Leonardo Fernández 20 de octubre de 2015
Este
19 de octubre se cumplen 8 meses desde que Antonio Ledezma fue puesto en
prisión, hoy se encuentra en su casa, privado de libertad, sin capacidad de
expresarse libremente; su caso no es más que una excusa para neutralizar un
adversario político incómodo para el gobierno. El pasado jueves Manuel Rosales
fue arrestado injustamente, mientras Leopoldo López cumple una sentencia
recientemente dictada; ellos al igual que un grupo de jóvenes estudiantes son
las caras más visibles de la persecución del gobierno.
Muchos
ciudadanos pueden sentir desánimo, impotencia y decepción al ver que la
justicia en Venezuela es solo el brazo ejecutor de los caprichos de una
autocracia. Es indignante saber que mientras 95% de los criminales no son
juzgados por sus delitos, para lo único que funcionan los juzgados es para
castigar opositores. Pero estos hechos en lugar de convertirse en razones para
el desánimo deben ser motivadores para trabajar por el cambio.
Cuando
Manuel Rosales tomó la decisión de regresar al país, cuando Leopoldo López se
entregó a las autoridades venezolanas, lo hicieron con el pleno conocimiento de
que su sentencia dependía de criterios políticos, no legales; pero a su vez lo
hicieron para despertar en los venezolanos el sentimiento de compromiso con la
lucha democrática.
La
única justicia en la que han confiado los presos políticos es la voluntad del
pueblo, que como reflejan las encuestas cada vez está más inclinada por la
libertad y el cambio. Una nueva Asamblea Nacional será la encargada de corregir
los atropellos e injusticias, depende de nuestra participación lograr el cambio
que necesitamos. Para que el sacrificio de muchos, quienes han pagado con
cárcel, exilio y hasta con la vida, no sea en vano debemos votar masivamente este
6 de diciembre.
Los
venezolanos tenemos la oportunidad de comenzar un cambio, hacia la Venezuela
que merecemos, donde la justicia sirva para castigar a los delincuentes y no a
los opositores a un gobierno, donde el sueldo alcance para satisfacer las necesidades,
donde la salud y educación pública sean de calidad y acceso universal, donde
las libertades civiles sean respetadas.
Ha
llegado el momento de hacer nuestra parte, votar y participar este 6 de
diciembre será estar dentro de la historia nacional, contribuyendo al cambio
que nos sacará de el atraso y la barbarie, para transitar el camino de la
modernidad y la prosperidad. Manuel, Antonio y Leopoldo han sacrificado su
libertad, pero a cambio lograrán la libertad de todo un pueblo.
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