Por Luisa Salomón
En periodismo es común
escuchar que si un perro muerde a un hombre no es noticia, pero si un hombre
muerde a un perro tienes un titular. Reportar lo excepcional, lo llamativo, lo
diferente, es parte del periodismo desde su visión más tradicional. Pero lo
tradicional no siempre es una mirada adecuada para todos los temas.
Cuando se informa sobre
ciencia es importante dar contexto y explicar más allá de las anécdotas,
especialmente en temas de salud. Desde el inicio de la pandemia de covid-19, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre el peligro que representa
para los esfuerzos de atención y respuesta a la pandemia la “infodemia”, la
propagación de rumores y desinformación. La cobertura periodística tiene un rol
importante en el combate a la desinformación, especialmente ahora que
inició la etapa de la vacunación en buena parte del mundo.
La historia de una
persona que recibió la vacuna de covid-19 y murió unos días después es, sin
duda, una noticia. Pero no necesariamente es relevante para la cobertura de la
pandemia y el proceso de vacunación que ya inició en algunos países. Si la
persona vacunada murió por un accidente de tránsito, una causa no relacionada a
la vacuna, su historia puede ser una anécdota desafortunada, quizá interesante,
pero no es una noticia sobre la vacunación. Si además la historia es presentada
con un titular alarmista, el trabajo periodístico puede contribuir a los
rumores, alimentar mitos y miedos a la vacunación.
A continuación
presentamos algunas recomendaciones para hacer una cobertura adecuada y útil
sobre la vacunación de covid-19:
1.- Dar información
basada en la ciencia y usar buenas fuentes
Una buena cobertura
sobre las vacunas para covid-19 debe tener como base los hallazgos científicos
relacionados con las vacunas aprobadas y en desarrollo. Para ello es importante
leer los estudios completos, que son publicados por publicaciones médicas y
especializadas, e investigar todo lo posible sobre los resultados.
Debido al impacto de la
pandemia, los estudios científicos se han acelerado y muchas veces se han
publicado más rápido de lo usual. Por eso es importante revisar los datos
completos, la metodología del estudio, investigar a los autores y, al reportar
los estudios, dejar claro si fueron revisados por pares. La OMS recomienda no
informar solamente con nota de prensa de las empresas desarrolladoras de la
vacuna.
También es importante
elegir bien las fuentes. Siempre usar datos verificados de instituciones oficiales
como la OMS y consultar a médicos y científicos especialistas en las áreas de
inmunología, virología, infectología. Si bien los políticos pueden tener
relevancia en temas de distribución, logística y planes de vacunación, no son
fuentes relevantes para opinar sobre los aspectos científicos de la vacuna.
2.- Informar siempre el
contexto de la noticia
Puede ser útil reportar
que algunas personas vacunas han presentado efectos adversos, pero es necesario
explicar estos efectos en su contexto para dar una información completa que
permita a los usuarios entender la vacunación.
“Más que cuáles efectos
puede haber, en general es más importante el contexto. Por ejemplo, sería
llamativo que la proporción de un efecto secundario sea particularmente notoria
por encima de lo reportado en los estudios de fase 3. Si en el estudio se
reportó que 12% tendría irritación en el brazo y en la comunidad vacunada se ve
que hay 80% con ese efecto, pues el porcentaje se sale de lo esperado. Si no
pones el efecto secundario en el contexto apropiado la gente no lo entiende”,
explica el médico internista infectólogo Julio Castro.
3.- Explicar cómo
funcionan las vacunas para covid-19
El desarrollo de
vacunas implica varias fases de investigación y estudios para verificar su
eficacia y seguridad. Una vez que un candidato a vacuna pasa las tres fases de
estudios, debe cumplir una fase regulatoria para su aprobación ante las
instituciones oficiales de cada país.
Este proceso puede
demorar años. En el caso de covid-19 algunas fases se aceleraron. Sin embargo,
acelerar el proceso no implica que haya riesgo con vacunas desconocidas. Las
principales vacunas aprobadas covid-19 usan tecnologías que llevan años en
desarrollo, como el ARN mensajero.
