Jorge Agobian 16 de mayo de 2020
@JorgeAgobian
A
pesar de la polarización que se ha instalado en Washington en los últimos
tiempos, republicanos y demócratas coinciden en un asunto: Venezuela.
Tras
una intensa semana de acusaciones entre las facciones políticas que se disputan
el poder en Venezuela, legisladores estadounidenses coinciden en que no es
momento de bajar la guardia.
“No
necesitamos una distracción en este momento”, dijo a la Voz de América la
congresista demócrata Donna Shalala. La legisladora considera que el enfoque
debe ser “lograr que Maduro llegue a la mesa y negocie un acuerdo político con
Juan Guaidó y los líderes legítimos de Venezuela”.
Estados
Unidos presentó, en marzo, un plan de transición democrática para ese país,
pero hasta la fecha solo ha sido avalado por Juan Guaidó, a quien Washington
reconoce como presidente encargado. La otra parte, el gobierno del socialista
Nicolás Maduro, ha declinado la oferta por el momento.
Una
incursión militar denunciada por Maduro a principios de mayo crispó aún más el
ambiente interna y externamente.
El
gobernante aseguró que existían “diálogos” con funcionarios del gobierno
estadounidense, pero “se cortaron” después del 3 de mayo. “No contestan los
WhatsApp, no contestan los teléfonos”, reprochó Maduro.
El
subsecretario interino de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del
Departamento de Estado de EE.UU., Michael Kozak, remarcó el viernes que “cuanto
antes comience una transición democrática, antes los venezolanos podrán
recuperar sus Derechos Humanos”.
Según
el republicano Mario Díaz-Balart, persiste el consenso bipartidista sobre la
causa de Venezuela, alineado con la estrategia de máxima presión de la propia
Casa Blanca. “Pero tenemos que hacer más”, reconoció Díaz-Balart.
Irán
en la mira
Estados
Unidos estaría considerando medidas en respuesta al envío de combustible de
Irán a Venezuela, según dijo a la agencia Reuters un alto funcionario del
gobierno del presidente Donald Trump.
Desde
Caracas, la cancillería de Maduro consideró esta posibilidad como una
"violación flagrante de la ley internacional".
Respecto
a la relación de Maduro con el gobierno iraní, Díaz-Balart aseguró que la Casa
Blanca conoce del tema y que “los gangsters a través del mundo están tratando
de ayudar a ese régimen”.
“Nunca
podemos bajar la guardia. Hay que siempre estar en la forma de agresividad
porque es para la seguridad nacional de Estados Unidos, y, también, para la
causa de libertad de Venezuela”, dijo a la VOA.
Su
colega demócrata, Shalala, aseguró que el congreso está al tanto de las
denuncias de presencia de Irán, Rusia y China en Venezuela. “Lo que sucede en
Venezuela no se queda en Venezuela”, zanjó.
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