Lester Toledo 04 de febrero de 2022
@LesterToledo
Nunca
el régimen de Nicolás Maduro había actuado tan diligentemente como en el caso
de la “narcoalcaldesa” del municipio Jesús María Semprúm del Zulia, Keyrineth
Selenia Fernández Epieyu y la “narcodiputada” Taína González, ambas figuras
relevantes del Psuv.
Es que
les dio piquiña o hasta alivio, hundir a ambas representantes de su partido en
la desgracia y en la vergüenza más profunda.
La velocidad que le imprimieron al proceso de detención, traslado, investigación, escarnio, juicio y despojo de la inmunidad, no hace más que llamar la atención y encender las alarmas de que algo olía mal en Miraflores y había que intentar taparlo a cómo hubiere lugar.
El
28/01 en horas de la tarde, en operativo de la Policía Nacional Bolivariana
(PNB) en la población de Cumarebo, estado Falcón, fueron detenidos siete
ciudadanos, entre los cuales se cuentan una alcaldesa y una diputada del Psuv, a
quienes se le hallaron “seis envoltorios rectangulares tipo panelas de presunta
droga con un peso de más de siete kilogramos”.
El
31/01, divulgaron videos del traslado de los detenidos, es decir, de la
alcaldesa zuliana Keyrineth Fernández junto a la diputada Taína González, desde
el estado Falcón a Caracas.
El
primero en hablar fue Diosdado Cabello, quien rápidamente acusó a los detenidos
de “pertenecer a una gran red de narcotráfico”.
Llegó
el martes, y en horas de la medianoche, el Tribunal Supremo de Justicia
ratificó, sospechosa y diligentemente, la detención de la alcaldesa, a quien
acusó del delito de tráfico ilícito de sustancias estupefacientes y
psicotrópicas. También le fue imputado «el delito de asociación, tipificado en
el artículo 37 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al
Terrorismo».
Ese
mismo martes en la plenaria de la Asamblea Nacional ilegítima aprobaron por
unanimidad la comunicación suscrita por el magistrado Maikel Moreno, presidente
del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) mediante el cual solicitó la
autorización a la Asamblea Nacional para el levantamiento de la inmunidad a la
diputada Taina de los Ángeles González Rubio, en cumplimiento con el artículo
200 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
concordancia con el Artículo 25 del Reglamento Interior y de Debates de la
Asamblea Nacional.
Ese
día la AN ilegítima montó el gran show. Desde infeliz, traidora, pasando por
delincuente y ladrona, calificaron a la, ahora, señalada como narcodiputada.
Un
“asqueado” Jorge Rodríguez aprovechó el momento para decir, entre otras
barbaridades que:
“Irá a
la cárcel si un diputado o una diputada incumple con su juramento y se
convierte en un nauseabundo traidor o traidora. A la cárcel van a ir todas y
todos que se desvíen del camino”, aseveró durante su intervención en la sesión
de este martes…Hay ascos que no se pueden ocultar. ¿Cómo le veían los traidores
y las traidoras la cara a Diosdado Cabello, jefe del Bloque parlamentario de la
Revolución?”.
Y el
psiquiatra, en su estado de histeria, insistió “tenemos que jurar que caiga
quien caiga no existirá piedra donde se puedan esconder los corruptos,
narcotraficantes, no puede haber impunidad. Cada uno de nosotros somos garantes
de la dignidad de nuestros compañeros. Estoy seguro que si el presidente
Nicolás Maduro pide castigo para los corruptos y narcotraficantes lo hace con
la moral de quién ha enfrentado a ese cruel imperio; estoy seguro que este no
será el último dolor, quizá no será el más fuerte”.
Y es
por estas palabras, estas actuaciones y barbaridades que hablamos de efecto
espejo, ese que sufre el régimen, precisamente por la manera en que abordó este
escándalo y pretendió lanzar al foso de los leones a dos de sus voceras.
Y ¿qué
es el efecto espejo?, pues sencillo, cuando lo que ves en los demás es un
reflejo de ti mismo.
En su
propio espejo se vieron Jorge Rodríguez, Diosdado Cabello, Maikel Moreno,
Nicolás Maduro, con este caso. O, ¿quiénes tienen sobrinos presos,
convictos y confesos por tráfico de drogas en Estados Unidos?, ¿acaso les
suenan los nombres de Efraín Campo Flores y Franqui Flores de Freitas? o ¿sobre
quienes pesan carteles de búsqueda y recompensa por sus vínculos con el Cartel
de los Soles?.
Los
mismos que hoy señalan a la narcodiputada y a la narcoalcaldesa, son esos
mismos sobres quienes recaen sendas denuncias e investigaciones por sus
vínculos con el narcotráfico y el terrorismo. De allí que levanta suspicacia
estos repentinos golpes de pecho del régimen.
La
gran verdad es que la vinculación del régimen de Nicolas Maduro con el
narcotráfico no es nueva.
Investigaciones
del Departamento de Estado de Estados Unidos aseguran que Nicolás Maduro;
Diosdado Cabello; el exgeneral venezolano Hugo Carvajal y los disidentes de las
Farc Luciano Marín Arango, alias ‘Iván Márquez’, y Seuxis Pacius Hernández,
alias ‘Jesús Santrich’ participaban desde 1999 en una conspiración
narcoterrorista entre el Cartel de los Soles y las extintas Farc.
Sostienen
que el régimen benefició a la guerrilla con armamento y permitiendo sus
operaciones en el territorio venezolano. El propio Maduro es acusado de liderar
el Cartel, que coordinó a su vez el envío de cocaína a los Estados Unidos y
negoció directamente los cargamentos con las Farc.
De
allí que este nuevo caso de Taína González y Keyrineth Fernández es solo la
punta del iceberg, que pone en evidencia la podredumbre que hay en todo el PSUV
y el régimen.
Lester
Toledo
@LesterToledo
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