Por: José Luis Carrillo
La comunicóloga Maryclen
Stelling admite que hay descontento, pero sostiene que hay que esperar por
resultados del 6-D. El psicólogo social Luis Enrique Alcalá asegura que el Psuv
seguirá el camino de AD y Copei
El reciente artículo del ex
viceministro de Planificación Roland Denis, El adiós del chavismo, causó
revuelo en las redes sociales, con gran número de lecturas, comentarios,
respuestas, artículos de análisis y demás disquisiciones. Pero el diagnóstico
crudo que hace el economista sobre la situación del chavismo, generó también
una serie de interrogantes sobre el futuro, no solo de ese chavismo que Denis
diagnostica en etapa terminal, sino del porvenir político del país, el debate,
los retos y las organizaciones que habrán de manejar los asuntos públicos en lo
sucesivo.
Con este objetivo,
Contrapunto entrevistó a los analistas Maryclen Stelling y Luis Alberto Alcalá,
quienes desde sus respectivas aceras nos ofrecen su visión sobre la difícil
situación del movimiento que fundó el fallecido presidente Hugo Chávez.
Desencanto palpable
La socióloga y comunicóloga
Maryclen Stelling estima que es cierto que hay un desencanto y que se ha visto
plasmado en los escritos de voces que no tienen miedo de expresarlo. No
obstante, cree que esto no necesariamente va a redundar en votos para la
oposición que puedan provocar un descalabro electoral que afecte la continuidad
del chavismo.
“Es muy difícil pronosticar
intención de voto, y el desencanto se puede convertir en elementos productivos.
Hay un cuestionamiento, una crítica, pero igual han salido otras voces (favorables
al proceso).
Sostiene que la visión de
Denis no obedece al momento preelectoral, sino que es un fenómeno de análisis
del proceso. Un ejercicio por parte de intelectuales que coinciden en pensar
que hay un deterioro del proceso revolucionario original.
“Hay como una revisión de
las causas de lo que estaría sucediendo, que se aleja de la crisis de
abastecimiento. Es como un análisis mucho más profundo por parte de analistas,
intelectuales, que ven como una suerte de descalabro del proceso y de lo que se
denomina el chavismo, pero no necesariamente tiene que ver con un desencanto
generalizado”, asegura Stelling.
El politólogo Luis Enrique
Alcalá considera que es cierto que el chavismo tiende a desaparecer, pero
enmarca esta situación en el fenómeno de desaparición de organizaciones
políticas atadas a una ideología, como pasó, comenta, con Acción Democrática y
Copei, entre otros partidos.
“Estamos en una transición
hacia lo post ideológico. Las ideologías fueron panaceas del siglo XIX, y
estamos en el siglo XXI”, resalta el analista.
Explica Alcalá que las
personas que sostienen ideologías de izquierda se presumen moralmente
superiores y creen que están en lo correcto al considerar que si algunos países
marchan mal es culpa de alguna gente y de una conspiración.
“Estamos cansados de ver
fracasos del socialismo en todas partes del mundo. En ese sentido, el chavismo
tiende a desaparecer, pero también la democracia cristiana, la socialdemocracia
y el progresismo, que lo presentan como algo nuevo. Eso no tiene futuro”,
apuntó.
Posible traspié electoral
A juicio de Stelling, como
toda elección, la escogencia de los diputados de la próxima Asamblea Nacional
el venidero 6 de diciembre es muy importante, especialmente por la manera como
los venezolanos han asumido los últimos procesos electorales, como una especie
de batalla decisiva o final sobre el rumbo político del país.
Asegura que estos comicios,
en particular, serán muy importantes porque van a incidir en la conformación
del Poder Legislativo, que desde hace 16 años ha sido dominado por las fuerzas
del proceso revolucionario, por lo que si el espectro político cambia, entonces el
chavismo, hasta ahora acostumbrado a legislar en función de un proyecto
político, tendría que aprender a conciliar y a dialogar.
La analista considera que el
descontento, en todo caso, puede causar abstención en las filas del chavismo,
pero no cree que se dé el llamado “voto castigo”.
“Antes funcionó la ley del
péndulo. Había un convencimiento de que no importaba por quién se votaba. Y cuando
dejó de funcionar el voto castigo, la abstención se convirtió en la segunda
fuerza electoral”, explicó.
A su vez, Alcalá piensa que
el chavismo se agotó ya y que con este movimiento está pasando lo que ocurrió
con AD y Copei hacia 1998, cuando precisamente Hugo Chávez fue electo por una
población que deseaba salir de las gestiones de esas organizaciones políticas.
“¿Qué lleva a Chávez al
poder? Un desencanto de la mayoría de los venezolanos con el bipartidismo
adeco-copeyano, pasaban las décadas y la pobreza continuaba”, dijo.
Según Alcalá, el destino del
chavismo es similar al de AD y Copei: “No hay manera de que eso resucite,
porque es un movimiento de tinte ideológico”, argumentó.
Acerca del origen del
movimiento en el liderazgo carismático de Hugo Chávez, al principio
desvinculado de ideologías, Alcalá manifestó su acuerdo con Roland Denis en
cuanto a que el movimiento se acabó con la muerte del líder en 2012.
Posibilidad de renacimiento
En cuanto a la posibilidad
de que de las cenizas del chavismo surja otro brote de soñadores, como lo
señala Denis, que reivindique las búsquedas revolucionarias, Alcalá manifestó
que precisamente allí radica el problema. “La política no es para estar
soñando. Es el arte de resolver problemas de carácter público profesionalmente,
seriamente, serenamente y procedimentalmente”.
Abundó diciendo que los
socialistas hacen juicios morales de clases enteras de ciudadanos, sin
percatarse de que el problema es que la humanidad en general tiene una
distribución normal de cualidades morales; de manera que puede haber un cinco
por ciento de santos y un siete por ciento de malandros, pero la inmensa
mayoría está a mitad de camino entre el malandro y el héroe; y que, además
mientras, se acusa al afán de lucro de los empresarios, se pueden encontrar
muchos más casos de Estados delincuentes que de empresarios del mismo tipo. Por
lo que la solución es que la sociedad aprenda a entender la polítiica como
un problema de manejo inteligente de las cosas.
Stelling, a su vez, prefiere
esperar por los resultados electorales. Señala que hasta ahora no pareciera que
exista apoyo a las voces críticas del chavismo, las cuales parecen ser voces
solitarias.
“A lo mejor son grupos
importantes, pero no se sabrá cuántos son hasta que todos nos contemos en las
elecciones”, concluyó Stelling.
02-10-15
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