ALFREDO MEZA Caracas 17 OCT 2014
Caracas importa crudo de Argelia para
proteger sus reservas de divisas
El Gabinete de Maduro ha pedido una
reunión urgente de la OPEP
La noticia ha caído muy mal entre los
opositores del presidente venezolano Nicolás Maduro. Según informó la agencia
Reuters, Venezuela espera para el 26 de octubre un cargamento de crudo
proveniente de Argelia. Varios analistas indican que ese envío, que aún no ha sido confirmado por la estatal Petróleos de
Venezuela (Pdvsa), es una afrenta a la soberanía del país que cuenta con las
mayores reservas de petróleo del mundo.
En realidad se trata de una tímida e
insuficiente demostración de pragmatismo. El Gobierno venezolano ha tenido que
acudir a esa medida de urgencia para tratar de recortar gastos en medio del
descenso de la cotización de la cesta petrolera venezolana —el precio medio del
barril de los distintos tipos de crudo del país, que cerró el viernes en 82,72
dólares, unos 65 euros— y la imposibilidad de incrementar la producción a corto
plazo.
Venezuela produce crudos extrapesados en la faja petrolífera
Hugo Chávez, localizada en el sureste del país, que, por su densidad, requieren
ser mezclados con otros componentes para luego ser procesados en las refinerías
locales. El elevado costo de la nafta, el diluyente que se está usando,
pagado al contado, impactaba de manera significativa en las cuentas de Pdvsa.
En este contexto de disminuidas reservas de divisas internacionales y de
elevadas obligaciones fiscales, cualquier ahorro es bien visto.
Según Reuters, Caracas ha preferido
firmar un contrato de suministro con Argelia —que exporta Saharan Blend, un
crudo extra ligero más fácil de refinar— que le permite un alivio en sus
cuentas y darle un respiro al flujo de caja de la estatal petrolera, que
contribuye con 96 de cada 100 dólares que ingresa el fisco nacional.
Es una medida casi imperceptible para
la población. Maduro se ha negado a incrementar, por ejemplo, el precio de la
gasolina —que casi se regala— y otros derivados. El subsidio a ese combustible
costó al Estado en el primer semestre de 2014, según cálculos de la firma
Ecoanalítica, unos 14.592 millones de dólares, un 13,3% más que en el mismo
periodo de 2013.
El Gobierno ha preferido entregar menos
dólares al sector privado de la economía, que tiene deudas con sus proveedores,
que han causado una creciente escasez, desde el papel higiénico hasta los
medicamentos. En Venezuela rige un severo control cambiario desde 2003.
En este escenario crítico el Gobierno
ha dado otras muestras de pequeño pragmatismo. Pdvsa ha decidido recortar los
envíos de crudo que no generan ingresos —como el acuerdo de PetroCaribe, que
establece intercambio de petróleo por bienes esenciales para la economía
local—. La producción petrolera local se contrajo en 195.000 barriles diarios
en el segundo trimestre de 2014. Actualmente, según firmas independientes, roza
los 2.700.000 barriles.
Maduro asegura que el Gobierno tiene
“planes, para pasar cualquier situación así tiren los precios del petróleo
donde los tiren, para sustituir y garantizar las divisas que necesita el país
para el funcionamiento de la economía”.
El economista Francisco Faraco aseguró
a este diario que para mantener el nivel de gastos del Gobierno requeriría de
una cotización de 120 dólares por barril, algo impensable en el actual
contexto.
Maduro solicitó una reunión urgente de
la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que tiene previsto
un encuentro el 27 de noviembre, para plantear recortes de la producción y evitar
la caída de los precios, pero uno de los miembros más poderosos de la alianza, Arabia
Saudí, no parece muy apurado y está dispuesto a aceptar el precio del mercado.
Además, hay una sobreoferta de
petróleo debido al incremento de la producción a partir de esquistos (un tipo
de roca) en EE UU, a la desaceleración del crecimiento de China y la cada vez
más lenta recuperación de la eurozona.
Ante este escenario, el consenso de
los analistas de la OPEP, la Agencia Internacional de Energía y el Departamento
de Información Energética de Estados Unidos es que la demanda mundial de
petróleo crecerá 1,2% este año, un crecimiento a la par con el de la oferta.
Las cuentas de Venezuela comienzan a exhibir la realidad del mercado petrolero
mundial. A fines de la semana pasada tenía poco más de 19.000 millones de
dólares en reservas internacionales, el nivel más bajo desde octubre de 2003.
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