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lunes, 16 de marzo de 2020

El tapaboca que tengo son dos botellas de ron por @prodavinci



Por Ricardo Barbar


—¿Sabes qué película es buena? La de Sylvester Stallone donde se tiene que poner un casco y hace de todo con la tipa, pero no se tocan.

Lo cuenta un hombre en la estación Los Dos Caminos, horas después de que Delcy Rodríguez confirmara dos casos de coronavirus en Venezuela, prohibiera las aglomeraciones públicas y ordenara el uso obligatorio de tapabocas en el Metro de Caracas. 

El hombre se refiere a Demolition Man, donde Stallone protagoniza a un policía congelado en el tiempo y descongelado años después para combatir a un criminal. En esa nueva temporalidad encuentra un mundo distinto: el intercambio de fluidos está prohibido y las personas tienen sexo a través de un casco estimulador.

La noche del viernes 13 de marzo los andenes del Metro de Caracas estaban vacíos. Nada comparado con los viernes de quincena típicos, con vagones húmedos, abarrotados de gente, y filas de personas en los andenes esperando para montarse. En el andén de Altamira, había unas cuantas personas, algunas con tapabocas, otras con mascarillas improvisadas. 

Al final de la noche, Nicolás Maduro reiteró el uso de tapabocas como medida obligatoria. No explicó lo señalado por la Organización Mundial de la Salud: que las mascarillas no son una medida que evita el contagio de la enfermedad Covid-19, y que es más útil que las personas con síntomas y contagiadas, así como el personal médico las utilicen. La organización agrega que si se va a usar mascarilla hay que lavarse las manos antes. Su eficacia aumenta si se combina el lavado frecuente de manos con una solución hidroalcohólica, o con agua y jabón. No hay que reutilizar mascarillas desechables.

Al día siguiente dos funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, con guantes y tapabocas, reciben a los pasajeros en los torniquetes de la estación Los Dos Caminos. Exigen el uso de tapabocas. 

—El tapaboca que tengo son dos botellas de ron –le contesta un hombre.

—¿No tienes un trapo o algo? –responde el guardia.

El hombre saca una mascarilla azul de su bolso y continúa su camino. Luego dice:

—El virus le tiene miedo a lo caliente. A lo frío no. El ron es alcohol: mata todo. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha confirmado que las altas temperaturas tengan efectos sobre el virus. Los especialistas están estudiando una enfermedad nueva, surgida apenas en diciembre de 2019 en Wuhan, China, y que ha sido declarada pandemia. La Covid-19 afecta el sistema respiratorio. Hay al menos 152.428 casos confirmados, se ha propagado en 141 países y ha ocasionado la muerte de 5720 personas

En los vagones abundan los consejos: “Toma vitamina C”, “Toma bastante agua porque la bacteria se aloja en la garganta y con el agua pasa”. 


Abunda la paranoia: “No toques nada”. Gente saca guantes clínicos usados y guantes de tela. Alguien dirá que hoy también los vagones están solos, pero quienes viajan llevan la boca tapada con cualquier cosa. Somos como los virus: queremos sobrevivir. 

Pañuelos, trozos de tela, tapabocas de construcción, tapabocas clínicos, tapabocas sin ligas, franelas, toallas, máscaras antigás. Hoy hasta los vendedores y pedigüeños llevan algo puesto. 

Cinco guardias en la estación Plaza Venezuela no dejan pasar a nadie que no lleve tapabocas. Uno de ellos explica a una persona, que llegó sin protección, que los tapabocas se pueden hacer con cualquier material, que son tiempos difíciles y que el país se saca adelante con creatividad. Dos usuarios logran pasar por los torniquetes y el guardia nota que no llevan mascarilla. Ordena que los regresen.

—A ver si leen. Eso lo tienen que utilizar las personas enfermas. Eso no sirve para evitar el contagio –le contesta el hombre que ya va de vuelta a la salida. 

El guardia se acomoda la mascarilla. Lo ideal sería no tocarse la parte delantera; también sería llevar una mascarilla con filtro, como la N95, como recomienda la OMS. 

Un grupo de personas se ha quedado en los torniquetes esperando. No se moverán hasta que los dejen entrar. Una mujer dice que ella no puede pagar 350 mil bolívares por una mascarilla porque gana 150. El guardia le dice que no puede pasar. 

La OMS informó, a principios de mes, que desde el inicio de la Covid-19 los equipos de protección personal han aumentado de precio. Ley de oferta y demanda. Las mascarillas quirúrgicas se han multiplicado por seis, el precio de los respiradores N95 por tres y el de las batas por dos. 

La más preventiva de las medidas es imposible de cumplir en el subterráneo caraqueño. Nadie puede estar a un metro de distancia, como recomienda la OMS, en un lugar que reúne a tantas personas. Cuando una persona contagiada con la enfermedad tose o estornuda, expulsa gotas que son pesadas y no pueden mantenerse en el aire a más de un metro de distancia. El ritmo de contagio de la enfermedad es alto: la OMS estima que cada paciente puede contagiar entre 2 y 2,5 personas cuando no hay medidas de cuarentena y contención del virus. Si alguien respira o toca superficies contaminadas con esas gotas, también puede contraer Covid-19.

Como medida de prevención, Maduro suspendió las clases y prohibió eventos y aglomeraciones públicas, desde el viernes 13 de marzo. Dijo que los restaurantes no podían recibir personas y solo podían vender comida para llevar. En los próximos días evaluarán la suspensión de actividades laborales. Además, el Ministerio de Transporte anunció un plan de mantenimiento, limpieza y desinfección diaria de todo el sistema, trenes y estaciones.

En la estación Capitolio, un miliciano recibe los tickets de entrada. Lleva guantes, pero no tapabocas. Toca a cada persona que le entrega el boleto. No les exige mascarilla u otro tipo de protección. Cada uno pasa y dice algo.

—Lo que hay es que creer en Dios.

—Hay gente traumada. Si uno se va a morir, se muere y ya.

La caseta de vigilancia dice por el altoparlante que el uso de las mascarillas es obligatorio. Pero hay demasiada gente que no la lleva. El miliciano replica:

“Uno pide 100 tapabocas y traen 20. Así es todo. La otra vez pedimos cloro para limpiar y nos trajeron gasolina”.

***

¿Cómo prevenir el contagio?
La recomendaciones principales de la OMS son:

1.   Lavar las manos con agua y jabón con frecuencia, o usar gel desinfectante con una base de alcohol de al menos 60%.
2.   Evitar tocarse la cara con las manos.
3.   Cubrirse al toser o estornudar con la parte interna del brazo.
4.   Evitar el contacto con personas infectadas.
5.   Mantenerse al menos a un metro de distancia de otras personas.
6.   Evitar actos públicos con asistencia masiva.
7.   Desinfectar las superficies con las que se tiene contacto frecuentemente
8.   Permanecer en casa si presenta síntomas.

***

Si usted ha viajado o ha tenido contacto con personas que hayan estado en países afectados, o presenta síntomas similares a los de la enfermedad, consulte a su médico.

15-03-20




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