Por Elinor Montes, 29/12/2012
¿Hasta cuándo culpan a la gente del fracaso de la dirigencia “opositora”? Mientras no se asuma la raíz del problema los resultados serán los mismos.
El 16 D no hubo sorpresa, el régimen hizo caída y mesa limpia. Como dijo un camarada, “hubiesen preferido ganar las 23” gobernaciones “pero es difícil explicarlo”.
Se acabó el reparto, los partidos tradicionales están fuera del juego: a AD le quitaron la Gobernación de Nueva Esparta, a COPEI la de Táchira, a Proyecto Venezuela la de Carabobo y a Un Nuevo Tiempo la de Zulia. Decidieron dejar a Primero Justicia en Miranda y a 2 ex oficialistas en Falcón y Amazonas. A Causa R, le negaron el triunfo para acceder a la gobernación de Bolívar.
Como de costumbre la dirigencia “democrática” que legitima al CNE culpa del fracaso a los que no votaron, cuando en verdad a mayor votación opositora mayor es el fraude, éste es proporcional a lo que necesitan para ganar, lo cual se evidencia en la toma de 22 de los 23 consejos legislativos, incluyendo Miranda.
¿Qué esperaban en unas elecciones antidemocráticas desarrolladas en un clima de radicalización del socialismo? ¿Cuándo se entenderá que el problema no es el electorado sino la desnaturalización de las elecciones y el discurso y acciones de una dirigencia democrática que no posiciona en la gente la urgencia de vivir en libertad cuando la ubica sistemáticamente en un escenario democrático?
Desde que el CNE, de y para el régimen, pervirtió el sistema electoral para asegurar su triunfo en el Referéndum-plebiscito-presidencial en el 2004, la oposición no ha ganado una elección en la que esté en discusión el poder y para colmo la historia del 2006, en la cual, ante la derrota, dijo Petkoff: que “nunca se hizo pajaritos preñados” y Rosales que: “Chávez había ganado limpiamente”, no se diferencia mucho a la del 7 octubre, cuando el candidato, hoy gobernador, también en plenos escrutinios, reconoció su derrota sin cuestionamiento, aunque al día siguiente dijo que había habido “triquiñuela pero no fraude” y eso se quedó así.
La dirigencia democrática aspirante al poder no se ha resteado con la gente en su necesidad de liberarse y como el régimen, a quien hace un cuestionamiento, especialmente si expone su preocupación legítima sobre la perversión electoral y propone además otras formas de lucha democráticas, lo tildan de radical despectivamente y lo mandan a hacer “tienda aparte”, porque hay que calarse el fraude y punto.
Ningún candidato tomó como bandera la defensa del derecho de los niños a una educación libre y de calidad amenazado por la Resolución 058, ni la de la libertad negada en todos sus ámbitos por las comunas, ni la de la propiedad privada, en fin, como siempre, hicieron una campaña como si hubiese democracia, prometieron ser eficientes en políticas públicas, sin recursos para cumplir, y así pretendían que la gente renunciara a su derecho a viajar, hecho previsto por el CNE para cambiar la fecha tradicional de los primeros días de diciembre al 16.
Quien tiene que revisarse es la dirigencia democrática.
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http://www.analitica.com/va/politica/opinion/1823338.asp
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