Por José Gregorio Yépez
El analista político y
experto electoral analiza las posibilidades que existen para avanzar hacia una
salida electoral al conflicto político. Asegura que “la oposición venezolana
como está conformada, con sus fortalezas y sus debilidades, en este momento no
tiene ninguna posibilidad de plantear una vía insurreccional para tomar el
poder”
La pandemia impone la
distancia, pero no impide que pueda darse la interacción social y el análisis
del entorno político, económico y social. El pasado 8 de
mayo, Contrapunto sostuvo una conversación vía Instragram, con Andrés
Caleca y revisamos la coyuntura que atraviesa Venezuela.
“La dirigencia política
tiene que poner los pies en la tierra y posiblemente tendrá que prorrogar la
autoridad de la Asamblea Nacional más allá del 5 de enero. Eso no se ha hecho
nunca en el país a ese nivel pero se ha hecho con autoridades regionales con
autoridades locales. Se han prorrogado mandatos de gobernadores de asambleas
legislativas, de alcaldes y de cámaras municipales. Quizás por analogía se
pueda encontrar la fórmula jurídica: No se puede cerrar la Asamblea Nacional el
5 de enero, hasta tanto sean sustituidos en un proceso electoral medianamente
confiable”.
La afirmación, surgió a
propósito de la evaluación de las opciones que existen para cumplir con el
mandato constitucional de realizar elecciones parlamentarias este año.
Caleca, advierte que la
situación obliga a replantearse los escenarios debido a la escena generada por
el coronavirus, los procesos alrededor de la designación de las nuevas
autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE) y las capacidades técnicas
para la realización de un evento comicial.
-Ha señalado que para
realizar unas elecciones ser requieren por los menos 10 meses. ¿En estas
condiciones esa proyección se mantiene?
-Cuando hablamos de
seis meses fue antes de la quemazón de Mariches. La señora Lucena, informó que
del parque de 30.000 máquinas que tenía el CNE quedan 500. Es decir, que el
software que tiene el CNE no sirve, porque estaba diseñado para esas máquinas.
Quien asuma el CNE tendrá avocarse a resolver este tema, en este contexto: Sin
recursos, renovar ese sistema no cuesta menos de 50 o 560 millones de dólares.
Estamos en cero, no solo en el personal y autoridades, sino en plataforma
automatizada respecto a recursos tecnológicos.
Entrevista a Andrés
Caleca
Alerta que la pandemia
global complica el financiamiento: “No atrevo a decir dónde se pueden conseguir
los recursos para esa importación máquinas sustitutas o regresar al sistema
manual. Para que se sepa, eso no es soplar y hacer botellas”.
-¿Qué se requiere para
hacer elecciones manuales?
-Para ir a manual
tienes que entrenar a todo el personal de las mesas electorales en cada una de
las mesas. Son 40.000 mesas con suplentes y principales que hay que entrenar
para que se haga la totalización en todos los barrios, campos y caseríos del
país.
Picados de culebra
En el medio de los
escenarios le planteamos al experto la posibilidad de que se hagan elecciones
vía digital debido a la pandemia y señaló que técnicamente son posibles. Sin
embargo, advierte, que hay algunas limitaciones cualitativas que deben tomarse
en cuenta
“En Venezuela somos
reacios a cambiar el sistema porque estamos picados de culebra, ha habido
demasiado fraude. La solución pasa por tener autoridad electoral que tenga
suficiente respaldo político y suficientes credenciales, para que le devuelvan
la confianza al país. Lo que viene será difícil y ese trabajo está suspendido”,
alerta el analista.
Entrevista a Andrés
Caleca
Destaca que se avanzó
el comité de postulaciones con el nombramiento de los diputados y los miembros
de la sociedad civil “pero se detuvo el proceso por la pandemia. Se ha podido
seguir por vías digitales, pero ha faltado voluntad política”.
“Hay que reconocer los
esfuerzos del diputado Angel Medina, pero no todos tenían el entusiasmo. Ni del
Psuv, ni de los otros partidos. Será que estaban más pendiente de las opciones
de debajo, de un lado de la mesa. Ojalá que nos concentremos en eso. La
oposición es la única fortaleza que tiene”, advierte.
-Si consideramos que
hoy es el día cero… ¿Cuanto tiempo se necesita para tener una elecciones
creíbles en este nuevo escenario?
