Econ. Ángel Caracciolo Lobo Lacruz 23/05/2013
Teóricamente, es un sistema de organización que le atribuye al Estado la
absoluta libertad para ordenar las condiciones de la vida civil, económica,
cultural y política, extremando la acción social en forma preponderante o con
superioridad de opinión sobre la vida civil del ser humano.
En cuanto a los objetivos, busca la solución de los problemas sociales y
económicos sobre la base de la propiedad pública de los medios de producción.
Como podemos observar, es una etapa previa a la aplicación del sistema
comunista promulgado por Carlos Marx, primero en la Rusia zarista y después en
el resto del mundo donde se aplicó.
Según su inspirador y más conspicuo defensor del mismo en Venezuela,
Hugo Chávez Frías, y ateniéndose a las definiciones dadas por este
personaje, el socialismo del siglo XXI es un instrumento de lucha por las
reivindicaciones sociales, políticas, económicas y culturales del pueblo de
Venezuela. Ese pueblo siempre olvidado por las clases gubernamentales,
que a su juicio, han pasado por el poder a través de los tiempos sin que sus
carencias o necesidades se hayan satisfecho, al contrario, su tendencia es a
crecer y multiplicarse, en la misma medida que la pirámide de la población lo
hace.
Al respecto, basta con analizar los resultados obtenidos en su gestión
gubernamental iniciada en 1990, ya conocida como la *era de Chávez*, prolongada
hasta después de su muerte ocurrida hace poco, resultados estos referidos a los
manejos administrativos de la nación, que al observarlos nos damos cuenta de la
profunda crisis en que navegamos. Ni siquiera es necesario buscar en los
cuadros estadísticos del Banco Central, para saber y palpar cuánto se han
modificado los resultados y los precios de los consumos poblacionales, desde
ese tiempo a esta parte, y así poder medir la crisis galopante por la cual
transitamos.
Ya la gente común mide la situación por el alcance de sus bolsillos, a
veces llenos de dinero, pero carente de valor a causa de la pérdida del poder
adquisitivo de la moneda que guardan, o simplemente, una moneda devaluada ante
los precios de los productos de la cesta básica, como se la califica, cuyos
productos destinados al consumo familiar, en la mayoría de las veces están
ausentes de los anaqueles de presentación en los comercios, bodegas,
supermercados, incluso de los PDVAL, etc.
A nivel de más allá de las fronteras, los estudiosos de este sistema
socio-político, el cual, como apuntamos se basa en las ideas de Carlos Marx, y
surgió como doctrina en el siglo XIX, para propugnar la abolición de la
propiedad privada y el Capital, o fondo de las empresas, cuya apropiación debe
estar, según dicha doctrina, en manos del Estado y no de los ciudadanos
en particular.
El socialismo y el comunismo en la Venezuela de la actualidad, sirven
para justificar el orden establecido y legalizar el poder político que ejerce
el gobierno - Poder Ejecutivo - sobre toda la estructura en que
constitucionalmente se divide el Estado venezolano - Legislativo,
Judicial, Electoral, Moral Republicano, etc.- absolutamente confiscados, lo
cual no significa otra cosa que el ejercicio de una dictadura o gobierno
autoritario militarista.
Volviendo atrás, en la Venezuela de los últimos catorce años, el
presidente Chávez acometió o puso en práctica en su gobierno un socialismo para
llegar al comunismo, aplicado por etapas, durante las cuales, desarticuló, o
mejor dicho, desmontó todo el sistema socio-económico agro - industrial
existente en país, a lo cual calificó en forma despectiva como *el ejercicio de
la Cuarta República* y, en contraposición, fue realizando o poniendo en
práctica un programa personal, dentro del cual iba introduciendo faces o etapas
que tenían algunas cualidades. Por ejemplo: Puso en práctica el Colectivismo,
copiado del plan ruso, disfrazado e inició un plan de expropiaciones de
empresas agropecuarias e industriales, las cuales traspasó su propiedad a los
obreros de las mismas agrupados en empresas colectivas. Otras empresas o
fábricas en pleno funcionamiento de su capacidad instalada, las expropió –
desconoció a sus propietarios - nacionalizó su Capital y pasaron a ser operadas
por empleados públicos sin ningún plan o programa de trabajo.
