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sábado, 25 de mayo de 2013

La firma de un inminente acuerdo de paz del Gobierno – Farc significaría un peligro de cubanización de Colombia: Santos ¿Héroe o Villano?


Por Jesús González Briceño, 23/05/2013.

Mensaje con Destino: La legalización de los subversivos en Venezuela sirva como ejemplo.

El miércoles 16 de mayo se reiniciaron las conversaciones  de paz entre los representantes del gobierno de Colombia y los de la FARC, en la Habana, Cuba, después de seis meses de la mesa de negociaciones, pero desde la asunción del mando del presidente Juan Manuel Santos no ha cesado en su propósito de firmar un acuerdo para poner fin  al conflicto que por más de 50 años ha azotado la hermana república, a pesar de varios intentos serios como el de  1999,cuando el presidente Pastrana puso todo su interés y  sus buenos oficios para lograrlo con el líder guerrillero Marulanda, en Cajuan, que resultó un fracaso por razones que no examinaremos en esta oportunidad. Según ambas partes, en la actualidad, mes de mayo, se ha logrado avanzar en la agenda de las negociaciones, aunque todavía no se ha logrado superar  el tema agrario que junto a otros aspectos como la reinserción  política de los  subversivos,  la entrega de las armas, el problema de las drogas, el caso de algunos líderes fundamentales condenados (como Trinidad), el fin del conflicto y otros problemas colaterales de tipo  legal-constitucional que conforman esta negociación. Pero se advierte un ambiente de  conciliación y arreglo entre las partes negociantes en que las FARC parecen tener la voz cantante  y presionan fuertemente para que se vaya cumpliendo la agenda propuesta que debería, según el presidente Santos, concluir para este año 2013.

El trasfondo de la duración de las negociaciones, aparte de los puntos negociados, es que para el 2014 se realizarán nuevas elecciones en Colombia lo que conviene  a ambas partes, porque el presidente, ya ha insinuado que, optará para su reelección para el período 2014-2018, y las FARC cuentan poder participar a los cargos electivos, tales como elecciones legislativas y presidenciales en marzo y mayo respectivamente y de la de la Alcaldía de Bogotá en el 2015, por ello empujan desesperadamente la concreción de las negociaciones de paz y , en caso, de no disponer de los lapsos legales previstos por la ley electoral, podrían utilizar la agrupación Unión Patriótica, UP, considerado su brazo político, si se logra superar ciertos condicionamientos legislativos, para obtener representación en ambos eventos comiciales.

El escenario político 2013-2014 colombiano es bastante complejo y difícil de predecir porque  de lograrse la paz negociada, el presidente Santos debe tener algunas estrategias político-electorales debajo de la manga para asegurar su reelección y minimizar el EFECTO-FARC en los escenarios político-electorales colombianos hasta que culmine su segundo mandato 2014-2018, como lo prevén los sondeos preelectorales.

Este es una lectura posible del escenario político-electoral colombiano hasta el 2018 no obstante previamente deberíamos pronosticar las alternativas en caso del resultado positivo de las negociaciones de la Habana, muy difíciles, por cierto, en temas tan arduos como  el problemas del desarrollo agrario integral, la inserción política de los miembros de las FARC y posiblemente del ELN, dispuesto a integrarse a la mesa de negociación, la dejación de las armas, las drogas y el narcotráfico, el reclamo de las víctimas del terrorismo y subversión, y la superación del contenido de la norma constitucional ( art. 122 , prohibición para inscribirse, optar a cargos electivos y públicos por parte de los condenados por crímenes de lesa humanidad, narcotráfico, terrorismo, etc.), con obstáculos bastante complejos en el contexto general del desarrollo agrario, social, político, legal-constitucional y en la larga y funesta duración del conflicto con  una secuela crítica y nefasta de acontecimientos  en  Colombia:

1.Lograr un DESARROLLO AGRARIO INTEGRAL es una piedra de tranca por la excesiva concentración de las tierras y explotaciones agropecuarias en pocas manos y paradójicamente se advierte una fragmentación de las tierras de campesinos en los últimos años y grandes desplazamientos de pequeños productores e indígenas, por acción del terrorismo guerrillero,  paramilitarismo, y expansión de las fronteras agrícolas por parte de grandes trasnacionales y cultivos industriales que han creado un submundo rural y urbano de pobreza, muerte, conflictos y violación de los derechos humanos. El apego de campesinos e indígenas colombianos está demasiado arraigado y no se resignan a perder sus tierras ahora con mayor respaldo de organizaciones campesinas e indígenas que velan por sus derechos ancestrales. La leyes y reformas agrarias colombianos no ha resuelto este problema histórico y el presidente Santos, aun  lo cuando lo ha prometido desde el inicio de su magistratura, no  ha podido aprobar el Proyecto de Ley de Tierras y Desarrollo Rural incumpliendo la entrega de miles de hectáreas gratis, créditos, asistencia técnica y otros beneficios  hasta ahora, haciéndosele muy tarde para realizar estas promesas en que las FARC  tienen un apreciable apoyo  campesino y la cuestión agraria es su cuestionamiento central histórico y punto de honor en las negociaciones actuales. Las reformas legales agrarias no han surtido los efectos deseados y ha habido muchos intereses grupales contradictorios.