También es
importante entender cómo funcionan. Las vacunas aprobadas hasta ahora requieren
dos dosis y sus efectos comienzan a notarse unas tres semanas después de
recibirla. Además, hasta ahora la evidencia científica apunta a que las vacunas
evitan un desarrollo grave de la enfermedad, pero todavía no hay suficientes
datos para saber si evitan la infección. Es decir, una persona puede dar
positivo en una prueba de covid-19 después de tener la vacuna y eso no implica
necesariamente que la vacunación no funcione.
“Hasta ahora, la
información que tenemos sobre la efectividad de la vacuna, en los datos de la
fase 3, es que las personas que fueron vacunadas tuvieron una menor severidad
en la enfermedad. No hemos tenido suficiente tiempo de observación y todavía se
está estudiando la protección que ofrece”, explica Castro.
4.- Recalcar la
importancia de la vacunación
Existen vacunas para
más de 20 enfermedades y la OMS estima que la vacunación previene entre 2 y 3 millones de muertes al año. La
vacunación es una de las principales políticas de salud pública para la
humanidad, son seguras, efectivas y promueven la protección de toda la
comunidad.
“Si evalúas diferentes
estrategias en salud en la historia de la humanidad, las vacunas son las que
han ahorrado la mayor cantidad de vidas. Seguido creo por los antibióticos. Es
una estrategia cuyo impacto en la salud es tangible, han evitado miles de
millones de muertes”, dice Castro.
La vacunación es además
un proceso seguro y con suficientes controles para garantizar su impacto
positivo en la salud pública. Son fundamentales en el control de ciertas
epidemias y serán fundamentales en el control de covid-19. En este caso, es
necesaria la vacunación de al menos 60 o 70% de la población para alcanzar
el umbral
de inmunidad de rebaño, el porcentaje de la población que se estima debe
estar inmunizada para controlar la epidemia.
Informar adecuadamente
sobre la vacunación y explicar su importancia brinda herramientas a los
usuarios para tomar decisiones informadas en este proceso.
5.- Desmontar los mitos
alrededor de las vacunas con información y respeto
“La mejor manera de
combatir la desinformación es diciendo la verdad. Señalar lo que sabemos, cómo
ha sido el desarrollo de vacunas en los últimos 200 años. No puedes discutir
con una persona que no cree en las vacunas diciéndole que se la ponga porque te
da la gana, es necesario explicar”, dice Castro.
En 2019 la OMS incluyó
la reticencia a la vacunación como una de las principales amenazas para la salud global. El
crecimiento de los movimientos antivacunas ha provocado el resurgimiento de
algunas enfermedades controladas. Florencia Ballarino, periodista científica y
editora de Chequeado, comentó en un webinar organizado por la Organización Panamericana de la
Salud que las vacunas son víctimas de su propio éxito: la gente que no
ha visto el sarampión podrían no querer vacunarse por considerarlo innecesario,
pero no entienden que no ven el sarampión precisamente por la
vacunación.
Pero la respuesta a las
dudas no debe ser la imposición, sino la empatía. Entender las preocupaciones y
explicar, con datos, por qué la vacunación es segura y una política de salud
valiosa. “La mayoría de las consideraciones de los movimientos antivacunas
parten de premisas falsas, de un terror infundado que no tiene base estadística
y científica. La respuesta es explicar cómo funcionan y eso requiere toda una
estrategia”, dice Castro.
Desmontar los mitos
incluye explicar la información disponible sobre todos los candidatos a vacunas
y vacunas aprobadas, incluyendo aquellas que generan rechazo o dudas en la
población, como puede ocurrir con la vacuna Sputnik V, desarrollada por el Instituto Gamaleya
de Rusia.
