Antoni Belchi y Gustavo Ocando Alex 20 de octubre de 2021
Antoni Belchi y @gusocandoalex
La
justicia española aceptó este miércoles extraditar al ex jefe de la
Inteligencia venezolana a Estados Unidos para enfrentar varios cargos
relacionados con la corrupción, el narcotráfico y el lavado de dinero.
El
proceso de extradición de Hugo "El Pollo" Carvajal a Estados Unidos
ya estaría en marcha después de que la Audiencia Nacional española acordara
este miércoles hacer efectiva la entrega del militar a
las autoridades estadounidenses.
El analista venezolano radicado en el sur de la Florida, Carlos Pereira, explicó que aunque no cree que la llegada de Carvajal sea inminente “porque eso toma su proceso y toma sus etapas”, sí “es un hecho” gracias a la “exitosa” investigación que las autoridades estadounidenses han llevado a cabo en los últimos años.
“No
hay manera de que se le pueda colocar un obstáculo a este proceso de lavado de
dinero, corrupción, tráfico de influencias, son muchas las aristas que tiene
esta situación”, dijo Pereira en declaraciones a la Voz de América.
En su
opinión, la extradición del exjefe de la Inteligencia venezolana pone “en una
situación muy complicada” al Gobierno de Nicolás Maduro tras la llegada de Alex
Saab a suelo estadounidense en calidad de extraditado para afrontar varios
cargos relacionados con el lavado de dinero y el narcotráfico.
“El
Gobierno de Maduro ya no tiene ningún tipo de reconocimiento en el país, y esto
no hará más que debilitar los mandos”, argumentó Pereira.
Según
el experto en relaciones internacionales, Juan Francisco Contreras, la
extradición de Carvajal completaría el “rompecabezas” de exfuncionarios y
colaboradores del gobierno de Maduro en manos de la justicia estadounidense.
“Con
la llegada de Alex Saab, “El Pollo” Carvajal y la extesorera de Chávez (Claudia
Díaz Guillén), Estados Unidos tiene todas las piezas del rompecabezas para
entender toda esa trama de corrupción. Se está dibujando el sistema de
corrupción y represión que ha significado el chavismo”, dijo a la VOA.
En esa
línea, resaltó que las extradiciones de Saab, Nava y Carvajal “se han alineado”
en un momento clave para Venezuela, cuando la oposición y sus aliados mundiales
insisten en buscar una solución electoral y democrática a la crisis.
En ese
sentido, el diplomático venezolana y exembajador de la nación suramericana en
las Naciones Unidas, Milos Alcalay, expuso que “la justicia tarda, pero llega.
Los jueces españoles han aplicado lo que debían en este caso” de Carvajal.
Considera
que ni el gobierno ni la Audiencia Nacional de España podían obviar la
solicitud estadounidense debido a la gravedad de las denuncias contra el exjefe
de inteligencia en temas como las guerrillas y el narcotráfico.
Subraya
que el gobierno venezolano parece haberse olvidado de su defensa de Carvajal
como un héroe patrio cuando, en 2014, rodeó con barcos militares a Aruba tras
su detención, exigiendo su liberación por tener estatus diplomático.
“Eso
era cuando era héroe, pero ahora que está en el puesto contrario se olvidaron
de todos esos argumentos, del secuestro, de la inmunidad diplomática, y los
trasladaron a Alex Saab”, critica el diplomático.
Estima
que la aceleración de la extradición de Carvajal responde a que el
exfuncionario de los gobiernos de Chávez y Maduro “utilizó la política del ventilador,
tratando de salvarse”, al publicar denuncias diarias sobre la influencia y
financiamiento de Caracas a políticos españoles.
A su
entender, existe preocupación y nerviosismo en el Palacio de Miraflores, en
Caracas, por las extradiciones de Saab, Carvajal y la extesorera de Chávez. “La
actuación nerviosa del gobierno me recuerda un poco la figura de los niños
tratando de pegarle golpes a la piñata y no lo logran. No saben muy bien cómo
actuar y por eso esa diplomacia de 'carritos chocones'”, con constantes ataques
a gobiernos americanos y europeos, apunta.
