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martes, 3 de noviembre de 2015

PMVP: retorno a la externalidad por premura electoral, @jesusalexis2020



Por Jesús Alexis González, 02/11/2015

Sostiene el Gobierno Nacional, que “al pueblo lo que le ha faltado son los productos que controla la burguesía (….) siendo necesario abordar el proceso de distribución”, apuntalando dicho planteamiento con el siguiente texto que debe ser colocado en la vidriera del establecimiento supervisado: “En línea con lo estipulado por el Comando Nacional de Precio Justo de la mano con el Ejecutivo Nacional, procederemos ajustar los precios de nuestros productos en un -30% para garantizar al pueblo el acceso de nuestros bienes y servicios”. Tal accionar, representa un manifiesto solapamiento de la inflación como motor de  la inestabilidad económica impulsada por deficientes políticas en materia monetaria y fiscal (e ideológica), que ahora intentan revertir (mediáticamente) apelando de nuevo al control artificial de precios y ganancias ¡para toda la economía! restando importancia al efecto negativo que tiene sobre el funcionamiento del aparato productivo nacional al tiempo de castigar a la sociedad con escasez y desabastecimiento; hasta asumir con descarado reduccionismo que la culpa del actual desastre económico recae en el sector privado (¡!) en teórica complicidad con “industriales y comerciantes especuladores”; cuyo enfoque es difícil de “entender” ya que estos actores del proceso reciben (algunos) divisas mediante autorización y supervisión gubernamental, que en tal caso convierte a la burocracia  en “cómplice necesario” para poder delinquir en contra del bienestar nacional, encubriendo su nefasto accionar con la simpleza de instrumentar como “política publica” la fijación de un margen máximo de ganancia del 90%, correspondiéndole al productor un 30% sin alternativa de variación so pena de clausura o cárcel.

En respeto al ejercicio profesional de la economía, no entramos a evaluar las utópicas bondades del PMVPya que estaríamos contribuyendo al apuntalamiento de la externalidad en cuanto a que la culpa del desastre económico no recae en el Gobierno ¡sino en otros! facilitándole no dar explicaciones al ciudadano sobre las imperfecciones generadas por su mal adelantada “política económica” y sobre las estrategias que debe instrumentar en aras de contener la vertiginosa caída del bienestar de la población a la luz de una hiperinflación que vuelve migajas la confianza en el bolívar, la calidad de vida y la movilidad social propiciada  por la persecución implacable de un socialismo abiertamente rechazado por la realidad histórica; amparada dicha absurda intención por un militarismo implícito que cede sus  conceptos transversales en pro de compartir el poder, como es el caso tanto del denominado Estado Mayor del Plan de Recuperación Económica de enero 2015 (Generales y Jefes de todos los ramos que componen una división, y punto central donde deben determinarse y vigilarse todas las operaciones) conducido personalmente por el Presidente de la Republica (¿en su condición de Comandante en Jefe?); así como por el recién creado Comando Nacional de Precios Justos (pequeño grupo de tropas de choque, destinado a hacer incursiones ofensivas en terreno enemigo) que enfrenta, inferimos, a un rival imaginario que según el oficialismo recibe apoyo externo de los EEUU (¿?) e internamente de la burguesía (¡!); que de ser cierto nos haría temer sobre un indeseable conflicto bélico en el campo real habida cuenta de no haber podido “derrotar al enemigo” en un simulacro de guerra luego de más de 13 años de pleno control de la economía, donde vienen imponiendo un precio máximo que genera pérdidas de rentabilidad estimulando el deseo de abandonar la “lucha” hasta reducirla  oferta (producción) del respectivo sector (mas escasez).

En la presente crisis, surge la pertinencia de resaltar algunos problemas de nuestra economía que por sabidos se callan y por callarse se olvidan tales como que reflejamos la inflación más alta del mundo con obvio efecto sobre el incremento de los precios; que experimentamos una persistente escasez de bienes y largas colas para poder adquirir (los que tengan suerte) la poca oferta resultante de la ínfima producción nacional ante la obviedad de no contar el empresariado con divisas para importar materia prima (y mucho menos para la innovación y actualización tecnológica), no compensada por la ineficiencia del aparato productivo dependiente del sector público; que el crecimiento excesivo de la liquidez monetaria a la luz de la continua emisión de dinero inorgánico por parte del BCV ha propiciado que supere su capacidad de uso incidiendo por ende en su poder de compra; que luego de una larga vigencia del control de cambio (05/02/2003) originalmente “fundamentado” en evitar la fuga de divisas y controlar el precio de los alimentos, hoy se observa un claro fracaso de ambas intenciones habiéndose “fugado” una cifra superior a los 300.000 millones de US$ al tiempo de reflejar una torpeza de la “dictadura cambiaria” tanto en materia de importaciones como en facilitar las “bondades” de un mercado paralelo  que convierte un dólar preferencial (liquidados con supervisión gubernamental) en el mejor negocio posible en Venezuela para aquellos con tentáculos con el poder ( más del 40% de los honestos importadores deben ir al paralelo).

Resulta oportuno recordar, que el control de cambio arrancó con una tasa de Bs 1.600/$(2003) que varió hasta Bs 2.150/$ (marzo 2005) en devastadora paridad que ocultaron con el artificio contable de la eliminación de tres ceros de la moneda mediante el proceso de reconversión monetaria ejecutado por el BCV, de donde emergió por arte de magia financiera  una tasa de ¡¡ Bs 2,15/$!! de nulo impacto favorable sobre el desenvolvimiento económico pero hábilmente utilizado como estandarte mediático de una “justa paridad cambiaria”, que aún hoy día está propiciando, con sobrada razón, que suenen sirenas de alarma cuando nos acercamos a una paridad de Bs 800/$ ya que en retrospección equivale a unos Bs 800.000/$. En fin, el Gobierno recurre a la estrategia populista más sencilla: acusar a los industriales y comerciantes de estar boicoteando la economía; pero de crear las condiciones para inducir una mayor y mejor oferta nada se dice ya que solo les interesa mantenerse en el poder ¡¡como sea!!


Economista Jesús Alexis González
@jesusalexis2020

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