VÍCTOR JOSÉ LÓPEZ 10 Dec 2012
Cuando Julio Borges
concluyó su intervención en la Asamblea, unas palabras más de cortesía que de
otra cosa, Diosdado Cabello le dio la gracias y agregó a la frase
protocolar que "No sé por qué no le creo" y de inmediato agregó,
"No sí, sí se porqué no le creo".
Cabello, como líder de una fracción del
chavismo que se pulveriza día a día, ha vivido muy de cerca el discurso
de Hugo Chávez y de los conductores del socialismo venezolano en su
sinuoso camino al comunismo. Un sendero lleno de mentiras.
Claro que Cabello no puede
creer que la gente de la oposición manifieste sentir lo que le pasa al Hugo
Chávez "ser humano", porque, como dice el refranero, "cada
ladrón juzga por su condición".
¿Cómo pueden creer que un ser
humano sienta compasión por otro ser humano, quienes matador a Franklin
Brito?
Son los mismos que violaron a la juez María
de Lourdes Afiuni, a quien han negado el elemental debido proceso de la
justicia universal.
Son quienes se burlan del padecimiento
del cáncer de Iván Simonovis.
Son aquellos que cumplen las
órdenes que Hugo Chávez le diera a Aponte Aponte, como afirma en
documento notariado en Costa Rica quien fuera el gran juez del chavismo, para
que los esbirros del régimen chavista se cebaran en las esposas, hijos y
familiares de los comisarios, quienes cometieron el delito de defender a
los ciudadanos que marcharon el 11 de abril en protesta a Miraflores y
fueron baleados en Puente Llaguno, por unos asesinos a quienes hoy les cuelga
una medalla que los califica como héroes de la revolución ramplona, la misma
que, vestida de fuerza armada, acabó con la Independencia y la Soberanía
de la nación venezolana.
¡ Cada ladrón juzga por su condición!
Es decir, los
mentirosos creen que todo es mentira
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