SILVIA AYUSO
Washington 20 FEB 2015
Representantes de la política y de diversas organizaciones critican la
falta de respuesta de la región ante las últimas detenciones en Venezuela
“¿Qué
más hará falta para que los gobiernos de América Latina levanten su voz en
contra de la violación de derechos humanos en Venezuela?”. La pregunta la
lanzaba el expresidente colombiano Andrés Pastrana tras la
detención del alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma,
acusado por el Gobierno de Nicolás Maduro de estar detrás de un presunto golpe
de Estado.
Otros
expresidentes como Álvaro Uribe o Sebastián Piñera comparten su preocupación.
No son los únicos. El director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco,
se ha desgañitado reclamando que los gobiernos de la región “presionen” a
Venezuela en relación con los derechos humanos. Pese a todo, la primera
reacción mayoritaria de los gobernantes de la región ha sido, una vez más, el
silencio.
Apenas
Estados Unidos, al que Caracas acusa de estar involucrado en los presuntos
planes golpistas, ha salido abiertamente al frente a negar los señalamientos y
manifestar su “profunda preocupación” por la “escalada de intimidación” del
Gobierno venezolano, según Roberta Jacobson,
secretaria de Estado adjunta para la región. Jacobson también instó a la región
a que “trabaje para asegurar que el gobierno de Venezuela cumpla su compromiso
común con la democracia”.
Según
el secretario general de Unasur, Ernesto Samper,
la organización sudamericana ya está en ello. El colombiano anunció en Radio
Caracol que los cancilleres de Brasil, Ecuador y Colombia viajarán la semana
próxima a Venezuela, tras lo cual podría celebrarse una reunión extraordinaria
para examinar “posibles salidas” a la situación. “El hecho de que uno esté
haciendo una tarea discreta no quiere decir que no tengamos una preocupación
sobre el futuro de Venezuela, ni que estemos haciendo nada. Estamos
trabajando”, aseveró. Algo insuficiente, considera Santiago Canton,
exsecretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
y ahora director del Centro Robert F. Kennedy para los Derechos Humanos. “Ya es
tarde”, denunció, y acusó a Unasur de “complicidad” en la situación actual
venezolana. “Tal vez hagan algo ahora, pero ya son responsables, en particular
Unasur”, subrayó, aunque tampoco restó responsabilidades a otras organizaciones
regionales que tampoco “han hecho nada”. Porque no solo la Organización de
Estados Americanos (OEA) cuenta con una Carta Democrática, recordó; también
Celac, Unasur o Mercosur tienen cláusulas de derechos humanos. “Estas
organizaciones son responsables de lo que está pasando”, afirmó Canton.
La
diputada opositora María Corina Machado pidió a la OEA una reunión de
emergencia para tratar la situación. El secretario general saliente, José
Miguel Insulza, reconoció la “fuerte alarma” provocada por la forma en que fue
detenido Ledezma y llamó a “detener los hechos que conducen a una espiral de
polarización y que hace imposible la búsqueda de acuerdos que reúnan la
voluntad de todos los sectores”.
Para
el presidente del laboratorio de ideas del Diálogo Interamericano, Michael
Shifter, no se trata de una falta de preocupación de los gobiernos regionales.
“No saben qué hacer porque incluso las críticas más suaves de los líderes
latinoamericanos han sido recibidas con una respuesta agresiva de Maduro”,
explicó. “Los gobiernos latinoamericanos tienen la sensación de que Maduro no
es susceptible a presiones externas”, señaló, “pero eso no es excusa para no
adoptar una postura pública decidida”.
Santos
rechaza las acusaciones del Gobierno venezolano
ELIZABETH
REYES, BOGOTÁ
El
presidente colombiano Juan Manuel Santos mostró su preocupación por la
detención de Ledezma pidiendo que se le otorguen “todas las garantías” para un
debido proceso. “Hemos manifestado —en privado y en público— nuestro deseo de
que a los opositores se les respeten sus derechos. Inclusive hemos pedido la
libertad de Leopoldo López”, dijo en la tarde del viernes.
En
una alocución televisada también negó que desde Colombia exista “complot alguno
contra ningún Gobierno” como lo ha insinuado Nicolás Maduro diciendo que existe
un eje Madrid-Bogotá-Miami que conspira permanentemente contra Venezuela. “Si
llego a conocer algo concreto en este sentido, no solo lo condenaría sino que
actuaría con toda la contundencia de la ley”, agregó. También contó que en las
últimas 24 horas ha promovido consultas con otros países de la región para
buscar soluciones a la crisis que afronta Venezuela con quien Colombia comparte
una frontera de 2.200 kilómetros.
Santos,
que recordó que maneja la diplomacia con prudencia y no con insultos a pesar de
las diferencias que tiene con el Gobierno de Maduro, es de los pocos
mandatarios sudamericanos que se han pronunciado sobre la convulsa situación
que vive Venezuela y ha dicho que mantiene abiertos canales de comunicación tanto
con Maduro como con la oposición. “Siempre hemos creído que lo mejor es
promover el diálogo directo entre el Gobierno y la oposición, para que entre
ellos busquen la mejor salida y la mejor solución a las difíciles
circunstancias que hoy enfrentan. Creemos que solo así Venezuela encontrará
nuevamente la estabilidad política, económica y social que se merece”, dijo.
Tomado
de: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/02/20/actualidad/1424464279_131533.html
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