Hugo Echeverry, Heider Logatto Cuadros y Karen Sánchez 19 de diciembre de 2021
@HugoEcheverry, @heiderlogatto y @karenjsan
Colombia
ha recibido 1,7 millones de migrantes venezolanos, de acuerdo con cifras de la
autoridad migratoria de ese país.
Aunque
la venezolana Sandra Bustamante pensó que, al salir de su país, conseguir
educación para sus tres niñas en Colombia era una tarea complicada, la
experiencia le mostró otra realidad.
Después
de llegar de Valencia, Venezuela, hasta la ciudad colombiana de Cúcuta, hace
cuatro años, logró no solo que sus pequeñas ingresaran a un centro educativo,
sino que incluso recibieran beneficios como el de recibir refrigerios.
“Yo
llegué acá y el rector me atendieron bien. Tengo tres niñas y a las tres me les
dieron… Cuando empezó la pandemia nos daban un mercadito y ahorita último
volvieron con el refrigerio, leche, pan, frutas”, el contó Sandra a la Voz
de América.
Para ella, la educación que reciben sus hijas es “buenísima”. Incluso dice que le gusta lo “fuertes” que son los profesores, opinión que comparte su hija Valentina Hernández, estudiante del Colegio San José.
“El
colegio, a mí me parece muy lindo, educan bien, los profesores son chéveres.
Mee gustan que sea duros, que sean fuertes… Me daban el refrigerio, cuando comenzó
la pandemia era puro mercadito, mejor, y ya ahora puro refrigerio, bien”, dice
la niña de 12 años.
Según
la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, el hemisferio occidental ya
suma el 25% de la población global de migrantes y refugiados en el mundo.
Colombia ha recibido 1,7 millones de migrantes venezolanos, de acuerdo con
cifras de la autoridad migratoria.
Este
país ha adoptado políticas de asimilación establecidas por el gobierno de
Colombia para hacer frente al reto de la masiva migración y para que
venezolanos, como Sandra y Valentina, reciban apoyo en áreas básicas, como la educación y la salud.
Políticas
en Colombia
Lucas
Gómez, gerente de Fronteras Presidencia de Colombia, en entrevista con la VOA,
explicó que su país busca controlar el ingreso de migrantes, de manera segura,
“que realmente podamos identificar a las personas que entran, brindarles
dignidad, brindarles unos primeros auxilios y eso que no sea solo un momento,
sino en una ruta definida en unos puntos específicos”.
Según
Gómez, los centros de atención sanitarios, como el que se ubicó en el sector de
‘Tienditas’, permitieron, en su momento, brindar “dignidad, tranquilidad y
orden a la migración que estaba retornando hacia Venezuela”.
En ese
momento, dijo el gerente, se entendió que la migración cambió y que cada vez se
iban a presentar más ingresos de la población migrante.
En
cuanto a los recursos destinado a la migración venezolana, Gómez aseguró -sin
decir una cifra exacta- que el Gobierno ha girado unos recursos importantes a
la gobernación de Norte de Santander par hacer frente a la seguridad privada,
electricidad y agua potable. Además de la responsabilidad que asume cooperación
en el tema de atención humanitaria.
“Aquí
también estamos trabajando con las comunidades de acogida”, aseguró Gómez,
quien añadió que acompañan además a los migrante que caminan por varias rutas
del país.
“Tenemos
dos rutas que hemos definido, Arauca y Norte de Santander. Aquí en Arauca,
hacemos la ruta hasta Yopal y luego entra a Boyacá, Bogotá y sale hacia el sur
del país. Y desde el norte de Santander, llegando a Bucaramanga, seguimos a
Boyacá y nuevamente a Bogotá y el sur del país”, explica Gómez.
El
reto de la atención a gestantes
De
acuerdo con cifras del Ministerio de Salud, en el país se han registarado más
de tres millones de casos que involucran atención médica para los migrantes
venezolanos. El hospital Erasmo Meos, en Cúcuta, es uno de los mayores
receptores de pacientes
Mario
Galvis, médico ginecólogo y obstetra, coordinador de Ginecología del Hospital
dice que las estadísticas demuestran que el 82% de las usuarias del servicio
son personas procedentes de Venezuela.
Al
día, agrega, nacen en promedio entre 20 y 25 nacidos vivos al día, de los cuales
el 80% son de madres venezolanas.
La
crisis del vecino país, dice el doctor, influye en los servicios de salud que
las gestante puedan recibir en la ciudad de Cúcuta para recibir una adecuada
atención en su embarazo, control prenatal, parto posparto. Muchas de ellas
regresan y otras deciden radicarse en el país con su familia buscando
alternativas para su sobrevivencia.
“Estamos
recibiendo 4.504 recién nacidos de madres venezolanas. Si nosotros lo miramos
en el contexto nacional, estamos recibiendo del 25 al 30% de los nacidos vivos
en Colombia”, dijo el médico a la VOA.
Las
que tienen más recursos, llegan a las ciudades grandes, pero las más
vulnerables se quedan en la ciudad fronteriza, dice el médico.
“La
paciente aquí se puede presentar única y exclusivamente con su cédula de
ciudadanía venezolana y recibirá la atención que merece sin restringirla”,
explica el doctor, quien agrega que muchas pacientes llegan con un alto riesgo
obstétrico con complicación que afectan el embarazo.
“Ellas
llegan con condiciones nutricionales complejas, enfermedades sobreagregadas
como hipertensión inducida por el embarazo, pacientes con problemas de sífilis
gestacional… Ellas normalmente llegan a Cúcuta sin conocer su
hemoclasificación. Eso quiere decir que no han recibido ningún tipo de atención
médica en el vecino país”, dice el médico.
Aparte
de las complicaciones médicas, se asocian todos los riesgos que tienen las
pacientes de pasar por una trocha, de llegar desde sitios apartados en
trayectos supremamente largos. A eso se le suma, dice el doctor Galvis, la
mínima posibilidad que tienen de tomar las medidas de protección para hacer
frente a la pandemia.
De
acuerdo a cifras del Grupo Interagencial sobre Flujos Migratorios Mixtos, de
millón 700 mil venezolanos que han inmigrado a Colombia, alrededor de 760.000 cuentan con estatus regular.
De ellos, alrededor del 95% tiene vocación de permanencia en Colombia.
De
acuerdo con cifras de Migración Colombia, Norte de Santander es el departamento
que más alberga venezolanos, con un total de 187.854 personas, esto por la
ubicación geográfica que está en la línea limítrofe.
A
pesar del alto costo político que esta asimilación representa para el mandatario
Iván Duque, la comunidad internacional y ACNUR buscan que su decisión se
replique en otras naciones receptoras, como una de las pocas vías sostenibles
para hacer frente al reto migratorio.
Según
un informe de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Migrantes y
Refugiados Venezolanos RV4, de este año, más de 5,4 millones de refugiados y
migrantes de Venezuela están afuera de su país de origen, con un estimado de
4,6 millones adentro de la región.
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