-La variable pandemia
no la podemos manejar, así que hagamos abstracción de ella. Digamos que las
autoridades electorales están designadas el 1 de junio y ponen a trabajar en
descifrar esa caja que es el CNE y comenzar a poner en orden el Registro
Electoral, su estructura interna, autoridades regionales y demás procesos, en
no menos de un año se pueden hacer una elecciones medianamente confiables. Por
ahí hay gente que dice que, en tres meses se pueden hacer unas elecciones. Una
chambonada la puedes hacer en tres días, como lo de la Asamblea Nacional
Constituyente, pero no sirve de nada, ni para nadie. Trabajando a toda máquina,
con apoyo político, con una pandemia controlada, podrían hacerse en 10 o 12
meses, de verdad que no estoy seguro, pero de lo que sí estoy seguro es que en
menos tiempo no es posible.
A Caleca, le llama
atención que después de los sucesos generados por la llamada Operación Gedeón,
Maduro haya llamado a reactivar el trabajo sobre el CNE, junto con la
liberación de presos políticos.
-¿Esos eventos le dan
un piso político que lo anima proponer la salida electoral al conflicto?
-Es posible que esa sea
la lectura. Yo no creo que lo logren por esa vía.
Operación
Gedeón o “la mamarrachada”
Esta conversación con
Andrés Caleca, comenzó por el análisis de los eventos vinculados con la llamada
Operación Gedeón y su impacto en el escenario político.
Señala que muchos de
los que se rasgan las vestiduras contra esta acción,que no duda en calificar de
“mamarrachada”, son los que también se alzaron en armas contra la idea
construida en el país, de resolver el conflicto político mediante las
elecciones.
“Siento que hay una
doble moral en esto”, sentenció.
Inmediatamente después
de esta observación señaló que “una dirección política seria debe analizar
todas las posibilidades que tienen las distintas vías para la toma del poder.
La realidad es que la oposición venezolana como está conformada con sus
fortalezas y sus debilidades en este momento no tiene ninguna posibilidad de
plantear una vía insurreccional. La única opción real que tienen las fuerzas
democráticas venezolanas es la lucha pacífica, la lucha de masas, la lucha
organizada que haga posible la movilización de la mayoría de un pueblo que
ahora no está movilizado contra un Gobierno ineficaz”.
-¿Son sus convicciones
o es que no existen condiciones objetivas para una insurrección?
-Las dos cosas. Eso
creo y ese es mi planteamiento. Pero además no veo condiciones objetivas para
una insurrección en un país que está postrado, un país que no tiene ninguna
posibilidad de pensar en otra cosa que la comida. La invasión no está en la
agenda de la gente que piensa en la falta de gasolina, en el hambre.
-¿Cuál es el impacto de
esta acción?
-Esto fue una
mamarrachada. Yo no sé de mercenarios, tombos, militares, espías. Yo sé de la
lucha política, la lucha sindical, los partidos, que es donde me he movido desde
que tengo 14 años. Lo que se ha hecho es un desastre que ha favorecido al
Gobierno. Fortalece la unidad de comando del Psuv y fortalece el relato del
Gobierno que afirma está siendo amenazado y ahí está la prueba. Maduro tienen
tres días llorando porque lo iban a matar. Esto lo ayuda a la cohesión de su
base militante que no debe pasar del 15%, pero que le basta para Gobernar.
También lo ayuda al respaldo del sector militar que se ha convertido en un
partido armado y tienen el respaldo de unos cuerpos represivos estupendos que
no tiene parangón en el continente, solo comparado con Cuba. No se puede
combatir un andamiaje militar y policial represivo con las armas de la
violencia. ¡No! Estás condenado a la derrota. La única forma de luchar contra
eso es la organización del pueblo, la organización de masas. Tal como se lo
planteó Venezuela.
-En estas
circunstancias ese trabajo está muy limitado.
-Estamos en cuarentena
agravada porque no hay combustible ni para mover a la población ni al aparato
productivo del país. De manera que la realidad está suspendida. Esto pasará y
Venezuela se tendrá que ir reactivando y el debate político también lo irá
haciendo.
Caleca, indica que la
oposición debe enfocarse en los escenarios electorales que vienen como un
camino “para organizarse, para reagruparse, para repotenciar liderazgos
regionales”.
“Hay que pensar en el
mediano plazo. Vienen elecciones parlamentarias. Se abre la posibilidad de un
revocatorio y después las elecciones de gobernadores. La gente se desespera. Es
todo un escenario político que debe aprovecharse”, afirma Caleca.
Para cerrar esta
evaluación, el analista señala que “quisiera que la oposición venezolana dejara
de ver lo escenarios que tiene debajo, de lado de la mesa y todo ese cuento en
el que hemos perdido los últimos 20 años. Se debe concentrar en la lucha
política que es la única en la que tiene posibilidades de éxito si se logra una
autoridad electoral imparcial, que revise el REP, independiente, que lo depure
que revise las autoridades electorales en todos niveles.
11-05-20
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