En estas empresas, tanto las nacionalizadas como las colectivas,
comenzaron a tener problemas de funcionamiento y, por supuesto, de baja
producción. Entre otras cosas derivadas de esa locura fue que comenzó la
destrucción de la capacidad instalada en la mayoría de las plantas o fábricas.
A consecuencia de ello, los productos comenzaron a escasear en el mercado.
Estas fallas presentadas comenzaron a ser cubiertas, primero, con productos
provenientes de los *Stock* de los almacenes destinados a cubrir la demanda del
mercado ordinario de consumo. Esto trajo como consecuencias que se ordenara a
las fuerzas armadas a realizar visitas domiciliarias a las empresas y a
decomisar dichos Stocks en forma arbitraria y violenta, remitiendo las
mercancías a los mercados PDVAL, lo cual originó que pronto los almacenes
fueron consumidos, y el remplazo de esas mercancías o productos comenzaron a
ser surtidos en el comercio al detalle con importaciones.
Como resultado de este desorden administrativo y de producción, las
amortizaciones o pagos de repuestos, mantenimiento y conservación de los
bienes de Capital – maquinarias y equipos - no se realizaron o se abandonaron,
por lo tanto se fueron deteriorando, y al no reparar lo deteriorado se aniquila
el bien y desaparece; también se dejó de construir depósitos o almacenes de
productos terminados que cubren el mercado mayorista.
Por otra parte, los salarios comenzaron a reducirse debido a que se
estancaron y la inflación los consumió; con la escasez de los productos en el
mercado los precios se alteraron en alza. A ello se agrega la mediocridad o
baja en las cosechas por abandono de la siembra de productos alimenticios y la
ausencia en la cría de ganado productor de carne y leche como consecuencia
directa del abandono de las fincas expropiadas. A ello se agregan los elevados
precios de los productos alimenticios provenientes de la importación debido a
la ausencia o nula disponibilidad de divisas para el pago de mercancías en el
extranjero e incremento del valor de las mismas – USD y Euros -, por
consiguiente, la crisis se hizo presente en el país.
El gobierno actual, encabezado por el señor Maduro, por su parte,
se convierte en actor mudo y sordo e incapaz de tener reacciones positivas y
oportunas para enfrentar la situación. Sus mismos voceros, transitoriamente
ausentes en el extranjero por obligaciones con el alto gobierno, se han
convertido en los más acertados críticos del desatino político y económico a
que llegó el país y este gobierno recién iniciado, en particular.
Ahora bien, qué ocurre cuando el desabastecimiento ha tocado la puerta
al inquilino de Miraflores. Simplemente, reunir a los ministros de la economía
y producción para discutir y poner en práctica medidas de emergencia. Pues para
él, lo más cómodo fue hacerle invitación a los industriales, comerciantes e
importadores de la Nación, para pedirles que, con el concurso de sus empresas y
con los dólares que en tiempo breve se les adjudicarán a precio a convenir con
cada empresa o empresario, empresas estas a las cuales él mismo contribuyó a
desbaratar avalando las políticas destructivas del difunto presidente,
rogándoles que tomen participación activa para enfrentar la crisis. Sin
embargo, no es tarea fácil por cuanto el tiempo juega en contra y la escasez es
muy grande y diversa en cuanto a productos. Esperamos que haya sinceridad, y
sobre todo, responsabilidad. Está en juego la vida de toda la población
venezolana, no sólo los que, de alguna manera, apoyan al gobierno, sino los
venezolanos en general. Todos necesitamos comer y beber, alimentar a los hijos
e hijas aún menores y a los viejitos de la ancianidad, todos necesitamos
productos para el aseo personal y tantas cosas más con los bienes ahora
desaparecidos por irresponsabilidad y falta de previsión.
Amigos y paisanos, eso no es socialismo de ninguna época, eso es un
crimen colectivo.
Tomado de:
http://angelcaracciololobolacruz.blogspot.com/2013/05/el-socialismo-del-siglo-xxi-econ.html
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