“No tiene sentido
rechazar de plano la vacuna Sputnik V. Sería una precalificación en base a
criterios políticos, religiosos, o ideológicos. Lo que sí es importante es que
el Instituto Gamaleya debe publicar sus datos de efectividad como hicieron
todos los demás, en una publicación científica especializada. No se puede
recomendar que se ponga una vacuna si sus datos no son conocidos. Pero tampoco
creo que la vacuna te haga daño. El peor escenario posible es que no sea
efectiva, pero no es que te va a cambiar el cerebro. Porque sea rusa no quiere
decir que tendrá mayores efectos secundarios”, explica Castro.
6.- Usar lenguaje
simple y definir los términos
La ciencia puede ser
complicada de entender. Usar lenguaje claro y recursos creativos, como
infografías, hace más sencillas las explicaciones de conceptos complejos.
Siempre se deben definir los términos científicos, sin importar si se han
explicado en artículos previos. Esto se puede simplificar con la creación de un
glosario de términos asociados a la vacunación y vincularlo en todos los
trabajos de la cobertura.
7.- Ser realista con
las expectativas
Realizar un plan de
vacunación mundial en corto tiempo es una tarea difícil, inédita para la
humanidad. Aunque se han acelerado algunos procesos, y se logró la aprobación
de las primeras vacunas con una rapidez y niveles de eficacia muy positivos, la
capacidad de producción es insuficiente para lograr una vacunación global en el
corto plazo. Además, la distribución de las vacunas implica un reto logístico,
porque varias de las vacunas aprobadas requieren cadena de frío y no todos los
países de infraestructura para implementar la vacunación.
Por otro lado están los
costos y las desigualdades de acceso. Varios países negociaron la compra de
vacunas desde que estaban en fase de estudio e iniciaron a aplicar vacunas en
sus poblaciones de riesgo, pero otros no tienen acuerdos establecidos ni
recursos para comprar vacunas suficientes.
Aunque inició temprano,
el proceso de vacunación global podría extenderse por unos años. La cobertura
de la vacunación debe explorar estos temas, los procedimientos de cada país y
explicar sus retos, plantear expectativas realistas sobre el tema.
8.- Evitar los títulos
alarmistas y el clickbait
Muchos usuarios
digitales se quedan solo con el título del artículo o el texto de un tuit. Usar
títulos alarmistas sin contexto solo por obtener clics es una manera de
desinformar. Antes de reportar la muerte de una persona vacunada y titular por
la vacunación es importante investigar los motivos de la muerte. Si no tuvieron
nada que ver con la vacuna, evitar un titular que la destaque.
“Hay eventos no
asociados a la vacunación. Si te vacunaron y luego te cae un rayo jugando golf…
para efecto de la vigilancia de las vacunas, ese efecto debe ser notificado por
los investigadores, pero eso no quiere decir que esté relacionado con la
vacunación. En los estudios fase 3 cualquier evento se investiga por expertos
para determinar si es una consecuencia real de la vacuna”, explica Castro.
9.- Cuidar las imágenes
en la cobertura
Las fotografías que
ilustran los artículos sobre vacunas influyen en los usuarios. Las imágenes de
niños llorando, agujas grandes o personas con dolor al momento de vacunarse
pueden alimentar el miedo a la vacunación.
La OMS recomienda usar
fotografías que incluyan personas de todos los grupos de edad, sexo y etnias.
La vacunación no es solo el momento en que se aplica la inyección, las imágenes
pueden mostrar también al personal médico, los cargamentos de vacunas y su
preparación.
10.- Destacar a los
científicos detrás de la vacunación
La cobertura de la
vacunación es una buena oportunidad para visibilizar a quienes ejercen la
ciencia. Internews recomienda publicar perfiles sobre
inmunólogos, virólogos, genetistas, microbiólogos, explicar cómo funciona la
ciencia y la importancia del intercambio de información entre especialistas.
“Mostrar la
investigación científica ayuda a mejorar la alfabetización científica en las
comunidades y evitar que los rumores y la pseudociencia se extiendan”, dice
Internews.
19-01-21
https://prodavinci.com/como-informar-sobre-las-vacunas-de-covid-19-de-forma-precisa-y-responsable/
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