Luna Perdomo 10 de julio de 2024
Estados
Unidos destinó seis millones de dólares para atender este plan de piloto de
repatriación desde Panamá. Los funcionarios aseguraron que se respetarán los
derechos humanos de los migrantes y se revisarán los casos de las personas en
riesgo de persecución o de tortura que no pueden regresar a sus países
Las administraciones de Estados Unidos y Panamá firmaron un acuerdo el pasado 1 de julio para atender los flujos migratorios que cruzan la selva del Darién con miras de atravesar la frontera estadounidense. Marcela Escobari, asistente especial del Presidente y coordinadora de la Declaración de Los Ángeles de La Casa Blanca, informó este martes de 2 julio en una conferencia de prensa, que su país brindará apoyo a Panamá «para ayudar a repatriar rápidamente a los migrantes que no tienen una base legal para permanecer» en esa nación.
Ambos
países esperan disuadir a los migrantes de ponerse en riesgo y a sus familias
cruzando la peligrosa selva del Darién y toda la demás trayectoria de cruzar
Centroamérica y los invitan a hacer uso de las vías legales disponibles para ir
a Estados Unidos y otras regiones del mundo.
Escobari
enfatizó que este nuevo acuerdo respetará las obligaciones internacionales, los
derechos humanos de las personas migrantes y busca manejar los crecientes
movimientos migratorios de manera segura y ordenada. Por su parte, Panamá se
comprometió a seguir avanzando en el control fronterizo, el fortalecimiento de
las vías legales y la estabilización de los migrantes.
Se
desconoce en qué fecha específicamente este programa comenzará con las
repatriaciones que se harán sin tomar en cuenta las nacionalidades de los
migrantes. Tampoco se especificó cuántas personas serán deportadas
semanalmente.
EEUU
instó al recién electo presidente de Panamá, José Mulino, a iniciar un programa
para que los migrantes puedan solicitar un estatus legal temporal con tarifas
reducidas y recomendó que quienes tengan estatus legal puedan validar sus
credenciales profesionales.
Por su
parte, el subsecretario de Estado de la Oficina de Asuntos del Hemisferio
Occidental del Departamento de Estado, Eric Jacobstein, aclaró que las personas
víctimas de persecución o de tortura serán protegidas por estar en
riesgo y no poder regresar a sus países de origen.
«Estados
Unidos ha asignado seis millones de dólares en apoyo a las iniciativas de
Panamá en este programa piloto», informó Jacobstein, quien detalló que esta
colaboración incluye sólidos salvoconductos para apoyar los DDHH y la
protección.
Luis
Miranda, subsecretario adjunto principal de comunicaciones del Departamento de
Seguridad Nacional, dijo que los fondos que se utilizarán para hacer estas
deportaciones desde Panamá serán proporcionados por el Departamento de
Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS por sus siglas en inglés) «ya que
tiene la experiencia en la materia. Apoyaremos lo que es entrenamiento y el
desarrollo de capacidades para fortalecer e institucionalizar procesos seguros
y humanos en Panamá».
De
acuerdo con cifras del Servicio Nacional de Migración de Panamá, en este primer
semestre del año, por la selva del Darién transitaron 186.969 migrantes, los
que más cruzaron fueron los venezolanos con un total de 122.616 ciudadanos,
seguidos de los ecuatorianos con 12.839 personas y 12.059 colombianos. La cifra
de personas que cruzó esta ruta en 2023 superó el medio millón.
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