Luis Manuel Esculpi 19 de enero de 2021
@lmesculpi
El mes de diciembre contribuyó a disipar, en buena
medida, la nostalgia por la ruptura con los camaradas con los que se había
compartido años de lucha en las más difíciles condiciones. A pesar de las
profundas diferencias políticas e ideológicas existentes, evidenciadas en el
duro debate durante casi dos años en el seno del viejo PCV, el factor humano siempre
estuvo presente durante todo el proceso que dio origen al nuevo movimiento.
Un ambiente fresco y renovado dio inició el primer mes
del año 1971, la casa de la Juventud Comunista, situada en la avenida El
Cortijo de la urbanización Los Rosales, era el centro de operaciones de los
veinte y dos miembros del Comité Central que habían protagonizado la ruptura,
sus actividades se dificultaban en virtud del hervidero de gente, que con
entusiasmo desbordante se disponían a incorporarse al partido que estaba por
formarse. Personas de todas las edades, dirigentes estudiantiles liceístas y
universitarios, activistas de los barrios, académicos e intelectuales, artistas
y sindicalistas, confluían ocupando prácticamente las aceras de la calle donde
estaba ubicada la sede de la JC.
Estaba naciendo un proyecto político renovador del
pensamiento de la izquierda, que trascendió nuestras fronteras, porque concebía
la lucha por el cambio y la justicia social, indisolublemente vinculada a la
lucha por la libertad y la democracia. Un movimiento no atado ni dependiente de
centro de poder internacional alguno. Abierto al libre juego de las ideas y al
debate coherente con el proceso que le dio origen, donde la crítica al
stalinismo, a la invasión a Checoslovaquia, a los dogmas y al modelo de
partido, posibilitaron reivindicar el socialismo con rostro humano.
> Siendo el Movimiento al Socialismo un proyecto colectivo, es indudable el
papel decisivo que jugó en la elaboración teórica de su pensamiento político;
Teodoro Petkoff, sin disminuir el rol desempeñado por los otros integrantes del
liderazgo histórico, donde destacan, entre otros: Pompeyo Márquez, Freddy Muñoz
y Luis Bayardo Sardí.
El congreso fundacional se realizó del 14 al 17 en el
club Solaz de Monte Piedad, posteriormente se acordó celebrar como fecha
aniversaria el 19 de enero. Con los escasos recursos disponibles la dirección
electa se dispuso a desplegarse por todo el país, viajando por tierra para
organizar el entusiasmo que la nueva organización había despertado, generando
la incorporación de nuevos integrantes al movimiento, que no provenían de la
misma militancia de la generación fundadora.
La creatividad e irreverencia se proyectó en las
diversas actividades de la organización, en el área propagandística se innovó
en los contenidos y formatos de la propaganda gráfica, en su época los afiches,
murales y la edición de billetes causaron verdadero impacto. En materia
organizativa el experimento de “movimiento de movimientos” logró aciertos en el
gremio de los periodistas ( Movimiento Prensa Libre), en los educadores (Simón
Rodríguez), ingenieros con el Antonio José de Sucre.
El
mismo año de fundado el MAS obtuvo dos importantes triunfos, el primero en las
primeras elecciones estudiantiles después de la intervención de la UCV, donde
las otras fuerzas de la izquierda tradicional y algunas emergentes llamaron a
la abstención. La juventud del MAS se enfrentó a esa política, llamando a votar
y obtuvo un triunfo rotundo al ganar nueve de las once facultades.
La otra victoria importante fue la del sindicato de
Sidor, en una dura confrontación con los “sindicaleros” tradicionales.
Al referirse a los resultados electorales nacionales,
José Ignacio Cabrujas acuñó la frase del ” 6% histórico”, si bien es cierto que
en materia de la elección presidencial la votación del MAS giro alrededor de
ese porcentaje, hay un realidad que no puede pasar desapercibida, en las
elecciones regionales ese porcentaje se duplicó y en distintos momentos se
ganaron Gobernaciones tan importantes como: Zulia, Aragua, Lara, Sucre,
Portuguesa y Delta Amacuro.
Al cumplirse medio siglo de la fundación del
Movimiento al Socialismo, he querido recordar los inicios de su época luminosa,
donde también hubo fallas y falencias que no tenía porque destacar. En todo
caso en las etapas posteriores quedó demostrado que, como suele suceder
históricamente, el relevo no estuvo a la altura de la generación fundadora. De
esa crítica no está exceptuado quien escribe esta nota.
Luis
Manuel Esculpi
@lmesculpi
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico