Por Ludmila Vinogradoff
En Venezuela, todas las encuestas coinciden en
pronosticar una victoria segura de la oposición en
las parlamentarias del próximo 6 de diciembre, pero esto no es suficiente
para lograr una mayoría cualificada o absoluta para impulsar un cambio de
régimen. La gestión negativa del presidente Nicolás Maduro ha
sido rechazada por el 82% de los venezolanos.
Por primera vez en 16 años de chavismo, hay «vientos de cambio» y la oposición
aparece favorita en las elecciones legislativas. Tiene una ventaja holgada de
entre 20 y 30 puntos, pero necesita «arrasar» en las urnas para asegurarse la
mayoría absoluta de la Asamblea Nacional porque, a pesar de los pronósticos
apuntan quelogrará más votos, obtendrá menos diputados, coinciden los analistas
políticos.
Así ocurrió en las elecciones de 2010 cuando la oposición
superó al chavismo con el 52% de los votos pero obtuvo menos diputados. El
chavismo logró 98 de los 167 escaños en disputa. Estos son equivalentes a un
59,4% de los puestos de la Asamblea Nacional, a pesar de obtener apenas el
48,13% de los votos.
En previsión de una posible
derrota, esta vez el oficialismo modificó la estructura de los circuitos
electorales (distritos) donde no hay presencia de la oposición
para asegurarse al menos 35 escaños antes de comenzar el escrutinio
de los votos.
La ventaja de la oposición
sobre el oficialismo, según la mayoría de las encuestas, podría ser
contrarrestada con el «arsenal de trampas y arbitrariedades» preparadas de
antemano por el chavismo, que convierten el ejercicio electoral en lo que
muchos han descrito como «un fraude en cámara lenta», advierte Oswaldo
Ramírez, director de ORC Consultores.
Observadores internacionales
La coalición opositora Mesa de la
Unidad Democrática (MUD) ha denunciado la arbitrariedad de
los distritos electorales manipulada por el Consejo Nacional Electoral (CNE),
la inhabilitación de sus candidatos, la utilización de los
medios de comunicación y recursos públicos en la campaña del
oficialismo, el cierre y estado de excepción en los estados fronterizos.
Por eso pide observadores internacionales.
A pesar de todo lo
mencionado, la oposición cuenta con el favor de la mayoría de los venezolanos,
deseosos de un cambio después de sufrir un modelo agotado y fracasado
que ha puesto a la deriva al país con las mayores reservas de
petróleo en el mundo.
El voto castigo ha
echado raíces profundas en el electorado, después de soportar en los últimos
tres años de Maduro largas colas para conseguir alimentos y medicinas. A
la crónica escasez se ha sumado la inseguridad, con un saldo de 25.000
asesinatos al año y la inflación de casi el 200%, la más alta del mundo,
sostiene el politólogo Jhon Magdaleno, director de Datos.
«La oposición está ganando
en los bastiones chavistas»
Magdaleno confiesa que en
los 16 años de chavismo nunca había visto nada igual. «La oposición está
ganando en los bastiones chavistas» y pone como ejemplo el avance de las
fuerzas democráticas en «todos los circuitos electorales donde el predominio
oficialista era abrumador, como en los estados Barinas (distrito de
tres diputados), el circuito 1 de Cojedes, el 3 de Guárico, el 1
deAragua, el 4 de Falcón y el 2 y el 3 de Trujillo».
La MUD no se conforma
con lograr una mayoría simple, afirma su secretario ejecutivo, Chúo Torrealba, porque la labor legislativa
estaría muy limitada, sería de manos atadas. En la campaña los candidatos
opositores deben afrontar toda clase de trampas, zancadillas y ventaja en el
acceso los recursos por parte del Gobierno. Para lograr una mayoría
cualificada, «los chavistas deberían abstenerse de votar para que la
oposición pueda darles una paliza en las urnas”, alega Félix Seijas,
director de la firma Delpho. Y esa posibilidad no es tan remota porque el
« 80% de los chavistas quiere un cambio político y de ese porcentaje la
mitad, el 40%, quiere que Maduro se vaya», afirmaEdgar Gutiérrez, director
de la encuestadora Venebarómetro.
No caer en el triunfalismo
Gutiérrez aseguró a ABC que
la oposición podría ganar con más de 61% de los votos, mientras que el Partido
Socialismo Unido de Venezuela (PSUV) perdería con el 39% de los sufragios. Se
refirió a los resultados de su última medición, realizada esta semana.
Sin embargo, Oswaldo
Ramírez, de ORC Consultores, recomienda a los candidatos opositores no caer en
el triunfalismo y hacer campaña casa por casa ante las ventajas
utilizadas por el chavismo. Luis Vicente León de Datanálisis también
advierte a los opositores que no se duerman en los laureles y refuercen su
presencia en las zonas chavistas.
10-11-15

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