Carlos Valero 9 de agosto de 2012
Ayer tuve la suerte de participar en
un conversatorio, sin medios de comunicación, con el rector Vicente Díaz.
Atendí la convocatoria como quien va al médico con el temor de que le
diagnostiquen una enfermedad mortal. Armado de valor pero con ciertos niveles
de resignación. Mientras se daban los saludos respectivos, la cara de la
mayoría de los asistentes era más o menos la misma. Estábamos todos preparados
para oír y escuchar lo peor. Pues bien, al salir de la reunión tuve la
extraordinaria sensación de que no sólo estamos bien, sino que lo que está por
venir será mejor.
Lo primero es que el rector Díaz de
pendejo no tiene nada. Los ahí presentes apreciamos a un hombre que habla con
mucha seriedad y serenidad. Que conoce a fondo la materia electoral y que no
cae en la tentación de ser un técnico purista, ya que maneja muy bien las
variables política, el contexto social y el quién es quién del lado de las
fuerzas democráticas y del lado rojo del país.
En segundo lugar, compartiré con
ustedes las conclusiones que me traje de la reunión: 1) el gobierno anda
montado en una estrategia de miedo y para ello cuenta con el apoyo cómplice de
una parte de la estructura del CNE; 2) el secreto del voto está absolutamente
garantizado; 3) la transparencia en el proceso electoral depende de lo que haga
la oposición; 4) al interior del poder electoral existe un estado general de
sospecha; y finalmente, que Rafael Poleo lo que quiere es vender periódicos o
ser tomado en cuenta por la opinión pública.
1 1) El
gobierno necesita de manera desesperado generar miedo en el elector opositor y
chavista para soñar con el triunfo. Parece que el director de la película de
Batman inicia está detrás de esta estrategia. Ellos intuyen que asustando al
elector de @hcapriles promoverán abstención y lo más importante, generarán una
inhibición política y social que reste fuerza y eficacia a los millones de
venezolanos que desean una Venezuela de progreso e inclusión. Por el lado de
los potenciales votos rojos, beneficiarios de misiones, empleados públicos,
personas que hacen negocios con el estado, les venden el tema de la
captahuellas como delatores del voto para chantajearlos con quitarle las
migajas que la revolución deja a los venezolanos después de los regalos a mano
suelta que hace el candidato del pasado a sus camaradas del mundo. Para ellos
el miedo es su arma secreta, el comodín que sirve para todo los electores. Así
que MOSCA, esas maquinas sirvieron para que unos vivos se ganaran una plata y
para ahuyentar electores, pero en realidad son un perro que no muerde.
2) El secreto del voto está garantizado. Amigos no voy a entrar en detalles técnicos pero le creo al rector Díaz, entre otras razones porque durante el proceso de votación las maquinas no trasmiten, están desconectadas. Son como un celular al que se le quita la pila, sigue siendo un teléfono pero no comunica. Ahora, seguramente nunca vamos a escuchar al candidato del pasado o a los voceros del gobierno paleolítico afirmar que el voto es secreto. Por el contrario, van a ver publicidad e imágenes donde se resalte el uso de las captahuellas y de la más alta tecnología marca Acme, y paralelamente seguir aplicando la guerra sicológica del terror.
3) La revolución venezolana de la cuarta sólo copió sus mañas. Ellos aprendieron al caletre la vieja conseja de acta mata voto y la aplicarán a diestra y siniestra cada vez que la oposición se lo permita. En nuestras manos está no permitírselos. Particularmente confío mucho en el trabajo que coordina @armando_briquet como jefe del Comando Venezuela y en los millones de venezolanos que saben claramente lo que se juega el 7 de octubre y que por ello van a votar y a defender los votos. Guerra avisada no mata a soldado y si lo mata es por descuidado.
4) En el poder electoral todo el mundo desconfía de todo el mundo. El gobierno de tanto hablar mal del imperio se cree que por el país andan gringos de ojos verdes con maletines de dólares comprando desde rectores o rectoras hasta el personal técnico. En ese clima, el pasado puede obtener todo menos lealtades. Aunque parezca insólito, del CNE desconfía el gobierno y la oposición.
5) Finalmente, sería conveniente que personas como Poleo se vengan un rato a recorrer con @hcapriles pueblo a pueblo para que vean de primera mano la emoción y la esperanza de cambio que ha desatado la candidatura y de esa forma dejen de ser tontos útiles a la estrategia de miedo del candidato del pasado.
Doy gracias a Dios por haber
participado en esa reunión y haber disipado un mar de dudas en torna al proceso
electoral. El gobierno cuenta con los recursos del estado y con la estrategia
del miedo para derrotarnos, nosotros hoy tenemos los votos y somos la nueva
mayoría, nos toca convertir la emoción y la esperanza en organización, para
poder decir el 7 a las 10 de la noche que Venezuela volvió a ser tricolor.
Carlos Valero
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico