Ysrrael Camero 30 de septiembre 2014
Moderador: José Luis Farías.
Scharifker: “la educación no está contribuyendo a
la movilidad ni al ascenso social”
Durante su presentación Benjamín
Scharifker, rector de la Universidad Metropolitana, se centró en el sector
universitario, para analizar tanto su calidad como su pertinencia. Señala que
los sectores populares en Venezuela incorporan a sus hijos al sistema educativo
con dos expectativas, que adquieran herramientas para la convivencia y que
desarrollen capacidades para incorporarse a la vida productiva, tener un
oficio.
El sistema educativo venezolano no
cumple ninguna de esas expectativas. A los estudiantes de educación media se
les da una escasa o mala formación, tanto numérica como verbal. A lo que
debemos incorporar un dato preocupante, “la escuela está influyendo muy poco en
la movilidad social en Venezuela”.
Para Scharifker la educación superior
en Venezuela no es sostenible. La escasa capacidad para desarrollar líneas y
proyectos de investigación que contribuyan al financiamiento de las
universidades así lo evidencia.
En conclusión, para Benjamín
Scharifker, la educación pública no satisface las expectativas de los sectores
populares ni los requerimientos del desarrollo productivo y social del país.
Tulio
Ramírez: “el gobierno
es enemigo de la autonomía universitaria”
El eje central de la presentación de
Ramírez fue el estado actual de las Universidades públicas autónomas.
Tres son las líneas efectivas del
gobierno respecto a estas casas de estudio.
Primero, el establecimiento de un
cerco presupuestario, que ha traído consigo la descapitalización del talento
humano de la universidad y la merma en el financiamiento de la investigación.
En ese sentido es significativa la
reducción de los proyectos de investigación financiados por la Universidad. De
acuerdo a cifras del CDCH de la UCV en 2005 se desarrollaban alrededor de 300
proyectos de investigación, en 2009 se redujeron a 85, alcanzando apenas a 100
en 2014. También se expresa esto en el descenso de las becas otorgadas y la
caída en la participación en eventos y pasantías en el exterior. La
consecuencia final de este cerco es propiciar la fuga masiva de talentos.
Segundo, el aislamiento institucional,
al crearse una institucionalidad paralela propiciando una ausencia de sinergia
entre las universidades autónomas y el gobierno nacional.
Tercero, el socavamiento de la
autonomía universitaria, creando mecanismos electorales inconstitucionales que
desnaturalizan el objeto de la universidad y aumentando el porcentaje de
estudiantes asignados a las casas de estudio por medio del Consejo Nacional de
Universidades, reduciendo la autonomía de las universidades para controlar su
ingreso. La cuota que tradicionalmente asignaba el CNU de los nuevos ingresos
de estudiantes era de 30%, de acuerdo a las últimas decisiones este porcentaje
se ha incrementado a 40%, y hay perspectivas de que este porcentaje aumente
progresivamente, hasta eliminar la potestad de las universidades para controlar
el ingreso estudiantil.
Finalmente, para Tulio Ramírez, el
modelo socialista, centralizador, ideologizante, controlador, es incompatible
con la autonomía universitaria.
Jesús
“Chuo” Torrealba: “la
escuela actual está formando antivalores”
Para Torrealba nos encontramos en
medio de una profunda fractura institucional. Anteriormente había un problema
de eficiencia y cobertura en las instituciones del Estados. En la actualidad no
solo se ha agravado el fenómeno, sino que las instituciones están funcionando
contra sus propios objetivos. Es allí donde señala lo que está ocurriendo en
las escuelas de los sectores populares, donde dichas instituciones están
formando a los niños en los antivalores de la violencia y la resignación, al
convertirse en un entorno propicio para la expansión del narcotráfico y de la
delincuencia.
Denuncia además el bloque a que están
sometidos los docentes especializados provenientes de los Pedagógicos por parte
del Ministerio de Educación, como política excluyente del gobierno.
Por último, recalcó la necesidad de
que el tema educativo sea asumido como prioridad por parte de la sociedad como
una toma de posición respecto al futuro.
Robert
Rodríguez: “el
gobierno está aniquilando el rol del docente”
Rodríguez se centró en su presentación
en evaluar los cambios que han venido ocurriendo en las condiciones para el
ejercicio de la profesión docente en la Educación Media. En primer lugar señaló
que el denominado “milagro educativo” gubernamental ha sido un rotundo fracaso.
No existe una Ley de Educación Básica.
Ha caída la matrícula educativa pública, excluyéndose entre 2003 y 2012 a
1.526.000 alumnos. En Venezuela están empleados 531 mil docentes, 316 mil en la
educación pública y 109 mil en la privada.
Para subsanar el déficit necesitamos
264.118 docentes especialistas, a 12 horas, o 132.059 docentes a 24 horas. Pero
sigue cayendo la matrícula y la demanda de estudios en las escuelas de
Educación, al no existir incentivos para que se incremente. Por ejemplo, entre
2007 y 2012, en la UPEL, se han graduado apenas 23.675 docentes, contando en la
actualidad con una matrícula 115 mil estudiantes.
Ratifica Rodríguez que “sin docentes
especialistas no es posible el desarrollo en Venezuela”. Las políticas del
gobierno respecto al tema han estado marcadas por la improvisación, la
ignorancia y la persecución política”, hasta finalmente ir aniquilando el rol
del docente y de la escuela. Para Rodríguez es imperativo aumentar el salario
de los docentes y construir más escuelas en aquellos lugares donde se encuentre
la población que lo necesite.
Luis
Bravo Jáuregui:
“estamos en el peor momento de decrecimiento de la matrícula educativa”
Ratifica Bravo Jáuregui que no hubo un
milagro educativo durante este gobierno y que desde 2006 estamos viviendo el
peor momento de decrecimiento de la matrícula educativa. Hay un
estrangulamiento financiero de las instituciones educativas y nos encontramos
muy lejos de un milagro de inclusión educativa.
Uno de los factores del retroceso
educativo es que las escuelas no están ubicadas donde la población está
creciendo. La población se está desplazando y la escuela no acompaña este
desplazamiento, trayendo consigo retroceso en la matrícula escolar y exclusión
social.
Señaló Bravo Jáuregui que la UNESCO
nunca otorgo ningún reconocimiento a Venezuela como “territorio libre de
analfabetismo” y, de acuerdo a sus cifras, la campaña de alfabetización también
constituyó un fracaso gubernamental.
Ha habido una reducción del porcentaje
de la inversión educativo respecto al PIB los últimos años, de acuerdo a cifras
del SISOV. A esto debemos agregar una creciente crisis de la infraestructura
educativa, que es ocultada detrás de cifras inconsistentes y contradictorias
que publica el gobierno nacional. Por último denunció Bravo la crisis del
Programa Alimentario Escolar, PAE.
Recibido por correo.
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