2. El PROBLEMA SOCIAL de más de 3 millones desplazados forzosamente, campesinos e indígenas con incidencia grave sobre sus derechos humanos, uno de los mayores del mundo  según ACNUR (órgano de las NN.UU para los desplazados) constituye otro terreno propicio para la actuación de los exlíderes (una vez desmovilizados) de las FARC que hay que tener en cuenta ante una nueva realidad política y social en Colombia.

3 El RESARCIMIENTO DE DAÑOS por crímenes de lesa humanidad de las víctimas en un escenario en que han actuado subversivos, paramilitares, fuerzas policiales y militares y narcotraficantes por desapariciones forzadas masivas, masacres indiscriminadas ,secuestros , reclutamiento de niños y muertes de civiles, militares, guerrilleros y políticos, no es una cuestión de fácil solución acumulada por más de cinco décadas, para  satisfacer  medianamente a los afectados, con soluciones justas y equitativas, lo que además consumiría  muchísimos años para borrar los odios, rencores y sufrimientos y restituir los daños,

4.Otra de las tareas ingentes es adecuar o modificar NORMAS CONSTITUCIONALES Y LEGALES VIGENTES para la incorporación de insurrectos a cargos públicos y electorales, a los condenados y extraditados, y en especial buscar la fórmula para la  aplicación o desaplicación de la normativa del Estatuto de Roma en lo relativo a la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad y derechos humanos, firmado y ratificado por Colombia en julio de 1998, si bien el Procurador de la Nación declaró recientemente, en mayo, que sobre la cúpula actual de las FARC no priva ninguna medida de condena de crímenes de lesa humanidad ni otros cargos y puede incorporarse a la vida política en franca contradicción con el Fiscal General de Colombia.

Estos y muchos más son los escollos que tienen que superar y acordar el gobierno colombiano y las FARC y eventualmente el ELN pero, en caso de que así sea, conviene advertir los peligros inminentes que acarrearía el fin de este conflicto fratricida e internacional, con la reacción de los grandes propietarios en la defensa de sus latifundios y empresas trasnacionales ante una reforma legal de agraria como lo plantea las FARC y el proyecto de ley santista, aún no aprobada, la reivindicación de las tierras indígenas despojadas, los salarios y los beneficios sociales del campesino y del obrero, y la afectación de las grandes extensiones de tierras y actividades conexas de cultivos ilegales cuya repercusión afectaría a Colombia como  a los carteles internacionales.

La otra cuestión que afectaría esta paz negociada    es  que las  FARC estén  realmente dadas a lograr una auténtica pacificación y que esta movida  estratégica no sea el expediente para implantar y consolidar el CASTRISMO, por cualquier método antidemocrático, en vista de que todo el continente americano, excepto Estados Unidos y Canadá, ha sido objeto de la política de exportación de la lucha guerrillera con incursiones, creación y apoyo a grupos izquierdistas radicales en Argentina, Bolivia, Dominicana, Haití, Guatemala, Nicaragua, San Salvador, Perú, Ecuador, Chile, Venezuela, en la que ha logrado sus objetivos, y Colombia que ha sido una obsesión desde 1948 cuando Fidel estuvo involucrado en los tristes acontecimiento del Bogotazo y desde el triunfo de la Revolución Cubana, en 1959, ha dado todo su apoyo logístico e ideológico no sólo a las FARC y al ELN si no también a la UP, MIG-19 y muchos otros movimientos guerrilleros en  Colombia.

En resumen el gobierno de Santos y las FARC están dispuestos a llevar a feliz término el Compromiso de Paz del 26 de agosto pasado y parecen (no confirmado oficialmente) haberse convenido sobre el tema agrario y pasar a discutir próximamente lo relativo a la incorporación de los subversivos en la vida política colombiano, lo que de suceder constituiría el más grande reto histórico para la institucionalidad democrática colombiana, aún cuando Santos  lograra su reelección y el castrismo, a través de las FARC y otros grupos radicales comunistas, tuviera la oportunidad legal de optar a incorporarse a la gobernabilidad colombiana, mediante las negociaciones actuales de paz, considerando la experiencia venezolana , desde 1999, en que lograron un apoyo irrestricto de Chávez, (la cooperación de  los grupos terroristas de ETA y HERBOLÁ) y ahora con el apoyo seguro de Maduro, en que se han mediatizados la vía electoral, la validez de institución parlamentaria, la independencia de los poderes públicos y la alta vulnerabilidad de los derechos humanos; y vista la posibilidad cierta de que en Colombia se generen las reacciones de los grandes terratenientes y gamonales, el resurgimiento del paramilitarismo, la reacción de los grandes carteles de las drogas y las insatisfacciones de los miles o millones de víctimas de este complejo y  nefasto proceso de seis décadas de violación de los derechos humanos y descomposición de la sociedad colombiana, se redimensione su conflictividad. La realización de una consulta al pueblo colombiano no impediría los escenarios previstos…Es también necesario conocer la reacción de Estados Unidos ante un previsible escenario de CUBANIZACIÓN de Colombia. ¿Será el presidente SANTOS UN HÉROE 0 UN VILLANO? No pasará mucho tiempo para saberlo y vivirlo, con sus consecuencias para Venezuela y América.


Jesús González Briceño

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