FERNANDO CASTRO AGUAYO 25 de octubre de 2021
@monscastro
Conocer
a Jesucristo, prepararse para recibir los sacramentos, leer la Palabra de Dios,
nos ayudan a adquirir una capacidad de comprender de acompañar y de escuchar
que manifiesta la caridad, el amor de Dios en el corazón...
Este
asunto es importantísimo: da dignidad a los que nos rodean. No me refiero a
escuchar chismes ni peroratas de político barato y arribista. Se trata de
detenernos y tratar de comprender a quienes nos rodean.
Todos sufrimos. Sin embargo, las compañías de publicidad pueden a veces hacer de un bellaco el paradigma de la sinceridad; pueden hacer de un despilfarrador una persona que vive en austeridad. Un ladrón se puede vender como un emprendedor y así mil hipocrecías más.
El
papa Francisco ha convocado un “Sínodo de la Sinodalidad”. Esta iniciativa se
traduce en una frase: “Caminar juntos”. Consiste en saber que tenemos un gran
potencial de encontrar los aspectos que nos unen, aquellos a los que todos
aspiramos. Supone una gran apertura a Dios y a los demás. Entender que lejos de
fanatismos, amedrentamientos, intereses egoístas a veces arrolladores, hay en
el ser humano una capacidad impresionante de reconocer lo más básico y fundante
de la persona.
Por
ejemplo: el amor a la vida es algo innato en el corazón; igual, el amor a la
familia. Por eso, destruir la familia es realmente atacar lo básico en el ser
humano. Igual atentar contra la vida es siempre una herida social y personal,
de difícil curación. Todo lo bueno, nos une.
Conocer
a Jesucristo, prepararse para recibir los sacramentos, leer la Palabra de Dios,
nos ayudan a adquirir una capacidad de comprender de acompañar y de escuchar
que manifiesta la caridad, el amor de Dios en el corazón.
Quizá
cuando escribo esto pienso que alguno diría que uno es ingenuo. Nunca uno se
arrepiente del bien que se hace, igualmente nunca faltan personas que se
aprovechan del bien que hacen los demás para ganar “indulgencia con escapulario
ajeno”. Son los mentirosos y “aprovechados”.
El Papa
propone un camino de escucha y encuentro que determinará luego, y llevará a
acciones concretas que cada uno, organizadamente o no, podrá emprender. El amor
se manifiesta en la constancia. Por tanto, se trata de actitudes y obras que
siempre deben encarnar los cristianos y los hombres de buena voluntad.
Fernando
Castro Aguayo
@monscastro
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