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sábado, 3 de octubre de 2015

El chavismo en la encrucijada: ¿se acerca realmente el fin de su hegemonía?


Por: José Luis Carrillo


La comunicóloga Maryclen Stelling admite que hay descontento, pero sostiene que hay que esperar por resultados del 6-D. El psicólogo social Luis Enrique Alcalá asegura que el Psuv seguirá el camino de AD y Copei


El reciente artículo del ex viceministro de Planificación Roland Denis, El adiós del chavismo, causó revuelo en las redes sociales, con gran número de lecturas, comentarios, respuestas, artículos de análisis y demás disquisiciones. Pero el diagnóstico crudo que hace el economista sobre la situación del chavismo, generó también una serie de interrogantes sobre el futuro, no solo de ese chavismo que Denis diagnostica en etapa terminal, sino del porvenir político del país, el debate, los retos y las organizaciones que habrán de manejar los asuntos públicos en lo sucesivo.

Con este objetivo, Contrapunto entrevistó a los analistas Maryclen Stelling y Luis Alberto Alcalá, quienes desde sus respectivas aceras nos ofrecen su visión sobre la difícil situación del movimiento que fundó el fallecido presidente Hugo Chávez.

Desencanto palpable

La socióloga y comunicóloga Maryclen Stelling estima que es cierto que hay un desencanto y que se ha visto plasmado en los escritos de voces que no tienen miedo de expresarlo. No obstante, cree que esto no necesariamente va a redundar en votos para la oposición que puedan provocar un descalabro electoral que afecte la continuidad del chavismo.

“Es muy difícil pronosticar intención de voto, y el desencanto se puede convertir en elementos productivos. Hay un cuestionamiento, una crítica, pero igual han salido otras voces (favorables al proceso).


Sostiene que la visión de Denis no obedece al momento preelectoral, sino que es un fenómeno de análisis del proceso. Un ejercicio por parte de intelectuales que coinciden en pensar que hay un deterioro del proceso revolucionario original.

“Hay como una revisión de las causas de lo que estaría sucediendo, que se aleja de la crisis de abastecimiento. Es como un análisis mucho más profundo por parte de analistas, intelectuales, que ven como una suerte de descalabro del proceso y de lo que se denomina el chavismo, pero no necesariamente tiene que ver con un desencanto generalizado”, asegura Stelling.

El politólogo Luis Enrique Alcalá considera que es cierto que el chavismo tiende a desaparecer, pero enmarca esta situación en el fenómeno de desaparición de organizaciones políticas atadas a una ideología, como pasó, comenta, con Acción Democrática y Copei, entre otros partidos.

“Estamos en una transición hacia lo post ideológico. Las ideologías fueron panaceas del siglo XIX, y estamos en el siglo XXI”, resalta el analista.

Explica Alcalá que las personas que sostienen ideologías de izquierda se presumen moralmente superiores y creen que están en lo correcto al considerar que si algunos países marchan mal es culpa de alguna gente y de una conspiración.


“Estamos cansados de ver fracasos del socialismo en todas partes del mundo. En ese sentido, el chavismo tiende a desaparecer, pero también la democracia cristiana, la socialdemocracia y el progresismo, que lo presentan como algo nuevo. Eso no tiene futuro”, apuntó.

Posible traspié electoral

A juicio de Stelling, como toda elección, la escogencia de los diputados de la próxima Asamblea Nacional el venidero 6 de diciembre es muy importante, especialmente por la manera como los venezolanos han asumido los últimos procesos electorales, como una especie de batalla decisiva o final sobre el rumbo político del país.

Asegura que estos comicios, en particular, serán muy importantes porque van a incidir en la conformación del Poder Legislativo, que desde hace 16 años ha sido dominado por las fuerzas del proceso revolucionario, por lo que si el espectro político cambia, entonces el chavismo, hasta ahora acostumbrado a legislar en función de un proyecto político, tendría que aprender a conciliar y a dialogar.

La analista considera que el descontento, en todo caso, puede causar abstención en las filas del chavismo, pero no cree que se dé el llamado “voto castigo”.

“Antes funcionó la ley del péndulo. Había un convencimiento de que no importaba por quién se votaba. Y cuando dejó de funcionar el voto castigo, la abstención se convirtió en la segunda fuerza electoral”, explicó.

A su vez, Alcalá piensa que el chavismo se agotó ya y que con este movimiento está pasando lo que ocurrió con AD y Copei hacia 1998, cuando precisamente Hugo Chávez fue electo por una población que deseaba salir de las gestiones de esas organizaciones políticas.

“¿Qué lleva a Chávez al poder? Un desencanto de la mayoría de los venezolanos con el bipartidismo adeco-copeyano, pasaban las décadas y la pobreza continuaba”, dijo.

Según Alcalá, el destino del chavismo es similar al de AD y Copei: “No hay manera de que eso resucite, porque es un movimiento de tinte ideológico”, argumentó.

Acerca del origen del movimiento en el liderazgo carismático de Hugo Chávez, al principio desvinculado de ideologías, Alcalá manifestó su acuerdo con Roland Denis en cuanto a que el movimiento se acabó con la muerte del líder en 2012.

Posibilidad de renacimiento

En cuanto a la posibilidad de que de las cenizas del chavismo surja otro brote de soñadores, como lo señala Denis, que reivindique las búsquedas revolucionarias, Alcalá manifestó que precisamente allí radica el problema. “La política no es para estar soñando. Es el arte de resolver problemas de carácter público profesionalmente, seriamente, serenamente y procedimentalmente”.

Abundó diciendo que los socialistas hacen juicios morales de clases enteras de ciudadanos, sin percatarse de que el problema es que la humanidad en general tiene una distribución normal de cualidades morales; de manera que puede haber un cinco por ciento de santos y un siete por ciento de malandros, pero la inmensa mayoría está a mitad de camino entre el malandro y el héroe; y que, además mientras, se acusa al afán de lucro de los empresarios, se pueden encontrar muchos más casos de Estados delincuentes que de empresarios del mismo tipo. Por lo que la solución es que la sociedad aprenda a entender la polítiica como un problema de manejo inteligente de las cosas.

Stelling, a su vez, prefiere esperar por los resultados electorales. Señala que hasta ahora no pareciera que exista apoyo a las voces críticas del chavismo, las cuales parecen ser voces solitarias.

“A lo mejor son grupos importantes, pero no se sabrá cuántos son hasta que todos nos contemos en las elecciones”, concluyó Stelling.

02-10-15




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