Rafael Veloz García 27 de octubre de 2021
@Rafaelvelozg
Son
enormes las expectativas que se han generado por la visita a nuestro país del
fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, quien tiene en sus
manos el examen preliminar sobre el caso de Venezuela. El abogado británico,
experto en derecho penal internacional y derechos humanos, desempeña el cargo
desde el 16 de junio de 2021, en sustitución de la gambiana Fatou Bensouda,
tras ser electo por votación de los Estados firmantes del Estatuto de Roma en
febrero de este mismo año.
Khan, por lo tanto, tiene la gran e histórica responsabilidad de decidir si el examen preliminar sobre el Caso de Venezula es cerrado y archivado o sigue su curso para pasar a la fase de investigación, que es lo que anhelan los venezolanos, por los comprobados y bien sustentados expedientes sobre crímenes de lesa humanidad y violación de los derechos humanos cometidos por Nicolás Maduro y altos funcionarios de su régimen, los cuales aparecen en el voluminoso expediente que se encuentra en la CPI.
Visto
de esa manera, resulta más que comprensible que los venezolanos desde el mismo
momento en que se anunció que el fiscal Karim Khan vendría a nuestro país,
expresaran intensamente su alegría por tal suceso. Y es eso lo que sienten, una
desbordante alegría, pues observan llenos de esperanza como la justicia toca
las puertas de Venezuela, cuando en lo interno se les ha negado y ha sido
empleada en sentido contrario a la constitución y las leyes para vulnerar todos
los derechos ciudadanos y la libertad, en aras de sostener en el poder a un
régimen criminal y corrupto.
¿Qué
podemos esperar?
En
este punto lo primero es resaltar lo dicho por el propio fiscal de la CPI sobre
su gira a Colombia y Venezuela, que culmina el miércoles 3 de noviembre. Karim
Khan señaló que está “convencido de que el estrechamiento de las relaciones y
la cooperación con los Estados Partes mejorará el funcionamiento del régimen
del Estatuto de Roma en consonancia con el principio de complementariedad”. Y
agregó que “la comunicación es esencial para explicar el mandato de la Fiscalía
y de la CPI y fomentar la confianza de las partes interesadas. Aguardo con
interés la oportunidad de escuchar y de aprender de este mi primer viaje a la
región como Fiscal de la CPI”.
Tal
vez no es lo que desean leer y escuchar los venezolanos, pero sus palabras son
comprensibles y lógicas por el cargo que ostenta. Sin embargo, nos habla del
“principio de complementariedad”, que puede ser la palabra clave en este asunto
y vamos explicar el por qué.
El
principio de complementariedad representa uno de los aspectos fundamentales de
la nueva jurisdicción penal internacional que tiene su raíz en el Estatuto de
Roma y se traduce en que la justicia internacional no desplaza a la justicia
nacional, sino la complementa.
En
otras palabras, no pasa por alto lo concerniente a la soberanía de los países
pero a la vez salvaguarda el respeto al orden jurídico internacional. Con esto
se evita que haya naciones que empleen el pretexto de la soberanía para
voltearse a un lado, cuando de la justicia internacional se trata. ¿Recuerdan
las veces que esto precisamente ha hecho el régimen de Maduro?
En el
caso del fiscal de la CPI, Karim Khan, es claro y evidente que viene a
constatar si el Estado venezolano lleva adelante investigaciones o juicios
sobre los delitos establecidos en el Estatuto de Roma como son los crímenes de
lesa humanidad.
De
allí, el radical cambio del régimen en relación al asesinato del concejal
Fernando Albán, que en principio fue declarado suicidio, y el más reciente, el
del también asesinato (22 de junio de 2017) del joven estudiante David
Vallenilla, a manos del sargento primero de la Aviación, Arli Méndez Terán,
quien fue absuelto el lunes 27 de septiembre del 2021, para luego y tras una
apelación ser condenado menos de un mes después (el viernes 22 de octubre) a 23
años de cárcel. Fíjense bien, lo que no resolvieron durante más 4 años lo
hicieron en 35 días, sencillamente porque ya se anunciaba el viaje a Venezuela
del fiscal de la CPI.
