Por Mercedes Malavé
En el movimiento Unión
y Progreso hemos insistido, desde el primer momento, en la imperiosa necesidad
de asumir como prioridad las medidas para afrontar la pandemia del Covid-19.
Pedimos diferimiento de elecciones, acuerdos parciales, gobierno de emergencia
económica y social. Hemos denunciado el mecanismo de sanciones que, lejos de
propiciar el cambio político, aumenta los padecimientos y la vulnerabilidad de
los ciudadanos. Hemos insistido a nuestros promotores en el incuestionable
deber de cuidar la salud frente a una enfermedad que puede ser mortal para
muchos de ellos o sus familiares. Sufrimos el fallecimiento de la luchadora
política y social, Bella Petrizzo, en el estado Portuguesa.
El médico internista y
cardiólogo, Dr. Enrique Fermín, dirigente de Caracas y miembro de la directiva
nacional de Unión y Progreso, no ha cesado de hablar sobre la enfermedad y las
medidas de salud pública que deben asumirse con urgencia.
En días recientes,
Unión y Progreso volvió a publicar un comunicado a la opinión pública
solicitando, a quienes tengan la responsabilidad de hacerlo, celeridad en el
proceso de vacunación.
Conforta saber que las
negociaciones para acceder al mecanismo Covax y a un plan de vacunación masivo
y bien llevado, parece ser una realidad.
Acabo haciéndome eco de
un fragmento del comunicado de Unión y Progreso:
Estamos frente a una
situación alarmante, la capacidad del sistema asistencial nacional se está
saturando. Cada día proliferan las personas que, afectadas por la enfermedad,
deben resignarse a quedarse en sus hogares, con todos los riesgos del caso. Por
ello, la vacunación masiva es una necesidad urgente. El Gobierno nacional debe
propiciar la mayor cooperación posible para lograr ese objetivo. Son necesarias
algunas medidas con carácter prioritario:
Acelerar y profundizar
la inmunización del personal de salud: médico, de enfermería, técnico y
administrativo.
Vacunar masivamente al
personal docente y a los estudiantes, con edades de 18 años o más (los estudios
se han realizado en este tipo de población).
Priorizar a la
población de mayor riesgo: adultos mayores, pacientes con diabetes, con
enfermedad crónica pulmonar, entre otros.
Levantar una base de datos con los trabajadores de las empresas públicas y privadas y canalizar la campaña de vacunación a través de las mismas.
Certificar y autorizar
a los centros de salud privados capacitados para la realización y reporte de
las pruebas confirmatorias PCR, en coordinación con las autoridades de Salud,
para potenciar las capacidades diagnósticas del sistema nacional de salud.
Permitir que, con la
buena profesionalidad y la colaboración del Estado, centros privados de salud y
compañías privadas, puedan comprar lotes de vacunas aprobadas, para la
vacunación de su personal y los familiares del mismo.
Programar una jornada
intensiva de vacunación masiva, teniendo como base los centros electorales y
sus respectivos padrones electorales, para habilitarlos como centros de
vacunación en la respectiva campaña.
Solo una campaña de
vacunación masiva, combinada con una profundización en la información y la
concientización, puede contrarrestar la posibilidad real de un desbordamiento
incontrolable de la pandemia Covid-19 en Venezuela.
Mercedes Malavé es
Político. Doctora en Comunicación Institucional (UCAB/PUSC) y profesora en la
UMA.
22-03-21
https://talcualdigital.com/vacunas-para-todos-por-mercedes-malave/
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