La
pesadilla para Carvajal comenzó en febrero de 2019 tras reconocer al líder
opositor Juan Guaidó como presidente de Venezuela y no a Nicolás Maduro.
En ese
entonces fue acusado de “actos de traición a la patria”, por lo que se vio
obligado a huir inmediatamente del país. Primero fue a República Dominicana y
después tomó un avión hasta España, donde fue detenido en abril a petición de
Estados Unidos.
En
septiembre fue puesto en libertad después de que la sala de la Audiencia
Nacional rechazó la solicitud de extradición, una decisión que, como se ha
mencionado anteriormente, fue revocada por un recurso de la fiscalía.
El 8
de noviembre de 2019, el Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional
española, el tribunal más alto del país, rectificó una decisión inicial de esa
sala y finalmente decidió entregar a Estados Unidos a Hugo Carvajal, alias “El
Pollo”, por un delito de narcotráfico.
Cuatro
días después, la Policía Nacional española admitía que no lograba dar con el
paradero del exjefe del espionaje militar de Venezuela para su ingreso
inmediato en prisión. El hombre no se encontraba en el domicilio que había
indicado al tribunal y nadie sabía dónde estaba.
Pasaban
las horas y los días, y los investigadores estaban convencidos de que el
sospechoso había salido del país con pasaporte falso, ya que toda la
documentación original la tenían en los juzgados. No era una idea remota porque
en 2017, cuando fue detenido, Carvajal llevaba un pasaporte falso.
Estados
Unidos hacía mucho más tiempo que iba tras la pista de Hugo Carvajal. En 2011
fue declarado culpable de narcotráfico después de recabar varios documentos en
el que se evidenciaba que “El Pollo” formaba parte del Clan de los Soles, un
cartel en el que también estaba el fallecido Hugo Chávez y otros altos
funcionarios de Caracas.
El
expresidente Donald Trump, que en ese tiempo ocupaba el sillón presidencial en
la Casa Blanca, incrementó la presión contra Venezuela con varios paquetes de
sanciones contra los funcionarios del Gobierno de Maduro, pero con una
aclaración: levantaría los castigos económicos a los militares venezolanos que
reconocieran a Juan Guaidó.
Este
movimiento por parte de EE. UU. y después de que una gran mayoría de los países
de la comunidad internacional reconociera a Guaidó como presidente encargado,
hizo que Carvajal también se uniera a la causa. Pero Abrams avisó que la
administración no podía dar marcha atrás a una sanción del Departamento del
Tesoro. “Si usted trafica drogas a Estados Unidos, iremos detrás de usted”,
advirtió.
Tras
su huida en España, Carvajal se convirtió en uno de los fugitivos venezolanos
más buscados por Estados Unidos. Esa situación hizo que algunos sectores
policiales y de inteligencia de España expresaran su decepción y malestar por
lo que había ocurrido y por la imagen que se estaban dando de las autoridades
españolas en el exterior.
Así
que las autoridades españolas diseñaron un plan especial para dar con “El
Pollo” Carvajal porque, a pesar de que habían admitido públicamente que
trabajaban con la hipótesis de que se había escapado a otro país con
documentación falsa, tampoco había indicios suficientes de que así fuera.
Según
publican varios medios en Europa, fue la Administración para el Control de
Drogas de EE. UU. (DEA por sus siglas en inglés) que, en una comunicación con
la policía, alertaba de la dirección concreta en la que se escondía el
exfuncionario el mismo día que se produjo el arresto.
Los
contactos entre la oficina antidrogas estadounidense y la Sección de
Localización de Fugitivos de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la
Policía Nacional española mantenían una comunicación regular sobre este caso.
Se trabajaba con la pista de que “El Pollo” estaba escondido en el tercer piso
de un bloque de apartamentos de la calle Torrelaguna de Madrid.
Tomado
de: https://www.vozdeamerica.com/a/extradicion-pollo-carvajal-situacion-complicada/6278303.html
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