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viernes, 24 de mayo de 2013

Papel higiénico, dólares y sobreprecios


EZEQUIEL VÁZQUEZ GER miércoles 22 de mayo de 2013
@Ezequielvazquez

El pasado lunes, integrantes de la oposición venezolana revelaron un audio en el cual el periodista afín al partido de gobierno, Mario Silva, relataba a un miembro de los servicios de inteligencia cubanos en Venezuela una cantidad de problemas y divisiones dentro del gobierno de Nicolás Maduro. Específicamente, Silva hacía referencia a los altísimos niveles de corrupción que rodean a uno de los principales líderes del partido, Diosdado Cabello.

Estas revelaciones ocurren casi al mismo tiempo que el gobierno ha decidido declarar un estado de emergencia ante la absoluta escasez de papel higiénico, anunciando la importación de 50 millones de rollos de este producto.

Cada vez que el gobierno venezolano ha anunciado un estado de emergencia económica respecto a determinados productos o servicios, el resultado ha sido el establecimiento de un esquema de fraude cambiario y sobreprecios por el cual un grupo de falsos-empresarios –comúnmente llamados boliburgueses– y funcionarios del propio gobierno logran apropiarse ilegalmente de decenas de millones de dólares a costa del bienestar de la gran mayoría de los venezolanos. En años anteriores este estado de emergencia ha sido declarado en sectores como energía eléctrica y alimentos. El resultado: más crisis eléctrica y menos alimentos.

El proceso de fraude funciona de la siguiente manera:

Como todos saben, en Venezuela la brecha entre el dólar oficial y el dólar negro supera el 400%. En el ejemplo a continuación supondremos un dólar oficial de 6.3 y un dólar negro de 25.

1) Supongamos que el gobierno quiere importar 50 millones de rollos de papel. Primero, el boliburgués abrirá una compañía en Estados Unidos, la cual actuará como intermediaria entre el gobierno y el vendedor de rollos de papel.

2) El gobierno y el boliburgués firmarán un contrato a través del cual el boliburgués se compromete a importar 50 millones de rollos. Como nos encontramos en un estado de emergencia y no existe licitación alguna, el gobierno y el boliburgués acuerdan un precio inflado de $1 dólar por cada rollo –es decir, 50 millones de dólares.

3) Al mismo tiempo, gobierno y boliburgués entran en un acuerdo tácito por el cual el boliburgués se compromete a pagar una coima, una vez finalizada la operación.

4) El boliburgués se presentará ante una institución financiera aliada o cercana al gobierno y con el contrato en mano obtendrá una carta de crédito por un total de 50 millones de dólares al tipo de cambio oficial, es decir, 315 millones de bolívares.

5) Con dicha carta de crédito, el boliburgués comprará a través de Cadivi 50 millones de dólares al tipo de cambio oficial. Dichos dólares, serán depositados por Cadivi en su cuenta bancaria en Estados Unidos.

6) El boliburgués, buscará el papel higiénico más barato que pueda conseguir en Estados Unidos, y lo comprará a precio de mercado, digamos, $0.5 dólares cada rollo. Esto equivale a un total de 25 millones de dólares.

7) El boliburgués exportará el papel higiénico de Estados Unidos a Venezuela. Una vez concretada la operación, el gobierno le pagará al boliburgués los 50 millones acordados en el contrato inicial –es decir, un sobreprecio del 100%. El pago se efectúa en cuentas bancarias en Estados Unidos.

8) El boliburgués entrará al país a través del mercado negro 12.6 millones de dólares, los cuales convertidos al tipo de cambio negro representan 315 millones de bolívares, y sirven para cancelar la carta de crédito. Hasta ese momento, el boliburgués logró hacerse de un ingreso neto de $62,4 millones de dólares.

9) Cumpliendo su compromiso, el boliburgués paga la coima –alrededor del 50%– al funcionario del gobierno. Generalmente, dichos funcionarios son titulares de corporaciones off-shore en lugares como Panamá o British Virgin Islands.

10) Resumiendo, a través de esta operación de fraude cambiario y sobreprecios, ambos –el boliburgués y el funcionario del gobierno– lograron hacerse de 31.2 millones de dólares cada uno a costa, por supuesto, del pueblo venezolano.

Si el ejemplo del papel higiénico es sorprendente, imagínense los cientos de miles de millones de dólares que funcionarios corruptos y boliburgueses pueden haberle robado a Venezuela durante una década de controles de cambio, corrupción y un desastroso manejo económico, utilizando incluso el sistema financiero americano. Es hora de poner fin a esta situación.

La reciente sentencia de la Corte del Distrito Sur de New York en contra de un grupo de individuos venezolanos involucrados en un esquema de coimas a una funcionaria del Bandes (Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela), es un gran primer paso en esa dirección. No será el único.

Ezequiel Vázquez-Ger es consultor político en Washington DC

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