Por José Gregorio Yépez y Vanessa Davies
“Yo planteo que la unidad se debe dar alrededor de un proyecto
de país, y aquel que represente mejor ese proyecto es el líder que nos va a
conducir. Yo soy contrario a estar convocando ahorita unas primarias, para
elegir supuestamente un líder”, subraya el analista político y profesor
universitario. El objetivo con Maduro “es derrotarlo democráticamente, no
derrocarlo. Porque derrocarlo significa sacarlo por la fuerza, y eso no es
garantía de paz para el país. Tienes que derrotarlo y lo tienes que derrotar con
un proyecto de país que enamore a la mayoría de la gente”
Cuando
a Daniel Santolo le dicen que Venezuela no aguanta un año más con el mandatario
Nicolás Maduro, inmediatamente responde que eso lo está escuchando desde el año
2000. Santolo, como analista político y profesor universitario, celebra que
haya un proceso de renovación de los partidos políticos y considera que es
consecuencia “de la debilidad de los partidos”.
“Los
partidos se han dado cuenta de que han perdido la conexión con la sociedad”, señala
Santolo en entrevista con José Gregorio Yépez y Vanessa Davies en el programa
Con tres puntos. “Pareciera que los partidos van por un lado, y la sociedad,
por otro”.
-¿Por qué?
-Porque
lamentablemente los partidos no han conectado con los diferentes sectores
sociales, como sindicatos, gremios, las propias universidades, el movimiento
estudiantil. Todo eso pareciera que quedó en el camino. Ahora vemos cómo, y
ojalá sea así, los partidos políticos retoman su esencia. ¿Cuál es la esencia
de los partidos políticos? La democracia. ¿Cómo partimos de un hecho cierto
democrático? De los procesos electorales para renovar sus autoridades.
-¿Hay
democracia en los partidos?
-Hay
democracia. No ha habido la posibilidad de una relegitimación de su dirigencia,
y eso para nadie es un secreto. No es por hablar de jóvenes o de gente no
joven. El problema es que tienes que abrir las puertas para que los partidos se
comporten como siempre se han debido comportar, que son instituciones para que
la gente llegue a desarrollar sus inquietudes, sus luchas sociales; ser una
herramienta para que el venezolano se pueda expresar.
-¿Por
qué los partidos llegaron a ese estado de desconexión y no práctica de la
democracia?
-Por
el problema que hemos atravesado por más de 20 años. Quisimos enfrentar a los
gobiernos autoritarios con autoritarismo, y eso es imposible. Regímenes
autoritarios, de este tipo, que no son la democracia común sino que tienen
rasgos democráticos, se combaten con mayor participación, con mayor democracia.
Yo no puedo enfrentar un gobierno autoritario con autoritarismo, porque la
gente, los sectores sociales se apartan. Esa confrontación que ha habido por
más de 20 años alejó a la gente de sus gremios, de sus sindicatos, de los
partidos políticos porque no ven una respuesta a sus necesidades. Esas
necesidades deben ser atendidas. El partido político está para representar a
las mayorías en defensa de sus derechos; de enfrentarse al gobierno con
propuestas para superar la tragedia que están atravesando los venezolanos.
-¿Los procesos internos en los partidos hacia dónde deben conducir?
-Primero,
a relegitimarse frente a la sociedad; a tener allí una representación legítima
que le pueda hablar a la sociedad. Ejemplo: la CTV. La CTV tiene más de 20 años
que no hace un proceso electoral. ¿Con qué legitimidad les va a hablar un
representante de la CTV a los trabajadores, si no se sienten representados
porque no han sido electos por ellos? Tienes que pasar un proceso en el que el
trabajador te reconozca, el militante te reconozca, el agremiado te reconozca
para que puedas representarlo y hablar en su nombre. Además puedes ser
interlocutor frente al Estado si y solo si te reconocen tus agremiados. De lo
contrario el Estado no te reconoce, no te reconocen tus agremiados y quedas
como una figura decorativa. Lamentablemente eso es lo que está sucediendo.
-Desde
el Estado se ha intentado coaccionar a las organizaciones. ¿Dónde está el
regreso para conectarse con la gente?
-Con
mayor participación.
-¿Cómo
participas si te persiguen?
