Por Piero Trepiccione
El mundo actual ha venido
cambiando a pasos agigantados. El avance a ritmo inusitado de la ciencia y la
tecnología en las últimas décadas está impactando sobremanera todos los
esquemas civilizatorios. No podía estar por fuera de este fenómeno, lo relativo
al liderazgo político que siempre, por su condición, tiene una enorme
relevancia en la conducción de los procesos.
La posibilidad tecnológica
de comunicar más democráticamente llegó desde hace pocos años. Con la
aparición de las redes sociales, los líderes también tienen formas de comunicar
mucho más directas y rápidas para interactuar permanentemente con la
población. Este esquema de relacionamiento está impactando la manera de ejercer
el liderazgo en todo el mundo y particularmente en aquellos países donde la
dinámica polarizadora es más fuerte y los medios tradicionales están más
restringidos para el ejercicio del pluralismo como es el caso de
Venezuela, por ejemplo.
En Venezuela, Twitter, Instagram y Facebook,
entre otras, son plataformas que se utilizan por encima del promedio
internacional por la necesidad de buscar fuentes alternativas de información.
Esto ha generado que muchos líderes las utilicen para hacer llegar sus
posiciones políticas y los temas clave que se requieren incorporar en la agenda
pública del país. Es una forma alternativa de llegar y, al mismo tiempo, de
interactuar con muchas personas para lograr la conexión emocional
necesaria de cara al procesamiento de las diferencias ideológicas en las
disputas por el poder.
En estas circunstancias
internacionales y, particularmente, nacionales; las condiciones que ofrece la
tecnología al mundo político para comunicar e interactuar mejor, abre los
escenarios para la aparición de un segmento etario que va desde los treinta
hasta los cincuenta y cinco años. Pedro Sánchez en España, Macron en Francia, Mateo
Renzi, Salvini y Conte en Italia, Bukkele en El Salvador, Duque en Colombia,
Gianmattei en Guatemala. En Venezuela tenemos, entre muchísimos otros, a
Capriles, Guaido, Leopoldo López, Rafael Lacava, Hector Rodríguez, Laidy Gómez,
Alejandro Marvez, Luis Jonás Reyes, Freddy Guevara, David Smolansky, Daniel
Antequera, entre otros, que despuntan por su forma de interactuar en las
redes y relacionarse con la población en general.
Otro tipo de
líderes está surgiendo en el mundo. La sociedad, también impactada por la
fenomenología de las redes, está clamando por un ejercicio de liderazgo más
real y humano. Sobre todo, más cercano y entrelazado con la solidaridad y
la acción social directa. Esta tendencia nos puede impactar también la cultura
de la democracia porque la vitrina política es mucho más visible en la
actualidad.
Hoy en día, ocultar cosas y
modos de vida es más difícil que hace cincuenta años. Esto hace que los líderes
tengan que estar conectados a un ejercicio más transparente de la autoridad y
el poder. El escrutinio público es inconmensurable actualmente.
Y aunque estamos observando
un incremento notable del autoritarismo en el corto plazo, este fenómeno será
insostenible a la larga por las formas modernas y posmodernas de la
comunicación política. Aquel tipo de líderes que crea que su voluntad es santa
palabra, difícilmente podrá sobrevivir en un entorno de tanta dinámica
comunicacional.
Moisés Naím, lo describe de
una manera brillante al afirmar: “el fenómeno del poder se ha venido
diluyendo y dispersando en las últimas décadas”. Por mi parte agrego que el
control es disgregado. Con los avances tecnológicos, este proceso se ha
afianzado.
Los nuevos líderes que van
surgiendo y ganando posicionamiento cada día deben saber acoplar la
comunicación tecnológica con los sentimientos y emociones de las personas.
Deben ser más naturales y directos. Tener, en extremo, claras las ideas con las
cuales conectarse con sus electores. Combinar autoridad con persuasión y
trabajo social para ganar credibilidad y respeto.
Venezuela está necesitada de
este “otro tipo de líderes” que destranquen un juego que tiene demasiado
tiempo, cerrado y con las consecuencias dramáticas para la mayoría de la
población.
24-01-21
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