Por Roberto Patiño
A un poco más de medio
siglo del 23 de enero de 1958, volvemos a estar frente a una realidad que
creíamos superada en la historia de Venezuela: la imposición de un sistema de
gobierno contrario a los valores de la democracia y violador de los Derechos
Humanos.
Los venezolanos hemos
sufrido una especie de retorno al pasado, pero con una característica distinta
a la que tuvieron que enfrentar nuestros abuelos, hablamos por supuesto de una
de las crisis humanitarias más graves que ha vivido Venezuela en su historia.
Es así como los
habitantes de este país están sometidos a una doble presión, por un lado la
erosión de las libertades civiles y al mismo tiempo una crisis económica y de
servicios públicos de proporciones trágicas.
Para muchas familias la
sobrevivencia se ha convertido en un combate cuerpo a cuerpo frente a la crisis
económica, al tiempo que las iniciativas ciudadanas y las formas de
organización social en las comunidades, herramientas necesarias para salir de
la pobreza, están sometidas al escrutinio y persecución de un Estado que aspira
a controlar todos los espacios de la vida ciudadana.
El venezolano es un
sobreviviente de una crisis humanitaria y, a un mismo tiempo, un luchador por
la democracia, aun cuando no milite en ninguna organización política. El hecho
de salir a la calle a tratar de reconstruir el tejido social en las
comunidades, su empeño de enfrentar con consenso y solidaridad los grandes
problemas en su entorno, y su disposición a trabajar por una mejor calidad de
vida de su familia y sus vecinos, es un reservorio inédito de los valores
democráticos que se niegan a abandonar a los venezolanos.
Desde Alimenta la
Solidaridad y Mi Convive, hemos decidido apoyar y acompañar el trabajo en las
comunidades, convencidos como estamos de que en ellas se concentra buena parte
de los valores más importantes de la Venezuela que todos queremos.
No somos los únicos en
este esfuerzo, el venezolano es un pueblo consciente y solidario como queda
evidenciado con todo un universo de ONG que hacen vida en el país.
Profesionales inmersos en valores democráticos, hombres y mujeres preocupados y
dedicados en hacer frente a la crisis humanitaria a la que está sometido el
pueblo. A ellos, también, nuestra solidaridad y compromiso de trabajar juntos
por el futuro de Venezuela.
Todas estas
organizaciones se encuentran bajo la presión y vigilancia del gobierno,
nosotros mismos, desde Alimenta la Solidaridad y Mi Convive lo vivimos a
finales del año pasado, pero gracias a la solidaridad de venezolanos dentro y
fuera del país, así como de ONG aliadas, representantes diplomáticos, entre
otros, pudimos salir adelante y continuar con nuestras operaciones, lo cual nos
impulsa a continuar trabajando pese a los obstáculos que se nos presenten.
Seguiremos con nuestro
esfuerzo, todos juntos, apoyando a las comunidades, aprendiendo de ellas,
esforzándonos por estar a la altura del compromiso que hay en el pueblo
venezolano, valores que son el último reservorio de los principios democráticos
que hay en el país y que recordamos tras 65 años de aquel 23 de enero.
www.robertopatino.com
Roberto Patiño es Ingeniero
de Producción-USB. Magíster en Políticas Públicas-Harvard. Director|de Caracas
Mi Convive y Alimenta La Solidaridad.
29-01-21
https://talcualdigital.com/los-valores-democraticos-viven-en-las-comunidades-por-roberto-patino/
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