-Por
supuesto, hay riesgos, pero hay rendijas donde te puedes desenvolver. Todos los
días hay manifestaciones populares, sindicales, en exigencia de
reivindicaciones. Todos los días sale la gente a la calle a protestar por falta
de agua, de electricidad-
-Los
partidos no están allí.
-Exactamente. Eso es un problema. No hay una conexión con una realidad social. Ejemplo: esto que acabamos de pasar. La mayoría de la gente no se sintió identificada con una propuesta política. ¿Por qué? Porque están atravesando una cantidad de penurias, y los políticos, que deben ser sus voceros o los que los organicen para protestar y para movilizarse, para ir al Parlamento a llevar sus propuestas no lo están haciendo. Si eso no se hace la sociedad se siente desasistida. Por eso la importancia de que las organizaciones comencemos a reorganizarnos, a llevar la democracia interna. Tenemos tiempo para eso.
-¿Por
qué dice que hay tiempo?
-Porque
las próximas elecciones son en 2024. Tenemos dos años para conectarnos con la
gente, para que los liderazgos se den a conocer, para que le presentemos al
país un proyecto alternativo de gobierno. Frente a este gobierno. ¿qué vamos a
hacer? Frente a las cajas CLAP, que no nos gustan; frente a los bonos que
destruyeron el salario…
-¿No
hay propuesta alternativa?
-Exactamente.
Yo, por lo menos, no la veo. Tienes que tener una propuesta clara, vendible,
digerible por la sociedad.
-¿Quién
la debe hacer?
-Los
partidos. Cada partido puede hacerlo. Ejemplo: Avanzada Progresista. ¿Por qué
no recorremos el país con un proyecto en la mano para convencer a la gente, con
nuevos liderazgos? ¿Que presentemos caras nuevas al país? Nosotros tenemos a
Luis Romero, secretario general, que se ha venido desarrollando en la política.
¿Por qué no recorrer el país y presentarlo como una alternativa válida frente a
esta tragedia? Liderazgos hay, o hay que construirlos, y eso se construye con
trabajo, con democracia, con participación, con organización. Hay
organizaciones políticas intervenidas por los tribunales. Ese es un hecho real.
¿Pero por qué son intervenidas por los tribunales? Porque acuden al tribunal.
Si yo respeto mis estatutos y cumplo con mis estatutos y doy la pelea a lo
interno, busco la democracia interna, convoco a elecciones y convenciones
internas, no tengo que acudir a tribunales.
-¿Considera
que los partidos han dado pie para esto?
-Por
supuesto. Le estás dando herramientas a un gobierno que quiere destruir los
partidos políticos, que ha venido destruyendo el movimiento sindical, que ha
venido destruyendo los gremios, las universidades. Le das las herramientas para
que continúe en ello. No podemos darle herramientas sabiendo que quiere acabar
con partidos políticos contestatarios que protestan frente a sus medidas. No le
des las herramientas. Vete a lo interno a fortalecerte. ¿Cómo hacerlo?
Participando con la gente, poniéndonos al lado de la gente en sus derechos, sus
manifestaciones.
-Usted
dice que en 2022 y 2023, mientras la gente protesta, los partidos deven
reorganizarse. ¿Eso no va a desconectarlos más?
-Al
contrario: eso te va a conectar con tus bases sociales. Todos los sectores de
oposición tengo entendido que tenemos 127 alcaldías, más de 2 mil concejales en
todo el país (que no tuvimos antes por una política desacertada de
abstencionismo). Ahí hay una base social que hay que organizar, y esos
dirigentes que pertenecen a partidos políticos también están llamados a poner
de su parte para organizarse. ¿Cuál es la labor de un concejal, de un diputado
de un consejo legislativo? Estar al lado de la gente llevando propuestas a sus
cámaras municipales, exigiéndole al alcalde que cumpla, movilizando a la
población para eso. Y eso tiene que ir paralelo con la democracia interna.
-¿Esos cargos son una oportunidad de oro?
-Exactamente.
Ahí se pueden promocionar, que su militancia lo vea. Además, más allá de su
militancia partidista, que sea visto por estos sectores como un verdadero
representante, como un luchador social, como aquel que representa mis intereses
como sociedad. De lo contrario seguirá esa desconexión. ¿Cuál es el llamado? Es
a organizarnos. La gente habla que el 2024 está muy lejos.
-¿Le
parece que está muy lejos?
