Por Ricardo Barbar
—¿Sabes qué película es
buena? La de Sylvester Stallone donde se tiene que poner un casco y hace de
todo con la tipa, pero no se tocan.
Lo cuenta un hombre en la
estación Los Dos Caminos, horas después de que Delcy Rodríguez confirmara dos casos de coronavirus en
Venezuela, prohibiera las aglomeraciones públicas y ordenara el uso obligatorio
de tapabocas en el Metro de Caracas.
El hombre se refiere
a Demolition Man, donde Stallone protagoniza a un policía congelado en el
tiempo y descongelado años después para combatir a un criminal. En esa nueva
temporalidad encuentra un mundo distinto: el intercambio de fluidos está
prohibido y las personas tienen sexo a través de un casco estimulador.
La noche del viernes 13 de
marzo los andenes del Metro de Caracas estaban vacíos. Nada comparado con los
viernes de quincena típicos, con vagones húmedos, abarrotados de gente, y filas
de personas en los andenes esperando para montarse. En el andén de Altamira,
había unas cuantas personas, algunas con tapabocas, otras con mascarillas
improvisadas.
Al final de la noche,
Nicolás Maduro reiteró el uso de tapabocas como medida obligatoria. No explicó
lo señalado por la Organización Mundial de la Salud: que las mascarillas no son
una medida que evita el contagio de la enfermedad Covid-19, y que es más útil que
las personas con síntomas y contagiadas, así como el personal médico las
utilicen. La organización agrega que si se va a
usar mascarilla hay que lavarse las manos antes. Su eficacia aumenta si se
combina el lavado frecuente de manos con una solución hidroalcohólica, o con
agua y jabón. No hay que reutilizar mascarillas desechables.
Al día siguiente dos
funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, con guantes y tapabocas,
reciben a los pasajeros en los torniquetes de la estación Los Dos Caminos.
Exigen el uso de tapabocas.
—El tapaboca que tengo son
dos botellas de ron –le contesta un hombre.
—¿No tienes un trapo o algo?
–responde el guardia.
El hombre saca una
mascarilla azul de su bolso y continúa su camino. Luego dice:
—El virus le tiene miedo a
lo caliente. A lo frío no. El ron es alcohol: mata todo.
La Organización Mundial de
la Salud (OMS) no ha confirmado que las altas temperaturas tengan efectos sobre
el virus. Los especialistas están estudiando una enfermedad nueva, surgida
apenas en diciembre de 2019 en Wuhan, China, y que ha sido declarada pandemia.
La Covid-19 afecta el sistema respiratorio. Hay al menos 152.428 casos confirmados, se
ha propagado en 141 países y ha ocasionado la muerte de 5720 personas.
En los vagones abundan los
consejos: “Toma vitamina C”, “Toma bastante agua porque
la bacteria se aloja en la garganta y con el agua pasa”.
Abunda la paranoia: “No
toques nada”. Gente saca guantes clínicos usados y guantes de tela. Alguien
dirá que hoy también los vagones están solos, pero quienes viajan llevan la
boca tapada con cualquier cosa. Somos como los virus: queremos
sobrevivir.
Pañuelos, trozos de tela,
tapabocas de construcción, tapabocas clínicos, tapabocas sin ligas, franelas,
toallas, máscaras antigás. Hoy hasta los vendedores y pedigüeños llevan algo
puesto.
Cinco guardias en la
estación Plaza Venezuela no dejan pasar a nadie que no lleve tapabocas. Uno de
ellos explica a una persona, que llegó sin protección, que los tapabocas se
pueden hacer con cualquier material, que son tiempos difíciles y que el país se
saca adelante con creatividad. Dos usuarios logran pasar por los torniquetes y
el guardia nota que no llevan mascarilla. Ordena que los regresen.
—A ver si leen. Eso lo
tienen que utilizar las personas enfermas. Eso no sirve para evitar el contagio
–le contesta el hombre que ya va de vuelta a la salida.
El guardia se acomoda la
mascarilla. Lo ideal sería no tocarse la parte delantera; también sería llevar
una mascarilla con filtro, como la N95, como recomienda la OMS.
Un grupo de personas se ha
quedado en los torniquetes esperando. No se moverán hasta que los dejen entrar.
Una mujer dice que ella no puede pagar 350 mil bolívares por una mascarilla
porque gana 150. El guardia le dice que no puede pasar.
La OMS informó, a
principios de mes, que desde el inicio de la Covid-19 los equipos de protección
personal han aumentado de precio. Ley de oferta y demanda. Las mascarillas
quirúrgicas se han multiplicado por seis, el precio de los respiradores N95 por
tres y el de las batas por dos.
La más preventiva de las
medidas es imposible de cumplir en el subterráneo caraqueño. Nadie puede estar
a un metro de distancia, como recomienda la OMS, en un lugar que
reúne a tantas personas. Cuando una persona contagiada con la enfermedad tose o
estornuda, expulsa gotas que son pesadas y no pueden mantenerse en el aire a
más de un metro de distancia. El ritmo de contagio de la enfermedad es alto: la
OMS estima que cada paciente puede contagiar entre 2 y 2,5 personas cuando no
hay medidas de cuarentena y contención del virus. Si alguien respira o toca
superficies contaminadas con esas gotas, también puede contraer Covid-19.
Como medida de prevención,
Maduro suspendió las clases y prohibió eventos y aglomeraciones públicas, desde
el viernes 13 de marzo. Dijo que los restaurantes no podían recibir personas y
solo podían vender comida para llevar. En los próximos días evaluarán la
suspensión de actividades laborales. Además, el Ministerio de Transporte
anunció un plan de mantenimiento, limpieza y desinfección diaria de todo el
sistema, trenes y estaciones.
En la estación Capitolio, un
miliciano recibe los tickets de entrada. Lleva guantes, pero no tapabocas. Toca
a cada persona que le entrega el boleto. No les exige mascarilla u otro tipo de
protección. Cada uno pasa y dice algo.
—Lo que hay es que creer en
Dios.
—Hay gente traumada. Si
uno se va a morir, se muere y ya.
La caseta de vigilancia dice
por el altoparlante que el uso de las mascarillas es obligatorio. Pero hay
demasiada gente que no la lleva. El miliciano replica:
“Uno pide 100 tapabocas y
traen 20. Así es todo. La otra vez pedimos cloro para limpiar y nos trajeron
gasolina”.
***
¿Cómo prevenir el contagio?
La recomendaciones
principales de la OMS son:
1.
Lavar las manos con agua y jabón con
frecuencia, o usar gel desinfectante con una base de alcohol de al menos 60%.
2.
Evitar tocarse la cara con las manos.
3.
Cubrirse al toser o estornudar con la parte
interna del brazo.
4.
Evitar el contacto con personas infectadas.
5.
Mantenerse al menos a un metro de distancia
de otras personas.
6.
Evitar actos públicos con asistencia masiva.
7.
Desinfectar las superficies con las que se
tiene contacto frecuentemente
8.
Permanecer en casa si presenta síntomas.
***
Si usted ha viajado o ha
tenido contacto con personas que hayan estado en países afectados, o presenta
síntomas similares a los de la enfermedad, consulte a su médico.
15-03-20
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