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domingo, 8 de febrero de 2015

La revolución papa frita, por Eugenio Montoro


6 de febrero 2015

De alguna manera habrá que recordar este período tan chiflado. La falta de papas fritas en McDonald´s reemplazadas por yuca posee los elementos para convertirse en estribillo. Por una parte nos recordará la enorme escasez hasta para afectar a la cadena de hamburguesas más conocida del mundo y por tener el suficiente humor que retrata bien a los dirigentes chavistas en su inmensa capacidad para hacer las cosas mal.

Desde que Chávez propuso, muy serio, los gallineros verticales y los huertos organopónicos, el país empezó a darse cuenta de que estos comunistas caribeños pueden proponer soluciones a grandes problemas con ideas cómicas que ni ellos se dan cuenta.

Un día le contaron al pobre Chávez que construir un gasoducto desde Venezuela hasta Argentina sería algo heroico y le gustó la idea. Repetía el asunto cada vez con más entusiasmo, hasta que algún nube negra le dijo que el gas estaba profundo y debajo del mar y que para sacarlo se requerían muchos años y camiones de dinero y que por lo pronto no teníamos mucho y hasta Colombia nos vendía gas. Dicen que el Comandante se fumó cuatro cigarrillos seguidos y se quebró un diente de la rabia.

Otro día se disgustó con el gobierno de Colombia y sin pensarlo mucho envió batallones y soldados que hizo temer a muchos que tendríamos una guerra causada por las incontrolables malcriadeces de Chávez. Por fortuna algunos militares le aconsejaron que mejor arreglase la vaina por teléfono porque Colombia estaba muy lejos.

Como método de mantenernos distraídos  Chávez usó mucho, ahora también Maduro, el cuento de suspenso de que se había descubierto un horrible plan  de magnicidio. En realidad nunca nadie le tiró ni un cubo de agua para que le diera gripe así que se convirtió en chanza.

Pero lo más divertido está sucediendo ahora. Maduro y su craneoteca de los genios, presionado por los muchos problemas de abastecimiento, colas, inflación, falta de dólares, inseguridad y centenares de conflictos, inventa a cada rato.

Hay que usar capta huellas dice Maduro y al mismo tiempo otro pendejo comunista dice que hay de todo. No, mejor que pidan la cédula. Las colas se ven muy feas y los pitiyanquis les hacen fotos. Prohibido hacer fotos y las colas las meten en los estacionamientos o en el sótano.

Para comprar pañales que traigan copia de la partida de nacimiento, no, mejor el original. Aquí tenemos de todo solo que nos tienen fregados con una guerra económica. Cuánto cuesta ese caucho nuevo. No eso está muy caro, exprópiese.

Me quieren dar un golpe. Que no se equivoque el imperio que aquí tenemos todo listo para el contra ataque. Mira tú llama a Samper a ver si nos consigue una entrevista con los gringos.

Pobre Maduro. Se le acabó la gracia y el país ya está serio. Quizás le podamos regalar un chistecito de despedida a Maduro y su combo. “Están pasando más trabajo que caimán en Coro”.

Bueno este cuento se acabó. Viene aire fresco.

Eugenio Montoro
montoroe@yahoo.es

Recibido por correo electrónico



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