-Tenemos
22 años en esto. Hemos hecho todos los experimentos habidos y por haber en
política y llegamos aquí. Lo único que no hemos hecho, y hay que decirlo
claramente, es fortalecer las bases sociales, organizarnos frente a un gobierno
autoritario. Eso hay que hacerlo. En dos años se puede hacer.
-¿Dónde
hay un espacio de confluencia?
-Por
cierto que el cliché de la unidad nos ha hecho mucho daño.
-¿Por
qué habla de un cliché?
-Porque
se convirtió en una figura panfletaria. “Hay que ir unidos”. ¿Unidos con quién?
¿Unidos alrededor de qué? Yo planteo que la unidad se debe dar alrededor de un
proyecto de país, y aquel que represente mejor ese proyecto es el líder que nos
va a conducir. Yo soy contrario a estar convocando ahorita unas primarias, para
elegir supuestamente un líder. No. Demos este año para que esos líderes
recorran el país, se promuevan, les presenten a los venezolanos una opción de
poder, un proyecto de país, y desde ahí partimos.
-¿Cuándo
deberían hacerse esas primarias?
-Faltando
muy poco. Además tal vez no haga ni falta hacer primarias.
-¿Y
cómo se define?
-Porque
se construye un liderazgo. Si aquí repunta un liderazgo y todos lo reconocemos
y apoyamos ese liderazgo no es necesario convocar a primarias. Aquí repuntaron
muchos liderazgos en estas últimas elecciones de gobernadores y alcaldes.
Ejemplo: Laidy Gómez en Táchira, Luis Martínez en Aragua, los gobernadores
electos son liderazgos que están comprobados porque tienen un respaldo popular.
Impulsemos nuevos liderazgos también; que compitamos. Los dirigentes de los
partidos políticos tienen que asomarse y vender su propuesta.
-¿Primarias
en 2022?
-No.
Este año no es para primarias.
-¿En
2023?
-Se
estudiaría. Lo que tenemos es que planificar a mediano plazo. El inmediatismo
nos tiene donde estamos.
-El
inmediatismo es la tragedia de la gente del día a día.
-Eso
es otra cosa que la gente dice: “Es que no aguanta más el país”. Estoy
escuchando eso desde el 2000: “Ya el país no aguanta más”. Por cierto, escuché
un líder decir “es que no llegamos al 2024”. La verdad es que llegamos a 2024 y
si no lo hacemos bien vamos a llegar a 2030 con Nicolás Maduro en Miraflores, y
eso hay que decírselo a la gente.
-¿Dónde
está la prioridad de ese trabajo de masas que deben hacer los dirigentes? Hay
dirigentes emergentes que les están pasando por encima a las direcciones
nacionales de los partidos.
-En
1989, cuando se da el proceso de regionalización, cuando se apertura la
posibilidad de elegir gobernadores y alcaldes, nacían un montón de liderazgos.
Recordemos. Las gobernaciones quedaron variopintas: el MAS, La Causa R, Copei,
AD. Hubo un renacimiento de nuevos líderes. Ahorita tenemos que aprovechar este
nuevo empuje que tuvimos el año pasado en las elecciones regionales. Ahí hay
liderazgo, ahí se están proyectando nuevos liderazgos. Por eso no podemos
amarrarnos ahorita a unas primarias. ¿Cuál es el apuro de unas primarias? “NO,
para que tengamos un jefe de la oposición”. Eso es imposible. Eso no se impone.
Yo descarto inmediatamente eso. Los liderazgos se construyen, se dan, nacen de
la población, de las luchas sociales, de la presentación de una gestión. ¿Por
qué en las elecciones del año pasado los gobernadores que fueron electos son
gobernadores que muchos criticaban porque eran del pasado? Porque la gente se
refugió en el pasado, porque los nuevos liderazgos no le dijeron nada. Esta
generación de 2007, ¿dónde está esa generación? ¿Por qué la gente vio 50 años
atrás?
-Los
han perseguido. Los han obligado a irse al exilio.
-Allí
hay también que discutir. ¿La política fue acertada? ¿Esa esa la política que
teníamos que implementar?
-¿Usted
cree que la gente se apartó de esa política?
