Ángel Lombardi Lombardi 25 de diciembre de 2021
Personas
y sociedades necesitan en lo posible mantener el sentido litúrgico y ritual de
la vida, tanto a nivel individual como colectivo. Como seres culturales tenemos
una «identidad» compartida. Unas tradiciones, un pasado que se continúa y
prolonga en nosotros. Es como una genealogía de creencias y costumbres que nos
definen e identifican. Existen en todas las épocas y en todas las culturas y
religiones.
Uno de
los grandes problemas de la vida urbana moderna y post-moderna es la «soledad»
de las personas y la homogeneización de las conductas. El
Centro Comercial es el gran convocante del consumo como valor casi único.
Mercantilizarlo todo, hasta el ocio y el descanso, invadida nuestra privacidad
y el tiempo sin ritos, terminamos en la más absoluta intemperie.
La
uniformidad nos abruma y el hastío del todo-siempre-igual
siempre-lo-mismo.
La única respuesta es la huida y el ruido, la diversión sin tiempo y sin
memoria.
Después
de una intensa noche de diversión, solo atinamos a decir que «la pasé tan bien
que no recuerdo nada». El fin de año Maracaibero es intenso (y extenso).
Comienza con la (bajada) de la Virgen, finales de octubre y se prolonga hasta
comienzo de enero.
Todo
se mezcla (como en la hallaca) lo sagrado y lo profano y toda la ciudad es una
fiesta compartida, privada y pública, y cada uno en lo suyo pero en una
atmósfera vitalista compartida. Por lo menos en mis vivencias y percepción y
desde siempre.
Sin
perder mi individualidad, un-yo, me asumo de manera espontánea en un»nos»
un-nosotros tribal-urbano. Me siento emocionalmente integrado a una comunidad,
a un concepto general y particular:
MARACAIBO en Navidad y Fin de Año. A unas ideas de «qué hacer y cómo hacerlo»
en familia:
pesebre, arbolito, regalos, hallacas, misa, adviento, visitas, reuniones,
gaita, aguinaldos, las «lucecitas»
De
manera espontánea y al mismo tiempo por costumbre, todos queremos disfrutar y
al mismo tiempo nos asumimos «mejores» de lo que habitualmente somos.
El
niño-Jesus y el «espíritu de la Navidad» hacen el «milagro» cada año y el
tiempo se particulariza de manera especial.
Ángel
Lombardi Lombardi es licenciado en Educación, mención Ciencias Sociales, con
especialización en la Universidad Complutense y la Universidad de La Sorbona.
Fue rector de la Universidad del Zulia y rector de la Universidad Católica Cecilio
Acosta.
Ángel
Lombardi Lombardi
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