Mery López de Cordero por 26 de marzo de 2021
@MeryLopezDeCor1
Defensa de la memoria de grado en un retén
policial de Mérida. Educación y resiliencia
El día 24 de marzo de 2021 tuve la oportunidad y el
privilegio, como decana de la Facultad de Humanidades y Educación y en
representación de su Consejo, de presenciar, de ser testigo de un acto sin
precedentes -creo no equivocarme- en la historia de nuestra Universidad.
En horas de la mañana de este día, el bachiller
Erickvaldo Márquez, estudiante de la carrera de Educación Física, Deportes y
Recreación de nuestra Facultad, quien desde el 17 de septiembre de 2017 está
privado injustamente de su libertad, defendió con valentía, tesón, integridad y
excelencia su Memoria de Grado titulada “Programa de actividades físico
recreativas para privados de libertad”, en un espacio no universitario: el
retén policial de Glorias Patrias. Su tutora fue la profesora Doris Guillén y
los otros miembros del jurado fueron los profesores Guillermo Pérez y Luis
Albarrán.
Debo dejar constancia del trato digno y amable con que
fuimos recibidos, a los efectos de dicho acto académico, por parte de los
funcionarios policiales del Instituto Autónomo Policía del Estado Mérida
(conocido como Retén de Glorias Patrias), quienes siempre se mostraron
cordiales y expectantes ante lo que calificaron, en sus propias palabras, como
“algo que nunca antes había ocurrido”.
Además del jurado y de mi persona, estuvieron
presentes el profesor Omar Peña, jefe del Departamento de Educación Física; el
profesor Habib Tajan, coordinador administrativo de la FAHE; el Dr. Marcos
Pino, director de Asuntos Estudiantiles (DAES); y la bachiller Ornella Gómez,
presidenta de la Federación de Centros Universitarios (FCU). También estaban la
madre, las tías y otros familiares del Br. Erickvaldo Márquez.
Aproximadamente a las 10:10 de la mañana llegó al
recinto donde haría su defensa el autor de la Memoria. Para mí fue muy doloroso
e impactante ver entrar el joven Erickvaldo esposado; y me hizo pensar en que
el pueblo venezolano también lo está porque ha desaparecido el Estado de
Derecho, porque no hay Justicia, porque nuestra Constitución se ha convertido
en letra muerta, en papel mojado, en letras borrosas que son utilizadas a su
antojo por el régimen. La visión de un joven estudiante venezolano, inocente de
los cargos que se le acusan, con unas esposas que representan el poder opresor
contra la libertad de expresión, contra la libertad de conciencia, contra el
derecho de manifestar pacíficamente, se hace más dolorosa porque sé que ya fue
declarado inocente y el juez de la causa decretó su libertad plena pues no hay
fundamentos ni méritos que sostengan la acusación de la Fiscalía, entidad que
ejerció un recurso de apelación contra la decisión del juez para, injustamente,
continuar manteniendo privado de su libertad a este joven inocente.
A las 10:20 am, una vez que estuvieron dispuestos los
dispositivos electrónicos y el jurado hubo ocupado sus lugares, Erickvaldo se
apoderó de la atención total de quienes lo acompañamos en este día que,
supongo, será un hito en su vida. Durante 45 minutos nos acercó a la
comprensión del sentido humanitario de su investigación. Su trabajo da cuenta
de que no importa cuán duro te golpee la vida -o como él mismo lo dijo: “No sé
por qué Dios quiere que esté aquí”-, lo que importa no es que nos caigamos,
pues “lo que Dios mira es cuando nos levantamos”. Con estas sencillas palabras
de un creyente convencido, Erickvaldo nos hizo pensar en la importancia de ser
resilientes, en el mérito que hay en que nos levantemos y sigamos adelante en
contra de todo lo que entorpece nuestro camino; de continuar luchando por todo
aquello que aspiramos y que merecemos.
Pero Erickvaldo fue más allá del querer levantarse
solo él. Su trabajo está orientado a que otros también puedan levantarse y
seguir adelante. Pudo haber hecho un trabajo documental y, seguramente, en su
situación habría sido más fácil. Pero no, él eligió una memoria de corte
cualitativo, cargada de humanismo, como ya lo dije, porque se orientó a buscar
mejores condiciones de vida, más salud física y espiritual para sus compañeros
privados de libertad. Sin recursos, con materiales de reciclaje fue capaz de
elaborar cuerdas para saltar, pesas, pelotas, logró la demarcación de canchas
ajustadas a los espacios del retén; planificó y llevó a la práctica
intercambios deportivos que, además, funcionaron como espacios para el
esparcimiento y el juego. Después de su defensa, el jurado reconoció la valía
de su trabajo y le otorgó la máxima calificación de 20 puntos con Mención
Publicación. Nunca más merecida.
Creo
que Erickvaldo no solo ha sido y es resiliente, sino que es un ejemplo para
todos, por su valentía y fortaleza para seguir adelante a pesar del dolor de
saberse privado injustamente del sagrado derecho a su libertad, en la edad en
que los jóvenes ansían volar, tienen los mejores sueños y aspiran a hacerlos
realidad. Afortunadamente, ha logrado su caro sueño de terminar su carrera.
Ahora, yo espero que la justicia impere y, finalmente, se le reconozca la
libertad plena que le ha sido arrebatada, a pesar de que ya le fue reconocida
por el juez de la causa, por ser inocente de todo cargo. Deseo que en el
próximo acto de grado que se organice en nuestra Universidad, Erickvaldo
termine de cumplir su sueño y, gozando de su plena libertad, esté recibiendo su
título de Licenciado en Educación, mención Educación Física, Deportes y
Recreación, como representación del poder y del sentido de la educación en la
liberación y la transformación del ser humano.
Mery
López de Cordero
@MeryLopezDeCor1
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