Antonio Cova,
docente, sociólogo y politólogo venezolano, falleció este miércoles 15 de mayo
a sus 74 años. Profesor en casas de estudio como la Universidad Central de
Venezuela, la Universidad Simón Bolívar, la Universidad Católica Andrés Bello y
el Instituto de Estudios Superiores de Administración, siempre planteó su
perspectiva desde la dimensión de la palabra. Por eso en Prodavinci hemos
querido recordar a este agudo y constante analista de la actualidad nacional
leyendo algunas de sus reflexiones recientes sobre el presente que compartimos.
“¿Y en qué es lo que creemos? Pues,
aunque Ud. no lo crea, en lo que vemos, sentimos y padecemos. Vaya y dese una
vueltica por el país y llegará a la misma conclusión. Sobre todo, dese un
paseíto por automercados, abastos y las bodegas que aún quedan. Allí está la
verdadera Venezuela, y sus verdugos”
***
“Lo escaso, cuando asoma la nariz, es incomprable y todo mundo comienza
a comportarse extrañamente, porque piensan que pueden sacar mejor provecho de
lo que guardan con celo. Y primero que nadie los funcionarios, a quienes su
oficio y experiencia les convierten en los peores predadores de la comarca”
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“Esas torpezas, que podrían pasar desapercibidas cuando un reciente alud
de votos te respalda (allí está el PP español para probarlo), son arsénico puro
cuando de vaina no te rasparon. Lo más dramático: Maduro y la camarilla que,
por ahora, lo sostiene, ni perciben esa crítica distinción”
***
“Al final ambos intentos, el de Gramsci y el de Lukács, no pasaron de
ser habilidosos esfuerzos para “encajar” un partido de revolucionarios
profesionales en una lucha que, por incumbirle, debería llevar a cabo el
proletariado solo y con sus propias armas. A lo que se supondría sería un más o
menos largo período de dictadura del proletariado lo reemplazó más bien una
dictadura “sobre” el proletariado, como admirablemente la llamó Karl Korsch.
Para todos los efectos, la historia registraría que nunca dejó de ser una cruel
y total dictadura de la cúpula (muy podrida) de un partido, sobre una sociedad
homogeneizada a la brava, como en la URSS y China Comunista”
***
“Tardaríamos cuatro décadas en tener en el poder a un partido sin clase
que lo sostenga o lo respalde (para ello le bastan una minoría militar y los
motorizados chaquetas negras); y viceversa: una clase que se siente incómoda y
rechazada por ese partido. Tenemos pues, según Lenin, “una lanza sin punta” que
corre pa’ fuera, y “una punta que se quedó sola”, víctima de la herrumbre”
***
“También descubrimos que el miedo no sólo se adquiere, sino que también…
¡puede perderse! Y lo hemos comprobado en carne propia. Con asombro vemos cómo,
sin percatarnos de ello, murió a manos de la rabia sorda”
***
“Venezuela está hoy sin comida, sin medicamentos y sin repuestos para
todos los aparatos necesarios, mientras los precios de vivienda, electrodoméstic os
y vehículos se disparan enloquecidos. ¿Cree el oficialismo que estas malvadas
siamesas les permitirán gobernar? ¿En qué país, en qué época?
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Y mientras, el tiempo corre, los problemas empeoran y las soluciones se
“invisibilizan” . El país ya no es
aquel que Chávez lograba controlar, o por lo menos donde se permitía el lujo de
postergar cualquier solución. Por cierto, ¿se han dado cuenta de lo difícil que
ahora resulta entonar socarronamente el estribillo “no hay un 11 sin su 13″,
desde que vivimos el asombroso 14 de abril?”
***
Extractos de su columna en El Universal
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