Maru Morales P. 12 de marzo de 2021
Venezuela, Cuba y Nicaragua volvieron a aparecer en el
fondo de la clasificación mundial de democracia, junto a naciones como Siria,
Corea del Norte y Bielorrusia. Aunque, de acuerdo con los indicadores del
Instituto V-Dem, Venezuela sigue siendo una autocracia electoral y no una
autocracia cerrada. 68 % de la población mundial vive bajo estos dos modelos.
Caracas. En 2020, la autocratización de los sistemas
políticos globales se tornó viral. A esa conclusión llegó el Instituto V-Dem en
su informe
anual sobre el estado de la democracia en el mundo, que en esta
oportunidad se vio notablemente afectada por el elemento más global de 2020: la
pandemia por el coronavirus. Venezuela se mantuvo por un año más entre los
países más autocráticos del mundo.
Las cuatro categorías que maneja el estudio para
clasificar los sistemas políticos son: democracia liberal, donde existe un
funcionamiento pleno de los derechos, deberes, garantías e instituciones
democráticas; democracia electoral, donde funcionan las instituciones y existen
elecciones libres pero hay limitaciones en el ejercicio de algunos derechos;
autocracia electoral, donde las instituciones, las elecciones y el disfrute de
los derechos son condicionados y solo sirven para garantizar la permanencia de
un grupo político en el poder; y autocracia cerrada, donde no hay elecciones,
ni derechos ni instituciones independientes que protejan a los ciudadanos.
Dentro de la clasificación de V-Dem, Venezuela se
ubica todavía como una autocracia electoral, pero se refieren al país como “uno
de los países menos democráticos del mundo” junto con China, Rusia, Siria,
Libia y otros 20 países del Medio Oriente, África del Norte y África
subsahariana.
De hecho, el comportamiento de Venezuela y esos otros
países en el contexto de la pandemia implicó la adopción de medidas
discriminatorias, imposición de las restricciones o cuarentena sin límite de
tiempo, derogación de algunos derechos, aplicación abusiva de las leyes,
campañas oficiales de desinformación y severas restricciones a los medios de
comunicación.
Ponen como ejemplo de estos procedimientos abusivos
por parte del gobierno venezolano la “detención de miles de ciudadanos
venezolanos que regresaban desde el extranjero en instalaciones improvisadas”
bajo el argumento de intentar frenar los contagios, y citan las reseñas de
prensa que recogieron declaraciones de autoridades llamando “bioterroristas” o
“armas biológicas” a los venezolanos retornados.
Hay que recordar que en paralelo a ese despliegue
represivo en las fronteras, el gobierno de Nicolás Maduro no lograba controlar
el flujo de personas en mercados, sistemas de transporte y lugares públicos.
Más autocracias y menos democracias
El declive global de la democracia durante los últimos
10 años es pronunciado y continúa en 2020, especialmente en las regiones de
Asia-Pacífico, Asia Central, Europa del Este y América Latina, dice el
Instituto V-Dem.
En 2010, 48 % de la población mundial vivía en
autocracias (incluye las autocracias electorales y las autocracias cerradas).
En 2020 ese porcentaje se elevó hasta 68 %, impulsado en parte por el retroceso
de India, uno de los países más poblados del planeta, que pasó de ser una
democracia liberal a una autocracia electoral. En total, los países con
regímenes autocráticos son 87 alrededor del mundo: 63 son autocracias
electorales y 24 autocracias cerradas.
El informe señala que el comportamiento de los países
del mundo ante la libertad de expresión, uno de los componentes más importantes
de todo sistema democrático, se vio alterado notablemente en los últimos tres
años y en particular en 2020 tras la irrupción del coronavirus.
Dice el V-Dem que el número de países que amenazaron
la libertad de expresión pasó de 19 en el año 2017 a 32 en 2020. Esto equivale
casi a una duplicación de gobiernos que persiguen o impiden la libre expresión
en tan solo tres años.
Por otro lado, los investigadores determinaron que
“las democracias liberales disminuyeron durante la última década de 41 países a
32, con una participación de la población de solo 14 %”.
Venezuela en descenso sostenido
Venezuela se ubica dentro de las 63 autocracias
electorales identificadas en 2020.
El V-Dem también reseña la caída de Venezuela en todos
los indicadores de democracia entre 2010 y 2020: deliberación, participación,
igualdad, elecciones y el componente liberal de sus instituciones. Todo esto
lleva al país a ocupar la casilla 164, de un total de 179 países evaluados. En
2019 el país ocupaba el puesto 158, lo que significa que en un año cayó 6
puestos.
En el “cuadro de honor” de la democracia global del
V-Dem, Cuba (considerada una autocracia cerrada) por ejemplo está dos casillas
más arriba de Venezuela, en la 162, y Nicaragua (autocracia electoral) está
cuatro puestos por debajo de Venezuela, en el 168.
En este sentido, al igual que en el informe
recientemente presentado por Freedom House, Venezuela, Cuba y Nicaragua vuelven a
aparecer como los países con menos democracia de todo el continente Americano.
Estos tres países están en el fondo de la
clasificación mundial de libertades y derechos, dentro del bloque de los 20
países del mundo más autocráticos, junto a las siguientes naciones: Laos,
Sudán, Bielorrusia, Sudán del Sur, Azerbaiyán, Camboya, Guinea Ecuatorial,
Burundi, Baréin, Arabia Saudita, Tayikistán, China, Turkmenistán, Siria, Yemen,
Corea del Norte y Eritrea.
Un alerta
El V-Dem concluye que “el nivel de democracia
disfrutado por el ciudadano global promedio en 2020 ha bajado a los niveles
encontrados por última vez alrededor de 1990”, y que la autocracia electoral
sigue siendo el tipo de régimen más común.
Con respecto al manejo gubernamental mundial de la
pandemia, los investigadores advierten que “la mayoría de las democracias
actuaron de manera responsable”: en nueve países democráticos hubo violaciones
graves de los derechos ciudadanos y en otras 23 democracias hubo violaciones
moderadas. Esto frente a “55 regímenes autocráticos involucrados en violaciones
mayores o moderadas”, entre ellos Venezuela, como ya mencionamos.
El comportamiento general de los Estados frente a los
medios de comunicación fue restrictivo: “2/3 de todos los países evaluados
impusieron restricciones a los medios”.
Los investigadores afirman que el costo final para la
democracia, por la manera como ha sido manejada la crisis provocada por el
COVID-19 hasta ahora “puede resultar alto a menos que las restricciones se
eliminen inmediatamente después de terminada la pandemia”.
El Instituto V-Dem produce el mayor conjunto de datos
mundiales sobre democracia con casi 30 millones de datos en 202 países desde
1789 hasta 2020. El equipo investigador está integrado por 3500 académicos y
otros expertos alrededor del mundo.
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