Por Roberto Patiño
En horas de la mañana del
viernes 8 de mayo, efectivos de cuerpos policiales irrumpieron en la casa de
Junior Pantoja, en la Zona 2 de Petare, en Caracas, para detenerlo de manera
ilegal e injustificada. No fue sino hasta horas de la noche en que sus familiares
pudieron tener un breve contacto con él, luego de varias horas angustiosas en
las que líderes de la comunidad informaron de su secuestro y desaparición.
Junior es un reconocido
líder y activista social. Durante años ha estado ligado a iniciativas y proyectos
tanto en José Félix Ribas como en el resto de Petare.
Su participación en el
rescate de espacios comunes ha significado la recuperación de calles, plazas y
canchas deportivas para sus habitantes, con un impacto significativo en la
mejora de las condiciones de vida de jóvenes y niños de la comunidad.
Junior es uno los líderes
más importantes de Alimenta La Solidaridad en Petare. Nuestro comedor en
la parroquia de El Sabor, en la Zona 2, funciona en la platabanda de su casa, en
el hogar en el que fue secuestrado. Ese comedor sirve a almuerzos diarios a más
de 80 niños, un apoyo de enorme valía e importancia para sus familias en medio
de la grave emergencia alimentaria que estamos padeciendo en nuestro país.
Igualmente, en este comedor se realizan actividades recreativas, educativas y
recreacionales en un esfuerzo conjunto de organizaciones y voluntariado.
El secuestro de Junior se da
en medio de los operativos policiales que se iniciaron en la madrugada del
viernes en Petare, luego de más de seis días de enfrentamientos armados entre
bandas locales, derivados de la funesta política oficial de “zonas de paz”.
Estos operativos fueron llevados a cabo por integrantes del Cicpc y las FAES,
que reprodujeron los patrones de violación de derechos humanos, detenciones
ilegales y ajusticiamientos que ya han sido denunciados por ONG como Cofavic y
Provea, así como por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU,
Michele Bachelet.
Junior es hipertenso y
diabético, y en este sentido debe seguir un régimen de medicación para evitar
el deterioro de su salud, por lo que nos preocupa enormemente sus actuales
condiciones de reclusión.
Desde Alimenta la
Solidaridad y el Movimiento Mi Convive nos súmanos a la exigencia de sus
familiares y comunidad para que se respeten los derechos humanos de Junior y se
garantice su seguridad personal y pronta liberación.
El caso de Junior es una
nueva expresión del hostigamiento que desde el estado viene dándose en contra
de las comunidades y sus líderes en el país, sometiendo a amplios sectores de
la población a la represión y la violencia. Debe detenerse la criminalización
de trabajadores sociales de inmediato y generar los mecanismos para la
reconstrucción de la convivencia para darle solución a la grave crisis que
estamos viviendo.
Coordinador del Movimiento
Caracas Mi Convive y Alimenta La Solidaridad
robertopatino.com
16-05-20
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