia-y-derechos-sociales-articulo-de-marino-alvarado.html
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