Angélica Trejos 05 de mayo de 2020
@Angelicatrejosp
En
Barranquilla, Colombia, donde vive hace un par de años, este joven diseñó un
dron de carga refrigerada para ayudar al transporte de medicamentos para
quienes tienen coronavirus y no pueden salir de sus viviendas.
La
creatividad se juntó con la solidaridad en medio de la cuarentena y dio como
resultado un emprendimiento digno de mostrar.
Su
autor es José Alejandro Otero, un joven de 22 años, estudiante de séptimo
semestre de negocios internacionales en la universidad del Norte en
Barranquilla, en Colombia, a donde llegó huyendo de la crisis económica de su
país y de la violencia en Caracas.
“Ya
estaba cansado de los secuestros “express”, varias veces fui víctima, la última
vez yo estaba llegando a mi casa, tipo ocho de la noche, me intercepta un
carro, se bajan cinco tipos armados, me montan en su carro, me quitaron el
carro en el que yo iba manejando y me retuvieron durante ocho horas. Hicieron
una negociación, finalmente se pudo dar la recompensa, me sueltan e
inmediatamente me dejan libre, me vine para Colombia de una, sin pensarlo más”,
cuenta Otero de su decisión de emigrar.
Una
decisión acertada, para él y su familia, porque, aunque todos estén confinados,
en la libertad que encontró en Colombia pudo llevar su imaginación más allá de
los límites y su conocimiento al servicio de otros.
Hoy
le muestra al mundo su más reciente creación: un dron hecho con tubos de
plástico y poliestireno, desarrollado para entregar medicamentos a personas que
estén aisladas y no puedan reclamarlos por estar contagiadas con la COVID-19.
“Lo
hicimos en pocos días, pusimos la casa patas pa’ arriba en plena cuarentena.
Usamos tubos de PVC, Icopor (poliestireno), motores y componentes de drones
comerciales que tenía en el taller, siempre proyectando las posibilidades de
reproducirlo con materiales y capacidades que ya existan en el país, que fuera
ligero y sobretodo económico, muy barato”. Dice José Alejandro.
“Este
prototipo de dron refrigerado, tiene un alcance de entre 500 y 700 metros y
puede soportar hasta 2 kilos”, explica Otero, quien aclara que está pensado
inicialmente para el transporte de medicinas o exámenes, pero su uso se puede
extender para el transporte de otros elementos usados en clínicas y hospitales.
“Este
dron ha sido pensado como una solución tecnológica a la emergencia, por
ejemplo, se puede usar para el transporte aéreo de prueba de coronavirus desde
sitios de aislamiento hasta laboratorios de análisis, minimizando que el
personal sanitario tenga que estar circulando por ascensores, pasillos y otras
áreas del centro hospitalario”, afirma José Alejandro, que bautizó su creación
con el nombre de “Scrander”.
Pero
el dron de cargas ligeras refrigeradas no solo fue concebido para la atención
de personas contagiadas. También puede ser utilizado para realizar entregas de
medicamentos a cortas distancias en favor de personas o familias aisladas en
casas, edificios o conjuntos residenciales y que pertenezcan a los grupos de
mayor riesgo de contagio del virus que hoy tiene al mundo, incluido a José
Alejandro, pensando en cómo enfrentar las nuevas realidades.
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