Por Roberto Patiño
En medio de las mayores
crisis humanitarias que atraviesa nuestro país, una de las pocas certezas que
aún conserva el venezolano está en la capacidad de trabajo y entrega de nuestro
personal sanitario que sigue aferrado a la frontera que separa a los ciudadanos
de la vida y la muerte.
Hay que tener profundas
convicciones personales y una ética de trabajo inquebrantable, para seguir
asistiendo a centros de salud sin recursos ni condiciones, y aún así exponer la
vida frente a una pandemia letal, con el único incentivo de tratar de salvar al
mayor número de venezolanos que sea posible.
Hay servidores públicos
que, por cotidianos, a veces parecen invisibles, pero que en esta Venezuela tan
llena de urgencias merecen el mayor reconocimiento y solidaridad de sus
ciudadanos. Un agradecimiento eterno y siempre necesario.
Convencidos de ello,
acompañamos el pasado 10 de febrero a los trabajadores de la salud en una
movilización desde el Hospital J. M. de los Ríos hasta la Defensoría del
Pueblo, en su lucha por justas demandas por un sueldo digno y mejores
condiciones de trabajo. No hay contradicción, de eso estamos convencidos, entre
la vocación de servicio del personal sanitario y la necesidad de visibilizar,
exigir y reclamar con determinación, para lograr mejores condiciones laborales
y de vida, para quienes están poniendo en juego su propia existencia para
salvar a otros compatriotas.
Aquel encuentro fue una
oportunidad para volver a escuchar a estos profesionales de la salud y
actualizar la comprensión que tenemos del verdadero tamaño de la crisis
humanitaria que vivimos, una crisis que se instaló en Venezuela, cabe recordar,
mucho antes de las sanciones norteamericanas y europeas, aún cuando el régimen
se empeñe en buscar, fuera de nuestras fronteras, a los responsables de nuestra
tragedia.
Nuestra participación,
en esta manifestación, nos sirvió para reforzar nuestra certeza de que Venezuela,
en estos momentos, no puede por sí misma hacer frente a esta crisis y que
necesitamos con urgencia todo el apoyo internacional en forma de ayuda
humanitaria y en el trabajo de las organizaciones no gubernamentales y de la
sociedad civil que están sobre el terreno.
El régimen tiene que
permitir la entrada de la ayuda humanitaria, apoyar con transparencia y bajo
criterios técnicos y profesionales la cooperación internacional y, sobre todo,
debe garantizar el libre ejercicio de los profesionales, técnicos y voluntarios
de la sociedad civil quienes están expuestos, junto a nuestro personal médico,
a los mayores rigores de la crisis.
Es una exigencia que
cobra más fuerza frente a la pandemia. La llegada de vacunas contra el covid-19
debe estar acompañada de una metodología de distribución que garantice la
transparencia del proceso, atendiendo a criterios de prioridades bien definidos
(primero el personal sanitario y luego la población de mayor riesgo) para
garantizar una inmunización de manera justa.
Desde nuestra
experiencia de trabajo y con el fin de visibilizar los esfuerzos de la sociedad
civil, construyendo redes de trabajo, nos unimos a otras organizaciones y
creamos la Red de Apoyo a los Trabajadores de la Salud y nuestro aporte,
durante los últimos 4 meses del año pasado, a través de nuestro emprendimiento
social Sustento, fue la elaboración y distribución de 1.500 almuerzos diarios a
los trabajadores de 15 hospitales de Caracas.
Desde nuestro espacio
de convivencia estamos convencidos de que la salud, la alimentación y la
educación son los tres pilares fundamentales de la sociedad y que estas bases
se consolidan si vivimos en un sistema democrático y libre, razón por la cual
seguiremos en la calle, junto a los ciudadanos, trabajadores sanitarios y compañeros de otras ONG, luchando por el cambio que
necesita nuestro país.
Creemos en una
Venezuela donde estén presente los valores de la solidaridad, la
productividad y la democracia y este compromiso nos lleva a estar al lado de
los trabajadores de la salud, un gremio que entiende muy bien aquel principio
según el cual quienes no viven para servir, no sirven para vivir.
Gracias a todos quienes
constituyen esa gran comunidad que cuida por la salud de los venezolanos, por
su esfuerzo, dedicación y compromiso.
www.robertopatino.com
01-03-21
https://www.elnacional.com/opinion/quienes-viven-para-servir/
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