Por Fernando Facchin B., 01/11/2015
El parlamento ha cedido su competencia legislativa mediante una Ley
Habilitante al régimen, éste a su vez a desviado los principios básicos de la
técnica legislativa, abriendo un terrorífico espacio al principio del desorden,
al nacimiento gradual del caos, lo que deviene, irremediablemente, en el fin de
la seguridad jurídica, en especial con la Ley de Costos y Precios Justos
publicada en Gaceta Oficial el 27.10. 15. Esa ley, agravará la crisis de
gobernabilidad, la misma describe con toda claridad la carencia de técnica
legislativa en su formación, siendo éste un elemento primordial para el
progreso ordenado de toda sociedad, su carencia es un factor que aumenta la
inseguridad jurídica y hace ineficaz al cuerpo legislativo, propiciando un caos
jurídico notorio y colectivo.
El régimen suele improvisar sin mesura en la formación de habilitadas
leyes para satisfacer sus autocráticos requerimientos y sus necesidades o
urgencias pretorianas, actuando con apremio desmedido, atropelladamente y
sancionado leyes vagas y ambiguas, ese atropellamiento legislativo habilitante
trae como consecuencia la producción de leyes con una inaceptable falta de
claridad jurídica, normas que presenta contradicciones en sí mismas o con
otras leyes, los más grave, algunas coliden con la Carta Magna y con normas
internacionales de carácter constitucional, sus articulados son exageradamente
extensos y con marcados perfiles reglamentistas ambiguos que ahogan a la
sociedad y demuestran una total carencia de conocimiento sobre la función
legislativa.
En la legislación sancionada, el régimen, no considera en forma
objetiva la realidad social, cultural, jurídica y económica del país,
especialmente en materia de libertad económica consagrada en la CRBV y la
crisis que agobia, es una normativa plagada de particularidades y
calificativos, ambigua e imprecisa en cuanto a la terminología utilizada,
pretende imponer nuevas costumbres absurdas producto de filosofías gastadas, su
formulación es inadecuada por falta de técnica legislativa lo que no facilita
su interpretación, en definitiva es una legislación propia de la autocracia e
inspirada en el antiguo derecho pretoriano que existió en la antigua Roma,
mediante ese sistema se producían edictos repentinos provocados por un caso
particular imprevisto, amoldando la ley a las necesidades que se imponía, así
se ampliaban, modificaban o alteraban los dispositivos legales para adaptarlos
a las exigencias del Pretor de Miraflores, en detrimento de la Constitución
Nacional y del estado de derecho. Es una ignominia observar al régimen minar el
espíritu constitucional para traicionar la voluntad soberana y tratar de
impedir que los ciudadano ejerzan sus derechos constitucionales, al más puro
estilo nazi fascista, donde pretende el Pretor de Miraflores convertirse en el
amo del país, no es necesario estudiar hermenéutica legislativa para
comprender la falta de Técnica en la confección de los bodrios mal llamados
leyes.
Con la nueva aberración legislativa comenzamos el fin del
desmantelamiento del país, se garantiza “legalmente” a los supuestos “técnicos
en costos y precios justos”, sin preparación alguna para la “inspección”
encomendada y se acentúan los controles dictatoriales y se desboca la
corrupción.
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