Por José Rafael Hernández
Las preguntas surgidas
desde el final del último trimestre han sido múltiples: qué hacer con nuestras
actividades, cómo hacerlo, quién orienta nuestra acción, por qué llevamos 22
años trabajando por el cambio y un sector con el 15% de apoyo nos sigue
gobernando, quiénes han orientado nuestras actividades en los últimos tiempos,
hicieron autocrítica, continuaron con una visión errada de tácticas y
estrategias y nosotros, qué somos, con quién trabajamos, para quién todo
nuestro esfuerzo.
Hemos de reorganizar
nuestros esfuerzos, replantear quiénes son los amigos de nuestros sectores y
desde dónde provienen las ideas correctas.
Primera pregunta:
¿somos sociedad civil?
Trabajamos por los
sectores populares, trabajamos para resolver algunas de las urgencias de esos
sectores. Nos interesa su futuro, sus exclamaciones, sus gritos. ¿Somos parte
de esos sectores?
Segunda pregunta: ¿qué
padecen las personas cerca de nuestra actividad?
Necesidades de los
sectores donde trabajamos: hambre, salud, vivienda, educación, información,
libertad de organizarse
Tercera pregunta: ¿cómo
hacer llegar apoyos concretos a esos sectores?
Nos organizamos como un
sector afectado. Recibimos apoyo de otros sectores, promovemos apoyo de
sectores del país, promovemos apoyo de otros sectores desde el extranjero.
Cuarta pregunta:
¿quiénes se organizarán para ese apoyo?
Nosotros como
afectados. Nosotros y otros sectores externos, sectores contactados desde
dentro, fuera del sector y de apoyo mundial. Otros nos vienen a apoyar.
Quinta pregunta:
¿quiénes promoverán organización para cambiar la situación?
Nosotros y sectores más
politizados. Sectores más politizados del sector, sectores que ofrecen salidas
sin que sepamos quiénes son, sectores más politizados del país, sectores desde
fuera del país.
Sexta pregunta: ¿cuál
es el contenido de las reivindicaciones para el cambio?
De nuestras necesidades
y las de otros también afectados. De los diseños de sectores no conocidos en el
sector, de un diálogo entre nuestras necesidades y los diseños de expertos. No
sabemos desde dónde se originaron los caminos para el cambio.
En resumen, muchas
reflexiones necesarias para reorganizar nuestras actividades. No preguntamos si
seguir haciéndolo. No preguntamos si el plazo para el cambio es a corto o largo
plazo.
Lo importante es seguir
oyendo las exclamaciones de las mayorías que cada vez la pasan peor y nosotros
–dentro de ellos– seguimos trabajando para que esas situaciones no existan,
para que esas situaciones dejen de existir en una civilización que no merece lo
que estamos padeciendo y que cada día empeora.
22-01-21
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