Igual
ha sucedido con el traslado de los presos políticos, como los 130 que hace unas
semanas se encontraban en Ramo Verde, cárcel en que la dictadura torturó a
cientos y que no extrañará que la pinten y remodelen para mostrarla como un
hotel 5 estrellas. Pero tengan la seguridad de que el señor Karim Khan no es
pendejo y ya tiene conocimiento de esto que escribimos.
Cabe
resaltar que la decisión del fiscal de la CPI sobre el caso venezolano era
esperada a más tardar para diciembre de este año por la realización de la
Asamblea de Estados Partes del Estatuto de Roma, en La Haya (Holanda) o Nueva
York (EE.UU.), aunque ahora lo más probable es que se demore un poco más, a
comienzos de 2022, pero como se aprecia es por una causa muy justificada. Ya
hemos dicho que la justicia internacional es algo lenta, pero llega.
Un
tiro debajo del ala
Cuando
la justicia toca la puerta los que no tienen deudas pendientes con ella nada
temen. Los que son presas del temor son los que sí las tienen. Eso sucede con
la visita del fiscal de la CPI, Karim Khan, y en este caso serán Maduro y los
altos funcionarios de su régimen los que serán presas del temor.
Tampoco
podemos pasar por alto el tiro debajo de ala que tiene el gobierno usurpador,
pues en los últimos días las cosas no le han salido nada bien, con la
extradición del empresario colombiano Alex Saab a los Estados Unidos y la
ratificación de que igual suerte correrán desde España Hugo “El Pollo” Carvajal
y Claudia Díaz, la enfermera de Hugo Chávez que llegó a ser Tesorera de la
nación, para blanquear capitales. Y también por lo recién expresado por el
secretario de Estado Antony Blinken, quien realiza esta semana su primera gira
por Surámérica, comenzando por Colombia y Ecuador. Allí reveló lo que algunos
analistas han denominado la arquitectura del Nuevo Orden Democrático de la
región, que se trata en un plan de acción de EE.UU., que consiste en tres
pilares fundamentales para corregir el curso degenerativo de la democracia:
atacar la corrupción, garantizar la seguridad ciudadana, y ampliar el sostén social
para los más desfavorecidos. Nada de esos aspectos favorece al régimen de
Maduro, como es lógico.
Durante
la visita de Karim Khan no podrán esconder en un armario tantos crímenes, no lo
lograrán por más que pretendan cambiar el decorado, por más que busquen engañar
a los venezolanos mediante las fotos que puedan tomarse con el fiscal, porque
eso harán. Hay que tener presente que el señor Karim Khan no viene a ponerle
las esposas a Maduro, sino que viene a constatar la realidad que todos conocen
dentro y fuera de nuestras fronteras. Y la verá.
Tenemos
entonces que tener claro lo que ellos harán en los días que dure la visita del
fiscal de la CPI, por lo que los venezolanos que clamamos justicia nos
corresponderá desde la acera de enfrente ayudar a constatar y visibilizar los
crímenes de lesa humanidad cometidos por Maduro y sus funcionarios, como ya lo
demostró la Misión independiente de las Naciones Unidas para la verificación de
hechos. No se trata de una tarea política, es un deber que tenemos todos los
venezolanos y en la que se impone estar unidos para que se haga justicia por
las víctimas del régimen, con lo cual además estaremos dando un gran paso para
recuperar la libertad y la democracia. El sistema de justicia penal internacional
está haciendo más contra la dictadura, que otras fórmulas que han intentando o
anunciado.
¡Benvenido
sea entonces el señor fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan!
Dr.
Rafael Veloz García
@Rafaelvelozg
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