Como la sal que se va de las
manos. Así se traduce coloquialmente los billetes venezolanos, los cuales cada
día valen menos, según el análisis de analistas económicos. En esta
oportunidad, Boris Ackerman, ingeniero con Master en Finanzas, recomienda
comprar comida a largo plazo, antes que guardar dinero en efectivo, pues la
moneda se va depreciando y los alimentos van aumentando de precio y
desapareciendo de los anaqueles.
William Ruiz, también
economista coincide con Ackerman, al decir que el venezolano debe buscar la
forma de transformar o adelantar compra de insumos de la cesta básica, además
de adelantar pagos de servicios, para que no se vea afectado en un futuro
cercano con el alza de los precios.
Estas recomendaciones van
dirigidas a venezolanos que no tienen ahorros y cuyopoder adquisitivo depende
básicamente del salario mensual. “Es imposible presupuestar en este país y bajo
estas condiciones”, infiere Ackerman; razón por la que cree que esta
recomendación es la más favorable.
Ambos economistas
estuvieron, este jueves 1 de octubre, en un foro organizado por Cedice
denominado “¿Cómo proteger el dinero de la inflación?”, donde manifestaron
que, aunque técnicamente Venezuela no tiene una hiperinflación, los
números y la rapidez con la que se deteriora la moneda indica que las finanzas
nacionales cada vez están más comprometidas.
“Los teóricos dicen que una
hiperinflación se da cuando la inflación mensual de un país llega a 50%, en
Venezuela estamos entre 30% y 40% mensual, por lo que estamos muy cerca”,
aclaró Ruiz, quien recordó que con el efectivo que manejan los venezolanos
todos los días se compra menos.
Sostuvo que el cambio de
precios de los productos es tan voraz que pueden acabar con una proyección
quincenal. “Mientras llega la quincena del venezolano los precios de la canasta
básica ya han variado… De seguir así, vamos a llegar al punto en el que el
cambio de precios será en cuestión de días y horas”.
Ackerman, entre tanto, cree
que el venezolano no confía en la moneda local, razón por la que quienes tienen
posibilidad ahorran en moneda extranjera. “Yo lo considero muy lógico”. Además
sugirió que quienes tengan posibilidadesinviertan en bienes, participaciones
accionarias, inclusive deudas, que en un futuro cercano, con este ritmo,
representen una ganancia.
Para este ingeniero, la
crisis económica podría acabar si se toman medidas drásticas que revertirán
esta situación. Entre ellas considera importante abandonar el populismo del
discurso político y hacer planteamientos reales.
Otros cuellos de botella de
la economía, según Ackerman, son tres leyes que están impidiendo el
desarrollo del país: Ley Orgánica del Trabajo, Trabajador y Trabajadora
(Lottt), Ley de Precios Justos además de los reglamentos que establecen el
control cambiario.
“Parte de este problema es
institucional. Hay que tomar medidas para no darle poder absoluto a ningún
gobernante y que la economía esté respaldada por leyes que busquen el
desarrollo del país y no de tendencias políticas”, agregó.
foto: Correo del Orinoco
01-10-15
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