Orlando Viera-Blanco 22 de diciembre de 2021
@ovierablanco
El año
2021 fue un año de desafíos en términos de visibilizar la crisis humanitaria e
institucional venezolana por parte del Gobierno Encargado del presidente Juan
Guaidó, su cuerpo diplomático y comisionados… Pero la realidad venezolana es
muy atípica y bizarra. Un 5% de la población, come y bebe de bodegón en
bodegón, ataviados de plantas eléctricas, pozos y escoltas blindados, mientras
un 95% va sumergido en la miseria, la pobreza y el hambre, sin agua, luz ni
gas.
Ese 5%
ha privilegiado el olvido de la política y pareciera que los sondeos de opinión
pública [que registran una aparente normalización] se hacen en ese segmento. El
otro 95% queda relegado y olvidado, por lo que deciden marcharse. Para el 2022
seremos siete millones de venezolanos exiliados y el contador en marcha ¿Quién
pone la mirada sobre ellos?
Otros deciden volver
Como
embajador de Venezuela en Canadá me ha tocado atender las más dolorosas
vivencias de compatriotas. Nos piden auxilio desde Trujillo, Arequipa o Lima en
Perú; Santa Cruz o La Paz en Bolivia; Funchal, Barranca o Bogotá en Colombia, o
desde la frontera en Chile. Una ola de fenómenos sociales inhumanos y bárbaros
se expanden como epidemia por el continente latinoamericano, atrapando a
nuestros compatriotas en penosas y peligrosas experiencias. Este es el plan del
Foro de Sao Paulo. Propiciar el caos y masificar la indigencia de un
continente, que al final es lucha de clases.
No es
un secreto que la trata de blancas, de niños, de mujeres venezolanas cabalga
por la subregión. Agiotistas que cobran con la vida la morosidad. Explotación
laboral, que es esclavitud. Discriminación, hostigamiento y abuso de menores en
escuelas, hospitales, barriadas y asentamientos. Son crueles las denuncias que
nos llegan a Canadá de connacionales venezolanos víctimas de graves violaciones
a sus DDHH, pidiendo desesperadamente ayuda para volver a Venezuela.
Esta
tragedia humanitaria no es casual. Es provocado por un modelo de poder perverso
que sabe que propiciar la miseria es lograr control y violencia. Un impacto
inevitable [proliferación crítica de la vulnerabilidad] en países que carecen
de la fuerza económica y condiciones sociales para atender tal volumen de
migrantes. España y Canadá aceleran el paso de los recursos obtenidos en las
Conferencias de Donantes. Entretanto elevamos nuestra voz y abrimos nuestros
brazos para alertar estas desgracias, denunciar excesos y rescatar a los que
podemos salvar.
En
medio de este holocausto una Venezuela de bodegones trata de vivir de
espejismos y hacerle creer al mundo, que Venezuela se estabiliza… ¿Cómo se
puede hablar de normalización en un país donde un tercio de su población vive
en situación de hambruna, un porcentaje elevado de nuestros niños registran
lesiones cognitivas irreparables, de pronto amanece el país a oscuras, y
seguimos sin combustible? El método cubano lo logró. Puso a unos pocos a vivir
de ensueños, los adaptados y a la gran mayoría, en una inagotable pesadilla,
los desplazados. Hora de despertar…
La
verdad nos hará libres
El
2021 ha puesto en relieve la agenda de terror en Venezuela. No por casualidad
el Fiscal de La Haya, abrió una investigación a la situación Venezuela 1,
afirmando que en nuestro país hay motivos suficientes para concluir que se han
cometido crímenes de lesa humanidad. Por muchos años las víctimas han sido
torturadas, perseguidas, encarceladas, desaparecidas o asesinadas, impunemente.
Un sistema de terror instalado por el método del poder absoluto cubano, que va por
libre en un mundo global pero contradictoriamente más impedido de derribar los
muros de tiranía. El Fiscal de la CPI en propio territorio venezolano notificó
que su despacho va a investigar la situación Venezuela 1. Una ruta procesal por
la reivindicación de la justicia que sin duda es una esperanza real de paz.
No es
bueno dejarse llevar por matrices de opinión de minorías que decidieron vivir
en su microcosmos entre el Humboldt y lecherías. Tampoco por la vida en RRSS.
La tragedia venezolana se agudiza. Las condiciones de vida empeoran para la
mayor parte de la población. La gente se va y otros regresan marcados con
experiencias muy perversas y traumáticas. Esta tragedia humana y social no
cesará mientras persista un modelo de poder cubano, cuya principal finalidad es
mantenerse en el mando masificando pobreza, hambre y miseria, que es
dependencia y control.
En
Venezuela no existe ni normalización ni estabilización. En Venezuela lo que hay
es una falsa ilusión. Sigue su paso un proyecto absolutista que habilita
perniles, electricidad, motocicletas y San Nicolás [al más puro estilo
capitalista], cuando desea maquillar un “triunfo electoral”. Decirle al mundo
la verdad también ha sido nuestra tarea. Y extender nuestra mano a los más
vulnerables una misión inevitable. La verdad nos hará libres. Pero no es
suficiente decirla. También hay que escucharla.
[…]
Escribiendo estas líneas leemos la noticia y la celebramos, sobre la decisión
de la Corte Suprema del Reino Unido que ha determinado su reconocimiento de Juan
Guaidó como presidente interino de Venezuela hasta que se celebren elecciones
libres, con lo cual se mantiene a buen resguardo las reservas de oro de
Venezuela en las bóvedas del Banco Central del Reino Unido. ¡Nos han
escuchado…! Logros significativos en materia humanitaria, institucional,
justicia penal internacional, derecho internacional, refugio y DDHH, que ponen
en evidencia una realidad inocultable por el manto sibilino de una aparente
normalización.
Orlando
Viera-Blanco
@ovierablanco
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