Por S.S. Alejandro Moreno
“Un motín mal se detiene”,
le dice su criado al Comendador, señor de Fuenteovejuna, cuando ya el pueblo
entero derriba las puertas y se acerca, “todos a una”, a lincharlo, según el
drama histórico de Lope de Vega.
La gente se agrupa. Lo
estamos viendo en toda Venezuela. Se está dando una tendencia general a la
agrupación fuera de las normas establecidas por el actual gobierno que ha
pretendido encuadrarla en consejos y comunas bajo su centralizada dirección
política e ideológica. Se ríe de leyes y ministerios; se organiza por su cuenta
presionada por lo que vive. ¿Hacia dónde se dirige el grupo así organizado?
En menos de una semana
lincharon a dos malandros en Los Ruices. Nada espontáneo o circunstancial. Todo
previamente acordado. Ya se sabe lo que hay que hacer, cómo comunicarse, cuál
es el sistema de señales, cuáles son los pasos a seguir, quién vigila, quién
convoca y hasta dónde llegar en la acción.
Lo de Maracaibo fue más
complejo. Llegó la gente de la OLP para quitarle los productos a los bachaqueros
o buhoneros. Sonaron las alarmas. En menos de una hora se reunieron. Más de mil
personas. La guardia disparó primero lacrimógenas; la gente no les paró.
Dispararon balas al aire; lo mismo. Los amotinados quemaron totalmente el
Comando. Se ensañaron con los cuadros de Chávez, Maduro y hasta Simón Bolívar.
Hicieron con ellos una hoguera. Nada espontáneo tampoco. Todo estuvo
previamente acordado; se sabe qué hacer e incluso qué se va a alegar ante las
autoridades.
Ante el juez los habitantes
de Fuenteovejuna decidieron antes lo que iban a decir: “Fuenteovejuna lo hizo”.
No se crea que el saqueo de
un camión accidentado es hoy ocasional. Se habla con los malandros quienes se
encargan de producir el accidente. En seguida actúa el grupo.
Todavía se da el tumulto
espontáneo. En Macro los funcionarios se dirigen a la multitud por micrófono:
no vamos a permitir ningún tipo de desestabilización. La gente se burla a
gritos: “Vengan, aquí está Uribe, aquí está Obama”.
La policía llega al barrio.
Detiene a un malandro. La gente se lo quita a la fuerza. No respeta la OLP.
Sabe que ejecuta.
Se está pasando
aceleradamente de la espontaneidad a la organización y al motín coordinado.
Aprendizaje social. Con los medios actuales fácil y rápidamente se comunican
éxitos y fracasos. Los éxitos se imitan, se reproducen y se extienden.
No nos gusta el motín, ni el
saqueo, ni el tumulto deliberado o no, ni el irrespeto ni la violencia grupal o
individual, pero es la tendencia general que observamos.
¿Qué hará el Comendador,
digo, el Gobierno?
06-10-15
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