-Por
supuesto. Aquí se venía levantando un movimiento, con mucha fuerza, antes del
30 de abril de 2019. Estábamos impulsando un 1 de mayo que creo que iba a ser
el 1 de mayo con mayor fortaleza de manifestación en todo el país. ¿Qué
sucedió? El 30 de abril se dio esta cosa loca en el distribuidor Altamira, en
lo que hemos llamado “el golpe de los topochos”. ¿Y qué pasó al día siguiente?
No hubo una sola movilización en todo el país, porque la gente se retrajo y
dijo “no, esa no es la vía”. Ese es un error político. Si me paro en el
distribuidor Altamira y con una ametralladora apunto hacia una institución
militar, ¿esa es una lucha democrática? ¿Qué gobierno en el mundo permite que
eso suceda? Ninguno. Hay errores también. No podemos decir que todos son
perseguidos. No. Usted hizo algo ilegal, usted tiene que asumir sus
consecuencias. Aquí la gente que viene de izquierda lo sabe. La gente de
izquierda decidió conspirar e ir en armas contra el gobierno. Y todos
terminaron presos.
-¿Qué
cree que logre unificar a sectores que adversan al mandatario Nicolás Maduro,
de izquierda, de derecha?
-Un
proyecto de país, una ruta.
-¿Cuál
es ese proyecto? ¿No es la Constitución?
-Hay
que construirlo. La Constitución te da las bases, pero tienes que construir un
proyecto de país que unifique. Quiero ir a la plaza Catia, y puedo ir en
carrito, caminando, en el metro, como me provoque. Tú te puedes ir en el Metro,
tú te puedes ir caminando, yo me voy en autobús. Todos tenemos el mismo interés
de ir a la plaza Catia. El problema es la ruta o el mecanismo que utilicemos.
Lo que pasa es que aquí hay un sector que quiere ir a la plaza Altamira, y otro
quiere ir a la plaza Catia. Es imposible.
-¿Cómo
se unifican?
-Con
un mismo objetivo. ¿Cuál es el objetivo? ¿Desalojar del poder a quién? A
Nicolás Maduro.
-Democráticamente.
-Democráticamente.
El objetivo es derrotarlo democráticamente, no derrocarlo. Porque derrocarlo
significa sacarlo por la fuerza, y eso no es garantía de paz para el país.
Tienes que derrotarlo y lo tienes que derrotar con un proyecto de país que
enamore a la mayoría de la gente.
-¿Esperar
a 2024 no es darle oxígeno para generar gobernabilidad, algún bienestar
económico?
-Ojalá
Nicolás genere algún bienestar económico. Yo deseo que el país mejore. Eso que
dice es falso. Mientras los países están en mayor crisis social, mientras hay
mayor necesidad el Estado es más fuerte, porque te controla. En este momento el
gobierno nacional le llega a la puerta de su casa con los programas sociales a
más de 6 millones de familias. Eso es una cosa que te ata. Tienes que
independizarte de esa dependencia del Estado, y eso se da cuando hay mayor
desarrollo, cuando hay mayores libertades económicas. Eso es lo que hay que
luchar.
-¿Con
hambre nadie se rebela?
-Con
hambre nadie se rebela. Eso es totalmente falso.
-¿Usted
propone ir al año 2024 en metro, en porpuesto, a pie?
-Democráticamente.
Construyamos un proyecto de país que compartamos todos, y todo el que se sume a
esa ruta, bienvenido. Ahí está la unidad. La unidad no es alrededor de un
hombre, o de una mujer. La unidad es alrededor de un proyecto de país de 20 o
25 años. ¿Qué vamos a hacer con la educación? ¿Con la salud? ¿Cómo hacemos para
resolver el problema de los profesores universitarios? ¿De los médicos, las
enfermeras? Alrededor de eso podemos todos caminar juntos. Después, el que
mejor represente ese proyecto de país y le llegue con mayor discurso o con
mayor vehemencia a la gente, la gente decidirá. Ahí hay una propuesta. Lo otro
es querer imponer un liderazgo a los trancazos. Por ahí están proponiendo unas
mesitas en las plazas Bolívar, y que la gente meta una tarjetica… Eso no va a
dar ningún liderazgo. Esa no es la salida para el país. ¿Que falta mucho? No,
eso es ahí. Dos años pasan volando. Yo ese “falta mucho, los tiempos de dios
son perfectos, falta poco, Maduro vete ya… son 22 años. Si hubiésemos empezado
a hacer esto hace 10 años atrás estuviésemos contando otra historia”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico