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miércoles, 18 de noviembre de 2015

Liderazgo político en concreto


Por Alejandro Moreno


Me ha tocado actuar como jurado de una tesis de doctorado en la UPEL, Maracay, producto de una investigación muy bien fundamentada sobre bases seriamente empíricas. La autora buscaba encontrar la verdad de la política concreta tal como de hecho la practican, en el pueblo,  quienes son líderes de origen y pertenencia popular venezolana. La política real no existe sino en quienes la ejercen y su verdad está en los significados y en la lógica intrínseca que a ella subyacen y le dan sentido.
Se trata, por ende, de hacer una rigurosa hermenéutica de las acciones, actitudes, maneras de concebir, motivaciones y disposiciones para acción, incluso cuando están más allá de la conciencia de sus actores. Se trabajaron profundamente cuatro historias-de-vida y dos relatos-de-vida, dos historias de líderes de partidos del status, otras dos de líderes de partidos revolucionarios y los relatos de dos sujetos que participaron, incluso con plena y radical adhesión, en movimientos revolucionarios de los cuales, mediante un proceso de reflexión sobre sus vivencias y experiencias en ellos, se alejaron.

Las deducciones del trabajo son impactantes.

En las dos primeras historias queda muy claro que lo político es vivido por sus actores al modo del mundo-de-vida popular venezolano, centrado en la relación personal. Son las personas y no las instituciones o la ideología lo que rige todo su accionar. El ejercicio del liderazgo social se impone sobre el liderazgo político y lo desplaza reduciéndolo a unas siglas y un marco sólo teórico de referencia, así que cuando, por mandato del partido, lo político intenta someter a lo social, el conflicto se hace insalvable.

En las historias de líderes revolucionarios, en cambio, lo estrictamente político, en cuanto ideología y partidos organizados, constituye toda la estructura de significados que rige el sentido, la vida y la acción de modo que la desconexión entre política y mundo-de-vida popular  es total. Impacta la coincidencia de significados y lógica revolucionaria con los que ya conocemos como propios de la vida de nuestros malandros. En unos y otros el fin absoluto, criminal o político, se impone sobre las personas, convertidas siempre en instrumentos, de modo que para lograr el objetivo, a unos y otros les parece lógico incluso asesinar.

Para los que abandonan su primera posición revolucionaria es determinante la experiencia del contraste entre la realidad popular, vivida en la misma acción política, y los significados que dinamizan la revolución.

¿Qué pensar y decidir?  ciporama@gmail.com
17-11-15




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